He sentido tu desprecio a lo lejos, desde una llamada por cortesía o una mirada por equivocación, no he querido entender por años que esto no podrá ser, he pensado en todas las maneras posibles de poder quedar bien contigo, de hacerte entender que era la mejor opción, pero no lo he conseguido, no soy lo que buscas, lo entendí. Pero ¿qué buscas? ¿qué no tengo? ¿qué hace falta? ¿en qué te fallé?
Me pasé la noche casi sin dormir, pensando en qué había fallado, después de tanto tiempo he vuelto a llorar, he tenido nuevamente ese inmenso dolor en el corazón, porque me duele, ojalá algún día pueda liberarme de tanta culpa o de tanto amor, pensé que te había olvidado, pensé que todo esto había pasado, me sigues haciendo daño, sigues latiendo y se supone que te había superado, había llegado la hora en la que te dejé de amar y me he dado cuenta que no, no sé si te ame, la verdad no tengo idea de todo lo que siento, pero siento y eso es lo que importa.
Recuerdo que estaba tranquila, pienso en todas las maneras para volver a estarlo, quisiera que vuelvas, que me digas que todo va a estar bien, quisiera saber que también me quieres, que te quedarás conmigo, que estaremos juntos, que seré yo quien te vea cuando despiertes y sea yo quien te abrace todas las noches para dormir, pero sé que eso no es verdad, y a pesar de haberlo aceptado, aún lo sigo pensando ¿hasta cuándo?
Vuelvo a llorar, pero ahora ya no de amor, si no de rabia, porque he hecho todo bien y no me mereces, esto duele, me ahogo en llanto, no puedo controlarlo, te quiero tanto, pero sigue doliendo y eso no está bien, tengo miedo de seguir queriéndote, y sé muy en el fondo que debo dejar de hacerlo.
Siento que no logré absolutamente nada contigo, me duele el alma pensar que no importa cuánto pueda esforzarme, nada es completamente necesario para ti, te siento inalcanzable, después de todos estos años nada fue suficiente.
Tal vez nunca lo sepas, pero habría apostado todo por ti, hoy ya nada tiene sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario