sábado, 19 de diciembre de 2020

Probablemente es hoy

No tengo nada que ofrecerte por ahora, no quisiera ninguna explicación o alguna respuesta a todas las preguntas que en algún momento te hice porque sé que me dirías: "tú sabías" y un balazo dolería menos a esa respuesta estúpida, y en la que siempre te excusas.

No tengo que reclamarte nada, porque no somos nada, lo que alguna vez fuimos, tú te encargaste en destruirlo, el inmenso amor que te tuve, se fue, como se va el verano, el invierno y el otoño, se fue entre palabras, lágrimas y quizás mucho dolor, porque muy en el fondo no quería irse, gritaba para quedarse, pero no hiciste nada, tal vez esa haya sido la mejor solución.

Te fuiste con este año, te estás yendo con el, no siento nada, pero tengo dudas, preguntas, a veces te recuerdo, otras no mucho, a veces te pienso y te extraño y tal vez hasta te quiera para un para siempre, pero después te alejas, no de mí ciertamente, si no del recuerdo que construí, de la nobleza de mi corazón, de mis pensamientos, te vas del todo y ya no regresas, creo que eso es lo que siempre quisiste y como en todo, te estoy dando gusto.

Desde que nos separamos he intentando no hablarte, dejarte de lado y olvidarte, podría decirte que lo logré, pero no tiene mucho sentido, sé que no te interesa y eso ya basta para seguir adelante, fue duro, fue un viaje, muchas salidas, seguir mirando al cielo, pedirle a Dios entre lágrimas que me permitiera olvidar, perdonar y sobretodo dejarte ir, pero a veces el corazón se empecina, el alma rota no quiere volver a juntarse, las películas y las series ya no eran las mismas, la reflexión seguía siendo ser fuerte, pero no podía, escuchaba la misma canción que me rompía una y otra vez, solamente para volver a llorar, porque lo necesitaba, porque eso quería, me quedé dormida pensando en qué hice mal, pero no obtenía respuesta.

El tiempo ciertamente pasó y no hiciste nada por recuperarnos, porque éramos dos y ahora estaba yo sola en la orilla esperándote, ahí caí en cuenta que nunca me quisiste de verdad, que es por eso que los girasoles, la cena, el collar de mariposita y las cartas nunca llegaron, porque tú no quisiste volver, y entonces yo seguí, porque no tenía de otra, ya había sufrido lo suficiente como para seguir amando un recuerdo que nisiquiera se acordaba de mí.

Hoy probablemente sea la última nota que escribo en tu nombre, y aunque sé que no te importa, yo estoy bien, no te diría mejor que antes, porque no lo sé, hay gente que se fue, que quisiera que vuelva, yo cambié y te dejé de querer, y aunque quizás eso haya sido lo mejor para los dos, mi corazón no lo quería hacer, mi corazón quería seguir explotando de amor por ti, quería seguir amándote y soñar que algún día despertaríamos juntos, no pasó, no pasará y eso está bien, ya lo entendí.

Así como el amor llegó, también se fue, porque aunque no quería que así fuera, la vida tenía que continuar, y ya no estabas en ella, este año nos dio el golpazo en la cara, y me di cuenta que podía estar sin ti, que ya no te quería y que te dejaba ir, te dejaba como quien deja su tesoro más preciado, te dejaba con dolor, pero con el sentimiento de saber que hice de todo para que eso no pasara, te dejaba como última prueba de mi inmenso amor, tal vez hoy sea el verdadero adiós, pero el adiós para siempre.



 

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