No voy a empezar escribiendo este texto como "el último", quizás si lo sea pero la vida tiene giros de infortunio que podría ser que ya escriba por otra persona, pero hoy no, hoy le sigo escribiendo al recuerdo, en realidad a su recuerdo.
Yo sigo enamorada, pero no sé si sea de él o de los momentos que me dieron sus manos, su rostro, su cuerpo, de su alma, ayer por la noche me quedé dormida pensando en cómo sería mi vida si ya no lo quisiera, quizás más tranquila, lo más probable, pero puedo asegurar que él ha sido el amor más limpio (carnalmente hablando) que he tenido, una sola vez me he enamorado y es de él, de mi pedazo de corazón, de sus ojos chinitos cuando me pedía alguna cosa, un mimo o un respiro, nunca atocigué su tiempo, es más creía que merecía todo el espacio, solo quería darle amor, paz, ojalá lo haya logrado.
Ya no hay lágrimas, he seguido mi vida, no sé de donde saqué fuerzas, quizás siempre las tuve solo que ahora ya las empecé a usar, el trabajo también ha sido una gran medicina, el gimnasio, aunque con pocos resultados (jajaja) ha permitido que deje de pensarlo, pero no lo he dejado de amar, lo amo como el primer día, me pondría tan nerviosa de verlo que ha sido mejor no hacerlo, lo extraño como no tienen idea, sirvió mucho grabarme el perfil de su rostro con mis manos, y poder recordarlo de esa manera, recuerdo que le dije eso, voy a grabar tu carita chiquita y bonita cerrando los ojos para cuando no estemos juntos y necesite recordarte, casi siempre lo hago, cierro los ojos y pienso en él.
Fue mucha felicidad y luz, tenía el alma en sus manos, mi corazón le pertenecía, ahora no sé que tanto, pero si digo que lo amo no me contradigo. Ojalá cuando vuelva a escribir no sea por alguien más, mi corazón quisiera escribir para él, siempre, quizás en otras circunstancias o en otra vida.
G.
No hay comentarios:
Publicar un comentario