Cuando siento sus manos no sabría describir ese sentimiento que emana mi sangre, nadie podría creer como se puede amar tanto a una persona, no amo un recuerdo de lo que fue, porque siempre ha sido, él se quedó, nunca se ha ido, no desistió en mis reproches, respetó mi decisión de alejarme y aceptó mi misma decisión de volver, porque también me quería a su lado, le exclamé que no quería quererlo y solo atinó a decirme que yo merecía algo mejor, pensé profundamente "Ya sabía eso", pero no quería esa respuesta, yo quería que me dijera que él era esa persona que yo tanto buscaba, que no quería dejarme ir porque también me elegía, no sucedió textualmente así, pero él también volvió a mí, no me dejó ir de una u otra manera.
Lunes 05 de enero
Me había levantado más temprano que de costumbre, me puse esa blusa azul que contrastaba con mi piel, unos pantalones jeans y unos zapatos altos de taco, creo que estábamos en verano, llegué con el cabello alisado a la primera cita con el que sería el amor de mi vida, no tenía planeado eso, pero pasó, como han pasado tantas cosas, me miró sigilosamente, estiró su mano sacándose unas gafas de sol (sí, si era verano). Sonreí por verlo, siempre ha causado esa sensación en mí, pasé a verlo y conversamos de lo mucho que nos había pasado, de viajes, de citas, de amores, me vio y se paró, me dio un beso en la frente, me abrazó fuerte y me dijo: "Ven".
Yo lo seguiría a donde fuera, a donde el me pidiera que vaya lo seguiría, le di mi mano y pasamos por uno de esos tantos supermercados, compró muchos dulces, bebidas y unas hamburguesas, me quedó mirando y me dijo: "Quiero que conozcas un lugar", pensé fríamente y solamente le estiré la mano nuevamente, con esa señal, le decía que sigamos, me llevó a un parque, nos sentamos, quería hacer una cena romántica pero mirándonos los dos nada más, nadie había hecho eso por mí, o era un gran conquistador o realmente me quería tanto, me miró fijamente y me plantó el beso más profundo que nadie en mi vida me había dado, lo miré y solamente lo abracé, no podía hacer otra cosa, su mirada suave la tengo aún impregnada y creo que aún permanecerá ahí, pegada por un tiempo más, me pidió que nos echáramos, yo me sentía en una película de esas de amor que crees que nunca te va a suceder, pero me pasó, cogió mi mano la entrelazó con la suya y me dijo: "Calzamos perfecto ¿Quieres ser mi novia?" - Me quedé inmóvil, no sabía que decirle pero mi corazón me gritaba que sí, lo vio en mis ojos, en la palma de mis manos, yo reía a través de sus ojos, fue un sí lógicamente, mi corazón fue tan feliz.
Una historia más
Era imposible no sonreír a su lado, me miraba de la manera más tierna, tenía una palabra llena de amor siempre, aunque me equivocara estaba a mi lado, no me quería ir, quería quedarme a su lado, pero como nada dura para siempre y el amor está entre uno de ellos y todo era demasiado lindo para ser verdad, no perdí oportunidad para victimizarme también, es una lógica femenina que nunca debería de utilizarse, si no te quiere debes de irte, no debes de perder dignidad en ningún aspecto, por ningún motivo, pero ahí iba yo cegada por el amor, buscando a dónde se había ido el hombre del que me enamoré, no podía creer que cambiara tanto.
Terminé, no soportaba su indiferencia y me fui, pensando que nunca más lo volvería a ver, eliminé de mi vida todo recuerdo, no importaba si era o no bueno, no quería saber nada de él.
Mi boda
Había conocido un buen hombre, me iba a casar, no lo amaba, pero él era tan bueno, que merecía mi amor y mi respeto, ese es el problema en todo, me casaba porque él me amaba, porque él era el creador de esa historia que llamábamos "nuestra", recibí una llamada bastante inusual, mi sobrina venía con una caja, era un collar de plata, que tenía grabado un "Cinco" atrás y una tarjeta que me decía "Espérame", entre una de mis tantas conversaciones con el que fue el amor de mi vida, le pedí que me regalara un collar, una pulsera, o una cadena que tenga grabado la fecha en la que todo había sido felicidad, nunca me la dio.
Nadie sabía de él, pensé ¿Cómo sabe que me voy a casar, o por qué me hace esto? tenía esa llamada aún esperando, era él. Le contesté nerviosa, llorando, porque después de ocho años recibía un regalo que había esperado tanto, con mi voz entre cortada le pregunté ¿Por qué me haces esto?, me pidió que saliera, que lo viera, que estaba ahí, que quería desearme lo mejor para mi matrimonio, le pedí que se fuera. Subió
Lo tenía en frente una vez más, no sabía que hacer, corrí a abrazarlo, me vio, me besó, me sentí infiel, pero era el amor de mi vida, no podía hacer otra cosa, me miró tiernamente con esos ojos que siempre me enamoraron, tenía esa mirada triste que no me gustaba, me abrazó tan fuerte y me susurró "Por favor, quédate." En mi cabeza habían demasiadas preguntas, quería saber por qué cambió, porque me dejó, porque no luchó, en ocho años de separación me di cuenta que mi amor seguía intacto, me empezaban a llamar, mis tías gritaban mi nombre, mi sobrina me llamó, no sabía que hacer, aún tenía su pregunta en mi cabeza, lo tenía a lado, veía esa nariz que me encantaba, esos ojos color café que me volvían loca, abracé esa espalda que nunca quise soltar.
Yo solo le respondí "No me quiero ir, de tu lado, nunca más"
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