jueves, 5 de septiembre de 2019

Vuelve

No tengo una solución clara para todo esto, pero creo que la única que tengo es que te quedes y quisiera que sea para siempre, ¿recuerdas? algo así como me dijiste ese lunes por la noche, en la que imaginabas como podía estar acomodada en mi cama y tu ilusión no distaba mucho de la mía, ¿cómo es que tanto interés se va tan rápido? - no lo entiendo - yo no puedo ser así, contágiame un poco de esa manera de ser para que no me duela tanto cuando siento que te vas y no es dependencia, yo le llamaría cariño, que tú estés ahí a mi lado imaginariamente o hablándome de amor fue un sueño que acaricié por mucho tiempo y que siento que se derrumba no sé por qué ¿hice algo mal? ¿tengo la culpa? ¿soy yo? ¿eres tú? quisiera hacerte todas esas preguntas porque me ahogo al no tener las respuestas, pero sé que no te las haré porque incluso en mis sueños me siento cansada de seguir pensando. 

Es culpa mía me repito, por haberte dicho las cosas tan pronto, por haberte permitido ingresar en mi vida sin ningún reparo, no es justo que te quiera tanto y que no te des cuenta o no te quieras dar cuenta, me lamento, me arrepiento y me duele, pero todo es culpa mía por haberme destruido con ternura, con palabras chiquitas, con canciones y sonidos, creo que no debemos de tener miedo a querer, nunca lo he tenido, pero ahora creo que lo tengo, siento que te vas o que no te quieres quedar, en lugar de sentir que todo estaría mejor, has venido a empeorar todo lo que ya había superado, tengo miedo y no quiero sentirlo ¿es amor? - ven, respóndeme -

Quiero llorar y no precisamente por ti, si no porque me siento vulnerable, no quisiera sentir tanto, pero cuánta razón tiene esa frase que leí hace mucho, que el amor no es tiempo si no sentimiento y en buena parte agradezco que arribaras a mi vida, me hace bien saberte vivo, me hace bien quererte, porque aunque no lo creas, yo he querido como no tienes idea, te escribo, esperando que me leas, que sepas que escribo para ti, pensando que quizás algún día de verdad toques a mi puerta y vengas, pero que no quieras irte, he tratado de ser yo, no la perfección de mujer que quisieras tener, he tratado únicamente de ser yo, de quererte, de entenderte, pero tienes una extraña forma de querer, no quieres bien y me duele, me lastimas sin darte cuenta, porque no tengo dudas y quizás tampoco pruebas, pero no quieres hacerme daño, lo sé, pero lo haces ¿cómo lo evitas? ¡cómo! quítame este dolor por favor, quizás con palabras dulces o un abrazo, quizás una sorpresa o un chocolate, quizás una pulsera de pitas de las que me gustan, o solamente una llamada, me da tanta ternura quererte tanto y también me siento débil y vulnerable, presiento que quizás esto no tenga ningún puerto, pero qué más da, si he querido tanto, esta no sería la primera vez que falle en el intento de querer y la gente como yo vuelve a creer ¿será malo o bueno? ojalá no lo sea, me acuerdo cuando te conté que yo creía en la ilusión del amor verdadero 

Vamos a correr juntos por el parque, pero la verdad lo que quisiera hacer es estar contigo en tu cama, leyendo libros o viendo una película, como te dije que lo haríamos, no lo prometiste, pero lo sentí así, me fallé a mí misma, creo que mañana voy a tocar la puerta de tu casa, ojalá y me abras tú, como las veces anteriores, quiero que seas tú y ahora si te beso, no te demores por favor, no me dejes sin ti, que me estoy acostumbrando y no quiero. No te demores, hazme el favor.

He pensado quizás mucho y eso me hace mal, mi cerebro hace muchas preguntas que yo no quisiera contestar y creo que tengo todas las respuestas, extraño que me hables, pero me extraño más a mí que a ti, me extraño estando a tu lado, sonriendo y sintiendo que tu corazón latía a mil por hora en la palma de tu mano, ninguno de los dos quería irse y eso me hace bien, y tal vez no vuelvas, tal vez nada de esto funcione y te siga escribiendo por un buen tiempo, porque cuando te dije que era dispersa, de tiempos y temporadas te mentía un poco para que no te sientas importante en mi vida, pero estoy segura que el sol también se levanta de vez en cuando y me tocará a mí superar que quizás esto no haya funcionado.

No te demores, si es que quieres volver, me estoy acostumbrando a estar sin ti y sé perfectamente que no debo de escribirlo, tampoco pensarlo y mucho menos decirlo, pero me haces falta, no me dejes sin ti.

Perdóname, por quererte tanto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario