viernes, 15 de abril de 2016

Gonzalo y mis expectativas

He llegado a la conclusión que no hay persona más importante en tu vida que tú mismo, y eso después de infructuosas relaciones amorosas, ilusiones ópticas de algo que podía llamarse amor o que se parecía mucho a eso, yo que he tratado de ser una mujer sensata en todo el esplendor de la palabra, tal vez ese fue mi error, no luchar por lo que quería o redimir ante alguna orden, o sentir que ya no valía la pena, cuando la vida debe de ser una constante lucha y eso lo he entendido después de algunas perdidas, una que otra derrota, y después de haberlo entregado todo y no haber recibido nada, y de eso se trata la vida de apostar, de perder, aunque no he vivido mucho estoy segura que voy por el camino correcto.

Gonzalo

Lo conocí en un mes de verano, suavecito, con mucha luz, él es luz, tiene esa característica en particular, tiene esos ojos que me llevan a la locura, su piel blanquecina y su sonrisa un poco cortante, tiene un aspecto de hombre malo, de ser el propio piloto de su vida y eso me gustó, aunque caí rendida ante su nobleza, sus gestos de cordialidad, su manera de ser, su forma de transmitir vida, es eso, él era el hombre que necesitaba y ese era el gran problema, porque todo esto del amor te vuelve loco, te fastidia, te acongoja y te golpea contra una realidad que no querías ver, podía ser por él muchísimas cosas, dejé de ser la niña cándida a su lado, me sublevé a sus encantos, me ilusioné, tontamente me ilusioné, quería que se quedara, pero como nada es para siempre y las cosas que siempre suelen ser muy buenas duran muy poco, él aplicó esa teoría y se fue, ¡Qué difícil! 
No me enamoré, eso lo tengo muy claro, pero me ilusioné muchísimo y él apoyaba esa ilusión, él seguía dándole cuerda a una loca que se había encontrado con el hombre perfecto, pero como no sería perfecto si le gustaba leer lo que escribo y eso tal vez fue lo que me gustó de él, muy aparte de sus ojos y esos labios que cuando los veo solo quiero besar, quería decirle a él estas líneas que ya había escrito:

"Quiero que sepas que te espero hace mucho, me he equivocado tanto, que sé que si existes estás destinado para mí, te haré notas y las dejaré en tu escritorio, te llevaré chocolates, globos y mucho amor, no es sencillo amar tanto, también quiero que no nos amemos, que sepamos vivir el uno sin el otro, no será sencillo desprenderse, pero siempre será lo mejor, yo no quiero un amor que dependa de mí y tampoco depender de un amor, quiero ser feliz a tu lado, pero no solo por ti y también espero que suceda lo mismo contigo, que me ames tanto, que seas feliz, pero que puedas vivir sin mí, respetando mis espacios, siendo feliz con todo lo mío, no me pidas que no le hable a mis amigos, respeta a las personas que escojo y valora mucho a las que me rodean. "
(Extracto de "Carta al amor de mi vida")

Se supone que él sería algo así, que yo estaba segura que quisiera quedarse, pero se fue, pero esta vez si me avisó, me dio un argumento tonto, nada sólido y no hice nada más, ya no podía luchar, estaba cansada, no quiero hacerlo, pienso ahora mismo en una frase "No quiero a una persona a la que tenga que pedirle que se quede, si no que por voluntad propia decida seguir conmigo" el sentido de esa frase, también le dio sentido a lo que sería mi vida sin él, podría parecer exagerado, pero yo generé demasiada expectativa con él, y eso me da pena, por mí misma, por lo que pensé, pero no importa y tal vez solo tenía que conocerlo, solo tenía que saber que si habían hombres así, como él, demasiado buenos, que sientes que no puedes hacerle daño, yo no podría hacerle daño nunca, lo veo y me rompe en dos, su sonrisa, sus ojos, su aspecto, su nobleza en el aire, es demasiado caballero, no merece sufrir nunca, él no. Yo sí, tal vez, porque la vida debe continuar, y yo he aprendido eso, tal vez y él nunca lo sepa pero haberlo conocido me salvó de una soledad profunda, esas llamadas por horas, sus historias incontables, sus amores truncos, sus malos ratos, esa sonrisa tonta que hacía que me olvidara de lo que hablara, no le prestaba atención a la conversación, pero podría cerrar mis ojos y lo veo, observo esas facciones muy marcadas, sus ojos, sus cejas, sus pómulos hundidos, sus labios rojos carmesí, esa sonrisa, sus gestos, su nobleza pura y su intención de contarme todo, con él apareció una nueva yo y se lo agradezco, conocerlo fue generar esa química brutal con alguien a quien habías conocido antes pero que no te importaba, me sentía acompañada, le hablaba y seguía mi historia, le dije "Te quiero" y no miento, y es que el amor no es tiempo, es solo sentimiento, con él podía perder el sueño, pero despertar contenta, veía esas horas invertidas entre historias y cuentos.
Tan fuerte fue esa atracción que decidí pedirle que durmiéramos juntos, entre besos y abrazos, de esos que necesitaba, pero que elegía que sea él quien me los diera, podría haber elegido a otro, podría haber buscado, pero lo quería a él, es que esa nobleza que escribo si existe, y es él, aunque se molesta mucho, reniega demasiado, pero su sonrisa apacigua todo, es demasiado todo esto, pero no hay otra forma de explicarlo, le estoy escribiendo más líneas de las que pensaba, pero lo que me dio lo vale, sus manos, su cuerpo suave, su piel blanca y sus cejas pobladas negras como lo más oscuro, le he contado lo que a nadie, le he dicho de mis miedos y temores y aún sigue quedándose, aunque de otra manera, porque entre él y yo ya no hay amor, solo hay esa química que será difícil de cortar, esos sentimientos aún los tengo revueltos, pero tantas cosas me han pasado, que estoy tan segura de poder olvidarlo, poder dejarlo ir y es que a veces es necesario y tal vez tenga razón "merezco algo mejor" y aunque a veces extrañe esa voz y esa risa que contagiaba paz, podría superar cualquier cosa después de esto, después de él, tal vez me equivoqué yo también, y aunque no era una carrera de caballos o una apuesta por el premio mayor, sus besos lo fueron, sus manos y sus conversaciones por la noche, la inspiración que me brinda para seguir escribiendo y esas respuestas a las tres de la mañana valieron todo lo que estoy sintiendo ahora. Él lo vale y aún no se da cuenta, tal vez llegue alguien mejor para él, quien sabe y nuestro destino no era estar juntos, solo conocernos y  ya, o tal vez me precipité y no debí de pensar en dedicarle una carta al amor de mi vida, o tal vez la vida lo dispuso así, no me disculpo de nada, lo que viví fue grandioso y seguiré diciendo que él, solamente él lo vale y lo merece.

Escuchen esta canción, describe todo lo que pasó (click aquí) 


No hay comentarios:

Publicar un comentario