martes, 17 de septiembre de 2019

Menos con ella

Tendría que creerme todo lo que lo digo, pero eso no pasa, siento que me miento hasta cuando respiro y ya no puedo seguir así ¿qué hago? ¿qué hice? no merecía todo este hecatombe, no lo merecía, lo decía una y otra vez después de limpiar casi ya las últimas lágrimas que podía tener, el corazón se me hacía pedazos y no podía parar de llorar, estaba muerta en vida, sentía que todo me hacía mal, y no buscaba victimizarme, eso me pasaba, sentía que quería dormir 18 horas y las otras 6 quedarme en mi cama a mirar el techo blanco, ese techo que quería pintar de azul con nubes, que asemejara a la realidad, no quería nada, todo había acabado y no entendía bien por qué, solo entendía que había acabado, quizás yo lo había terminado, pero no era así, porque no lo recordaba.

No quería recordar nada, no tenía nada nuevo que recordar tampoco, tenía la vida hecha añicos, fue un momento turbio, pasaron demasiadas ideas por mi cabeza y como era de costumbre ninguna pude realizar, quería dejar de sentir, de ver y oír, pero eso no se puede, siempre debemos de continuar, es la asquerosa idea que nos venden de la vida feliz, la mentira piadosa de que podrás salir adelante, ¿cómo les mienten tanto? tenía que seguir así no quisiera, así no pudiera, como sea, tenía que seguir, no había de otra, miraba siempre al techo, me aferraba al aire o a las calles que siempre me vieron caminar.

Ideaba conversaciones en mi cabeza, las tenía ya escritas de manera mental, salía adelante y sin fuerzas ¿si yo pude? ahora me doy cuenta que siempre se podrá, me hice más fuerte, más insensible conmigo misma, no podía darme el gusto de sufrir por lo que no debía, controlo mis emociones, mi vida ahora es una estrategia basada en una historia que no quisiera contar, pero que cuento con letras que siempre escribo, en cada rincón de mí hay una letra o una tristeza, también pueden venir alegrías, siempre hay algunas, efímeras, pero las hay.

Me he sentido devastada, pensando que no iba a poder salir, pero siempre he podido y eso me ha reconfortado, esa mentira piadosa que escribí líneas arriba si existe, siempre puedes seguir adelante, tampoco pienso escribir un texto diciéndote que si puedes salir adelante, porque cada uno ya sabe cómo hacerlo, siempre viene este sentimiento de supervivencia que te pide continuar, que no permite sentirte mal, yo pensaba que no iba a poder superar algunos sentimientos, algunas cosas y aquí me tienen escribiendo de ellos, sin rencor, con paz mental y muchísima estabilidad emocional, y ha sido un arduo trabajo, quizás de años, casi una vida entera pensando que podía hacer las cosas mal, pero las he venido haciendo bien y eso puede hacerme sentir mejor, me asustan las expectativas de la gente, no quiero que piensen que puedo lograrlo todo, cuando en verdad nisiquiera sé que puedo querer, de lo único que si estoy completamente segura es que quiero ver a mi mamá, abrazarla y pedirle perdón por todas las veces que le fallé y aunque ella no lo sabe, le he fallado, porque yo me he fallado, he querido desfallecer y sin pensarlo recordarla no me ha dejado caer, y gracias a su mirada o a lo que puede generar en mí no me he permitido eso (quizás, a veces sí) gracias a ella y después de todo, aprendí que no necesariamente siempre debo de estar bien, se vale sentirse mal, llorar, no querer nada, y quererse ir de vez en cuando.

Desapego, autocuidado con todo, menos con ella.


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