jueves, 18 de noviembre de 2021

El primer mes

Los días se hacen eternos, las horas incontables y el 15 fue un mes sin ti, un mes sin verte, sin escucharte, sin saber si tomaste agua o comiste tu fruta, sin poder abrazarte.

La vida se hacía más buena, más bonita y más fácil contigo, ¿Cómo se calma todo este dolor? Intento llamarte esperando que contestes, tengo grabada tu sonrisa en mi alma y tu voz en mi corazón.
Mi papá jamás tenía un no como respuesta, alentaba todas mis pasiones, nunca se opuso a que actúe, a que baile, a que recite, no importaba si tenía que comprar uno o diez disfraces, siempre apoyó todo lo que yo hacía. Cuando tenía 10 empecé la secundaria y todo era nuevo para mí, ya no llevaba solo matemáticas, tenía cursos como Álgebra y Aritmética, él era muy bueno en eso, compró una pizarra y yo hacía mis tareas con él, era muy feliz papito y quizás no lo sabía.
En mi época universitaria mi papá hizo de todo no sólo para que tenga lo que necesitara, siempre hacía más, siempre, cuando empecé a trabajar me dejó volar pero siempre abrazando mis miedos y siendo mi apoyo si algo fallaba, confiaba en mí y en todo lo que yo decidía, un espaldarazo suyo siempre fue necesario para seguir adelante.
Gracias por haber sido todo lo que necesitaba para ser feliz, gracias por hacer de mi vida un camino lleno de luz, por tu exagerada preocupación, por los desayunos, por tu desesperación para que a mí nunca nada me faltara, gracias por haberme amando tanto papito lindo, no sabes lo que daría por tenerte otra vez a mi lado, pero sé que el cielo abrió sus puertas para ti y eso calma un poco todo mi dolor.
No te prometo que estaré bien muy pronto , pero haré el intento, lo que sí te prometo es cuidar a mi mamá, siempre estar juntas con mis hermanas, tomar agua, no comer golosinas y natillas. Te amo papito, te amo desde el día que te vi y para toda la vida.
🤍

No hay comentarios:

Publicar un comentario