Hace algunos años tenía la necesidad de apuntar todo lo que me pasaba, era una suerte de recordatorio de las cosas buenas que sucedían, sentía que el corazón se apagaba y las volvía a leer, he tardado mucho en borrar todas esas notas, alimenté ese vacío con objetos, gente circunstancial y con muchos recuerdos, pero todo lo hice mal porque aún así no olvidaba, pero era un proceso y aunque ese proceso duró más de la cuenta me enorgullece decir que ya todo pasó, que esos apuntes ya no están y que la canción que me anudaba la garganta ya no tiene esa misma sensación.
Hoy escucho canciones y ninguna me recuerda a nada, es una especia de borrón y cuenta nueva, entonces caí en cuenta que si existe eso, que si logras eliminar recuerdos, por muy buenos que hayan sido todo se borra y sigues adelante con vacíos, pero sigues y lo mejor (eso creo) de todo es que no quieres regresar.
Podría decirte que lo logré, que este escrito es para ti y que hace casi un año ya nada es lo mismo, pero esta vez no escribo para nadie, solo para mí, quiero volver a leerme y saber que lo logré, que no importó cuánto duró todo, se logró y eso ya estaba bien.
Voy a cambiar el play list que tengo porque ahora mismo voy a entrenar, aunque antes de irme quiero terminar de escribir: “pero de algo estoy completamente segura, ya nada nunca volverá a ser como antes y eso suena bien, porque traerá abriles más bonitos.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario