No quiero encontrar ninguna razón más a todo esto, me sobran las razones, de eso no tengo duda, he leído muchas veces y ya perdí la cuenta de todas esas notas que escribí diciéndote adiós, en todas estaba decidida, en todas te había olvidado, pero tenía que hacerme la idea que lo hacía, que no te quería, pero estaba loca de amor, más loca estoy ahora que creo que ya te olvidé, te he olvidado y no sé cómo.
Hoy quisiera decirte adiós, pero no culpándote de nada, quién eres tú para poder resolver todas mis expectativas, esas que se convirtieron en un problema en tu mente, mi corazón revoloteaba en tu vida y no tenías las suficientes ganas de ser querido, o quizás no querías que yo te quiera, veo las cosas con mayor claridad, siento que no hay nada que ocultar, hoy te vengo a demostrar que yo solo sabía quererte.
No me malinterpretes, no quiero que te vayas, ya te has ido, no quiero que te sientas responsable de todo este abismo, soy yo la que quiso quererte ¿qué culpa tiene tú de eso? no te excuses conmigo, imagino tus disculpas y solamente quiero decirte que no importa cuánto me demoré en olvidarte, lo logré, hoy quiero que sepas que me he dado cuenta que no puedo augurar nada nuevo contigo, no te sorprende mi llegada, tampoco te asusta mi partida ¿entonces? ¿era amor? no lo era, siempre quise creerlo, no me quisiste nunca y no te culpo, fui yo la que quiso y la que siempre se culpó, eso era todo, menos amor.
Tengo un sin fin de mensajes que quisiera escribir, es más planeo que sea la nota más larga del blog, solo quiero que mis manos escriban, quiero desaparecer volando, siempre he querido hacer eso, no sé si te conté, siempre quise volar, no se puede, lo sé, siempre he anhelado cosas que son imposibles, tú por ejemplo.
Te recuerdo de vez en cuando, como hoy, que escribo por ti, pero ya no para ti, que escribo con desamor, con rabia y con dolor, con ese dolor de haberlo entregado todo y de no haber recibido nada, me fui con las manos vacías de tu corazón, no quería llevarme nada, quería quedarme contigo, qué poco duró todo, que poco amor tuvimos.
A veces lloro y no paro de llorar, lo tengo que hacer, tengo que ahogarme en llanto, no puedo dejar de hacerlo, pierdo la esperanza de todo, pero aún sigo viviendo, aún tengo este motivo, mi motivo, no sé cuál sea, lo acabo de inventar, pero tengo que seguir adelante, ¿cómo es que el amor me desgarra tanto? - es que no es amor - me respondo todos los días.
Hoy al despertarme le pedí a Dios, por ti, por mí y por este sentimiento que aún no se borra y si ya se borró aún lo siento vivo, le pedí para que te vaya bien, que tú estés bien.
Los sentimientos no son realidades si no temporalidades, te voy a olvidar completamente, no puedo permitirte que sigas siendo dueño de mí, no quiero, no debo, eras dueño de mi estado de ánimo, de mi sonrisa, eras dueño de todo lo que significaba el amor, cuando me fui y no me buscaste pude encontrarme, qué caro costó encontrarme.
Ya me fui y no te hago falta, ahí me di cuenta que todo estará bien, también leí esta frase y no podía dejar de pensar en todo lo que sentí.
"Y le dije, adiós; hasta nunca; y en silencio le deseé que fuera feliz, que encontrara el amor, ese que tanto le falta y que a mí me sobra. Y luego le pedí al cielo por él, pero más por mí, porque era yo quien más lo necesitaba." - Lucía Herazo
Algo más tendrá que pasar o quizás ya no, quizás todo fue suficiente y esta sea la última vez que escriba sobre el olvido y el desamor, quizás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario