Ayer tuve un día de mierda, fatal, difícil, no sabía si llorar, reír o dormir, opté por lo último, lógicamente pero tenía que llorar, hay tantas cosas que quisiera expresar, pero no puedo, tal vez por creer y creerme que soy la más fuerte, no debo de creer eso, si no que tengo que afrontarlo, debo de ser fuerte, en cualquier otro momento esto golpearía tantas veces, que pensé que podía soportarlo, al fin de cuentas todo era mi culpa, yo había elegido este destino, destino del cual puedo y debo irme, per aún no lo decido. ¿Quién puede decirme que está mal? ¿Quién puede reprimirme por sentir todo esto? me contesté en silencio y dije nadie, absolutamente nadie podría juzgarme por amar, por querer o sentir, pero es que también lo quiero libre, que sea él, que no deje de ser él, que siga volando, que siga queriéndome tanto como hasta ahora, tal vez me equivoque, tal vez no sepa qué decir, puede ser que sí, puede ser que yo me vaya antes de tiempo, puede ser que ya deba de irme y no seguir postergando esta despedida, tengo tan claro lo que quiero y quedarme sería un plan fantástico, pero él se llevaría todo, me dejaría con la nada y volvería a irme así como vine, destruida, solitaria y volver a afrontar tanto dolor no es mi pasión favorita, he llorado unas cuantas veces por todo lo que siento, me he sentido despojada de sus sentimientos, desterrada de su corazón, no he sentido, he tratado de no sentir, he querido irme en infructuosos intentos y aunque su amor si sea real, no es como el que yo quiero, no es como lo pretendo, no me ama, y si lo hace, lo disimula tan bien que no me doy cuenta, puedo sentir muchas cosas y esas deberían quedarse para mí.
Estoy herida, me he cortado un ala de tanto amar, me he quedado en intentos fallidos, quise irme pero no pude, duele, mucho, demasiado, cierro mis ojos y lo imagino, siento sus manos levantándome, necesito verlo por última vez, abrazarlo y volver a cerrar a mis ojos, regresar a mi cama y sentirme dormida, cuántas veces hemos perdido por no saber pedir o decir: "quédate aquí" ¿Cuántas veces?
Me cargo la vida con este sentimiento, espero tener el valor, la hidalguía de mirarte a la cara, cogerte la mano, fijarme en tus ojos, besarte y no soltarte.
¿No te quiero? - Yo te amo- ¡Acaso no te has dado cuenta! me inquieta saber que piensa, uno de esos tantos días en los que estábamos juntos, le estreché la mano y le pregunté: ¿Cuándo piensas en mí, que es lo primero que se te viene a la mente?, me miró con esos ojos oscuros y sus gestos de bondad, me dijo en una sola palabra lo que le pedí "tranquilidad".
Decidí mirarlo y besarlo nuevamente, había entendido su mirada y sentía ese amor en sus manos, sentía como me miraba, como me besaba, pero también muy en el fondo valoraba cada momento a su lado, porque siento que son los últimos, decirle adiós a alguien que amas, duele no sé si mucho o poco, pero duele, tal vez demasiado, la consecuencia de esta decisión no te permite ver ningún día lindo, tal vez dure mucho más de lo que piensas, tal vez no haya soledad que aplaque, pero también es bueno sentirse bien con uno mismo, eligiendo y tomando decisiones que no necesariamente te gusten o te hagan más feliz, pero que sea lo correcto.
Yo me tengo que ir, infiltrándome en sus sentimientos, yéndome sin que él se de cuenta, extrañándolo por las noches, abrazándolo mentalmente, focalizando mi mente en otras cosas, en otros lugares y en muchas actividades, aunque siempre piense en él, lo extrañe y quiera volver, debo definitivamente de tomar una decisión que aplaque estos días de dolor, que aplaque esta tonta fantasía y esperanza que aún alberga mi alma, tonta aquella que no se enamoró con locura, pero más tonta aún la que se sigue quedando aunque la quieran pero no la amen y sea ella la que ame.
Aunque te insista por favor, permíteme irme, aunque te suplique por amor, deja que me vaya, tal vez no sea lo mejor ahora, pero dejaré de llorar y sé que no te gusta verme así, decepciónate de mí por no seguir luchando, perdóname por irme y aunque no tenga el valor de decirlo, te amo, tal vez te ame con el alma siempre, te amaré, de repente nunca te olvide, tal vez determine irme y no puedas detenerme, pero evidentemente es lo más sano, lo que mejor debo de hacer, lo que tal vez no quiera porque lógicamente te amo, pero que no permitiré seguir sintiendo todo esto sola.
Necesito encontrarme al fin, gracias por detener mi caída libre, por compartir tantas horas, tantas miradas y todos esos sentimientos que juntos creamos, gracias por sentir conmigo, por abrazarme, por besarme, por enseñarme a amar, perdóname si me voy sin avisar, tal vez sea lo mejor.

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