Amar sin expectativas es una de las formas que quisiera aplicar para el día de mis días, pero no lo logro, siempre espero algo más, siempre quiero que funcione, pero no pasa, quizás sea por la presión que acongoja mi pecho, por el dolor al sentimiento del rechazo, por la falta de ese amor que prometió volver y que hasta ahora no lo hace, ese para siempre que debió de darse y que nunca pasó, mil cosas atoradas en el estómago y las mariposas que día a día se van muriendo, ese nudo en la garganta, las lágrimas que no salieron, el sentimiento de culpa de saber que pude haber hecho más, qué se yo, siento rabia, pero también paz, me hace bien escribirte, aún sabiendo que no me leerás.
Te dejé volar no porque no te quisiera, si no porque te amaba de verdad, prueba de ese inmenso amor es que hoy solo te dedico letras, quizás dejé de ser un fastidio, una molestia o tal vez me extrañes como yo a ti y no lo sabemos y quizás nunca lo sepamos, porque no es que sea orgullo, es un poco de dignidad.
El aire sigue corriendo a pesar de todo y eso está bien, te he extrañado más que nunca y no tiene un por qué, solo te he extrañado y para no buscarle explicaciones a las cosas ilógicas dejo que todo pase, así como pasó nuestro amor, como pasó el buen vino la último noche que nos vimos, como pasaron tus manos por todo mi rostro cuando dibujabas un corazón en medio de mi cara, no quisiera decirte que te dejé de querer, sería mentirte y sobre todo mentirme, pero creo que es correcto decirte hoy mismo que he aprendido a querer mucho más y no precisamente a ti, dejaré que pase el momento, quizás con suerte nos volvamos a ver, quizás.
Escribo sin ninguna expectativa de que me leas, pero si lo haces, no dudes que alguna vez te quise, solo no lo dudes.
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