lunes, 21 de marzo de 2016

Él

No había sentido este palpitar, con tan solo una mirada, esos ojos que apretaban mi sonrisa, que si bien es cierto, las merecía todas, me había hecho feliz y eso era complicado, muy difícil, yo no quería amarlo, y él tampoco quiere amarme a mí, pero nació, se dio, creció, soy su aroma perfecto, sus manos se entrelazan perfectamente con mis abismos y mis vacíos, los llena todos, escribe para mí, las últimas canciones que me dedicó fueron las que cantaré incansablemente, su enojo, sus sonrisas, todo me pertenece, y al mismo tiempo no, he aprendido - solo con él- que ese es el amor, la libertad, el sentimiento de querer que únicamente sea feliz, jamás sobrepasar esos límites de privacidad, he aprendido con él, que lo amo, que me ama, pero que no puede ser. ¿Por qué? - No merezco eso, lo merezco a él, capté la idea desde que lo conocí, fui parte de ese juego, desde siempre, me ha seguido en mis peores días, nunca me ha faltado nada a su lado.

Cuando lo beso, cierra esos ojos chiquitos y siente toda mi pasión por esos labios rojos carmesí que ansío todos los días, su cuerpo, me ha pertenecido en noches inacabables, me he entregado de la manera más pura, solo con él, con él nada más me he sentido mujer, me besa de una manera desenfrenada, arrancando mi cordura, conquistando mi lado más puro, es que mis sentimientos son puros y absolutos para él, quise olvidarlo con otros labios, con otras manos, con otros ojos y no pude, no permitía que otra persona, sea quien estreche su cuerpo con el mío, me negaba esa dicha, y es que él mejor que nadie sabe que merezco algo mejor, porque ha trabajado en mi alma, conmigo misma, ha mejorado y me ha elevado al mayor placer, con él he aceptado mis peores errores y me he sentido demasiado linda, nos hemos dormido juntos, por horas, por días y su corazón malvado aún no se ablanda, no acepta que no puede burlar este sentimiento.

¡Me quiero ir! pero no puedo, no quiero, él sabe que quiero un amor que perdure, que se quede, que me prefiera a mí una y otra vez, no que venga y no sepa si se va a ir o va a volver, quiero que permanezca, pero tampoco quiero que él me deje, porque no lo hace, porque él tampoco quiere.
¡Cómo pude enamorarme de él! - Yo sabía- siempre me lo repito, me duele hasta lo más profundo, pero después atino a no pensar en lo que pasa, solo lo disfruto, y no solo su cuerpo, su alma, él es perfecto para mí, ama mis ojos, me mira como nadie nunca me había visto, no me quiere perder, no me lo ha dicho, pero lo siento, con sus acciones me pide que me quede, soy parte de su vida, no me quiere compartir, pero y aunque no lo quiera, sé que me equivoco día tras día, pero con él he vivido cosas que con nadie las viviría, y tal vez sea porque yo no lo quiero así.

Me alegra saber que él ha venido por mí, que no me deja, que sabe de mis sentimientos y aún se queda, vivo equivocada con este sentimientos, lo extraño tanto, quiero sus tardes y sus días, pero he entendido que debo de manejar inexorablemente mis sentimientos, no puedo seguir pensando que lo necesitaría para ser feliz. He cambiado eso, nadie es indispensable, pero como siempre lo he dicho, yo lo elijo, aunque sea mi mal, mi droga favorita, mi amor eterno, porque he entendido que es el amor de mi vida, que me enamoraría de cualquier otro hombre, pero ninguno como él, es mi primer amor, aunque juegue conmigo, aunque sus palabras no sean para mí, aunque su amor ya no lo quiera, y es que debo de pensar eso siempre, que yo no quiero ese amor, aunque en lo más profundo solo quiero quedarme a su lado, aunque mi último yo quiera que él se quede, que nunca se vaya, poder coger su mano y no soltarla nunca, pero he entendido aunque dolorosamente y en llanto que eso no pasará. Y lo acepto, porque lo amo, porque me amo, porque nos amo juntos.

Él aceptó las peores de mis épocas, merece estar en mi mejor momento, conoció mi lado más débil y nunca lo ha utilizado a su favor, todo lo contrario, con él he superado mis miedos, con él he tocado el cielo, en sus labios, en su espalda, con sus manos, nunca se desapareció ese amor, me he quedado con él, lo elijo siempre a él, aunque muera lento este amor, porque se va a ir, y solo quedará el recuerdo de lo que pudo y no fue, la luz de sus ojos son mi mejor reflejo, el amor entre nosotros se ha disfrazado de cariño, de consideraciones, dándome una que otra estocada que me llevó a la muerte en febrero de este año, resucitándome con sus besos, con sus caricias, dándome siempre ese amor leal, desmedido y abrazando mis sueños como si fueran suyos. Por eso no puedo dejarlo, porque él es el amor de mi vida, solo con él me he sentido realmente abrazada, son sus besos, sus manos, solo él, y lo acepto todo porque no me daña, porque no me juzga y porque lo amo.

Es él, no tengo duda, aunque se vaya y quiera quedarse, porque lo sé, porque lo siento, porque sus besos en la frente, sus llamadas en la madrugada, su manera de corresponder mis detalles, tienen una definición y se llama "AMOR", él aceptó espinas y solo ha recibido rosas, yo he mejorado notablemente con él, por mí, por él, por un nosotros, con él he tocado el cielo, con él me he sentido deseada, feliz, sonrío solo de recordar sus abrazos, sus palabras, no hay nada más que decir, yo sigo insistiendo en que lo amo, él en que se va a ir, y no importa, porque aunque se vaya, me dejara la más grata experiencia de saber y haber conocido el amor, me colocó en medio de dos mundos, despertando con su sonrisa, haciéndome feliz con un mensaje o una palabra llena de amor, sus tardes eran mías, la magia que nos unía la podía ver cualquiera, somos como esas relaciones que todos quieren tener, porque su mirada es mía y la mía es completamente suya, lo amo de manera desmesurada porque se ha ganado a pulso cada uno de mis palpitos, merece mi amor, y me he dado cuenta de eso, porque pienso en él con cada uno de mis actos, él es mi mejor aventura, mi inspiración, por eso me he dado cuenta que lo amo, porque no se ha ido, porque aunque los dos decidimos decirnos adiós, porque secó mis lágrimas con sus manos, y quisimos irnos, volvimos, porque va más allá de lo real, yo no tengo fe ni esperanza a que él cambie de parecer, solo quiero estar a su lado, nada más, con sus abrazos, sus besos, con su piel, lo siento, me siente.

Quisimos, no pudimos y si eso no es amor, no sé qué concepto puedan darle, yo no le he encontrado definición, pero son sus brazos el lugar en donde me quiero quedar, por unos días, meses o tal vez años. Y yo sabía, que me despedía, sabiendo que no quería irme, por eso... Volví.

No hay comentarios:

Publicar un comentario