domingo, 24 de mayo de 2020

Setenta días después


Hace 70 días que inició el confinamiento y no recuerdo muy bien como era mi vida antes, es más creo que la de ahora me gusta mucho más, solo quiero saber si recordaré manejar, porque me costó mucho soltar el miedo a las transitadas calles limeñas como para que la cuarentena me hiciera olvidar ese proceso. 

Hace unos días hice compras, quería sonreírle al chico de la caja y no podía, ambos teníamos el cubre bocas y solo atiné a agradecer, caí en cuenta que de verdad todo cambió, hace 70 días que las conversaciones ya no son las mismas, que la gente a la que frecuentaba ya no la veo, que los pocos amigos que decía tener fueron los que se quedaron, 2 o 3, porque con las personas del trabajo siempre debo de hablar, la posición de los chats frecuentes cambiaron en mi WhatsApp, pasé de hablar horas con alguien a absolutamente nada, pero el trabajo abruma y ya nada duele.

No sé si sea el peor año para toda la humanidad, para mí no lo ha sido, enero lo viví porque era mi mes de cumpleaños, febrero pasó sin darse cuenta y lo demás ya es historia conocida.

Día 70 con mi familia, no quiero pedir nada más. 

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