lunes, 23 de diciembre de 2019

Dos mil veinte

En el afán de no quererlo más, siempre vuelvo, entonces para no lastimarme he decidido dejar de buscarlo y no es que sean encuentros, todo está en mi mente, aún me persiguen los sueños de estar juntos, pero nadie merece tantas oportunidades, no soy quien para decir qué mereciste o que puedes merecer, lo único que tengo claro ahora es que debo dejar atrás su recuerdo, pero de verdad, dejarlo ir, permitirte salir de mi vida, pero en serio, sin bromas o titubeos, pensando que todo tiene que cambiar, dándole un giro al sentido que ya había puesto de su lado.

Hace mucho leí "qué triste conocer al amor de tu vida y tener que dejarlo ir", eso hice, aunque sé que fuiste feliz, no fue suficiente mi amor, no digo yo, porque sé que lo di todo y me fui llena de esperanzas, de esas que te llenan de paz y quizás de tristeza, porque hay un tipo de tristeza inexplicable cuando terminas del todo con alguien a quien quisiste tanto, y digo quisiste, porque mi amor se ha ido transformando con el pasar de los días, los meses y la vida, ese amor que juré para siempre hoy viene a despedirse, aunque quizás ya muy tarde para decirlo, pero es verdad, había que sanar ciertas heridas, tenía que cerrar ciclos y recuerdos y hoy siento que ya es tiempo de decir adiós.

Ese tiempo que me tomé, es el mismo tiempo que te esperé, no llegaste, entonces con tu ausencia entendí que tampoco era importante, no quiero que te sientas mal al leerme, porque sé que a veces lo haces, quiero que no pierdas la costumbre de saber que a veces hablo de ti, que te recuerdo con cariño, con el cariño del primer té que tomamos juntos, con el cariño de sabernos perdidos.

Nunca he desorganizado mi vida tanto como ahora, y la desorganizo solo para poder establecer prioridades, de esa lista ya te saqué y acomodé mis sentimientos también, me libraré quizás de muchas más noches en donde no paraba de escribir, pero de algo me di cuenta entre esas idas y venidas, también escribí, pero ya no para ti, me ilusioné, me enamoré, me volví a entusiasmar, y eso permitió también poder decirte adiós, me pongo a llorar, quisiera ser más fuerte, quisiera que nunca te hubieras ido.

La última vez que te vi, tenías el cabello despeinado, lo arreglé y no quise llorar, lo hice todo muy rápido, me despedí de ti, como quien se despide de un amigo que volverá a ver con el tiempo, eso siempre fuiste para mí, después de ser el amor de mi vida, no dudes por favor que si tendría que darte mi corazón para que sigas viviendo, no lo dudaría ni un segundo, me extendiste la mano para pedirme que esté tranquila, lo estaba y lo estoy ahora mismo, pero tengo muchas preguntas aún cuestionándome, no me acuerdo de más detalles, porque he intentado borrarlos todos, de hecho intenté borrarte de mi vida, quería que desaparecieras porque me hincabas y dolías, me apretaba el pecho de pensar que ya no estarías, fui egoísta conmigo misma, no quería dejarte ir también, no quería que te vayas, pero te dejé ir como última prueba de amor, no sé quien podría definir ahora mismo el amor, si te veo, quizás seas tú la explicación.

He llegado a pensar que volverías, no lo hiciste y si lo haces, ya no estaré, de eso puedo estar segura

No hay comentarios:

Publicar un comentario