lunes, 30 de diciembre de 2019

Imperfecta


Yo no creo en estas cosas, nunca las he creído, pero mi loco corazón quiso intentarlo todo, una de las cuatro preguntas que hice fue sobre nosotros, sobre ti y sobre lo que nos pasaría, todo en una pregunta, ¿que pasará contigo? Me dijeron que me querías y respetabas, pero que no nos quedaríamos juntos, que no eras el amor de mi vida, que tampoco era el tuyo, ya había perdido todas las esperanzas, pero quedaba alguna y esa respuesta me quitó aún más la ilusión, aunque dicen que el futuro lo forja uno mismo, ¿de qué futuro hablo a tu lado? Qué puedo pedir si tú no quieres quedarte, es más, he perdido una pregunta valiosa de un cuestionario en el que no debiste estar, mi corazón loco aún sigue preguntando por ti, me siento a veces a leer una de las notas que me dejaste, escucho la música que nos gustaba y lloro, descontrolada y desesperadamente, lloro porque sí, porque no hay que darle explicaciones al llanto, que salga, que se vaya, así como quisiera que todo el amor que siento se vaya, pero aún no lo hace.

“Vive el momento” eso me dijo, revolotearon miles de preguntas e ilusiones por mi cabeza ¿qué vivo? Si ya no estás, qué hago si preferiste irte.

No quiero parecer repetitiva, pero escribir me ha salvado y no lo voy a dejar de hacer, no quiero, no puedo.

Me sentía a salvo contigo, eras todo lo que necesitaba y me hacía falta, eras la cordura de mi locura, ¿por qué no? ¿Así como yo habrán otras personas que se pregunten esto también?

He escrito sobre todo lo que he sentido, sobre la culpa y el remordimiento de no haber hecho más, sobre lo cansado que es querer tanto a alguien y no saber si se quedará para siempre, sobre mis expectativas, sobre lo imposible de esperar algo que no pasará, sobre esa casualidad que nos llevó a estar juntos tanto tiempo. He escrito sobre todo y todo me ha dolido, menos tú, tú no has dolido, siempre que pensé en ti se iluminaban mis ojos, así como cuando los viste por primera vez a tu lado, así como cuando no sabíamos que hacer y éramos ambos los que decíamos y planificábamos que todo saldría bien, entre todo este lío de sentimientos, pensarte me hace bien.

Me habría arriesgado, solo si hubiera sabido que serías tú el que se quedaría para siempre, me arriesgué tanto tiempo que daría igual si era uno o dos días más, contigo nunca tuve dudas, no las habría tenido, habría sido yo.

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