De todas las veces que he escrito para ti, hoy he decidido que esta será la despedida, ya muchas veces lo había pensado, pero esta vez materializo mi deseo, te estoy escribiendo sin ningún proyecto o un texto ya antes pensando, no tengo palabras concretas, pero aunque sé que no me lees, hoy quiero contarte como te olvidé, hoy tengo la certeza de saber como pasó todo.
Cuando menos lo esperé, tus manos estaban encima de mi espalda, no tengo por qué mentirte, habría querido que tus manos acaricien mis miedos para siempre, que tu cuerpo sea el que abrace por los días que aún me quedan, que tus ojos sean el primer espaldarazo que tenga que ver, nada de eso pasó y tuve que irme, rompiendo mi propio corazón, esperando algo que jamás llegó.
Dibujé cada parte de tu piel en mi memoria, aún recuerdo el lunar que tienes y que no conocías, recuerdo tu sonrisa y como besaba cada parte de tu cuerpo, como hacía dibujos en tu espalda
No hay comentarios:
Publicar un comentario