lunes, 2 de septiembre de 2024

Ya da lo mismo

 He odiado la palabra despedida toda mi vida, porque todas han sido brutales, abruptas y dolorosas, pero la nuestra era necesaria.

Eras la esperanza de sentirme viva, el encuentro con el verdadero amor, la locura infinita de sentir el abrazo más esperado. No recuerdo nada malo, todo recuerdo malo lo he borrado, tu nobleza, tu mirada y tu amor me hicieron más feliz en un mundo roto por la tristeza infinita que embarga mi alma.

Ojalá todo fuese más simple, me fui sin que te dieras cuenta y estuvo bien. Prometo no pensarte y olvidarte. Espero en otra vida tener más suerte y encontrarte a tiempo.

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