martes, 29 de marzo de 2016

Mi amor más fiel

Era algo tarde, siempre despertaba tarde, usual en mí, pero sentía sus manos, su olor por la mañana, el café que tomaba, su perfume, su aroma a miel, me encantaba olerlo, que me diera un beso en la frente, que me contara de sus días, odiaba la gente que le hacían daño, no podía permitirlo, no quería verlo sufrir nunca, había hecho tanto por mí, llegué a la conclusión que él era el único hombre que podía amarme sincera y fielmente, es mi mejor guardián, nunca nadie me ha visto con esos ojos.

¿Qué haría si se va? No sé si moriría, creo que no, tal vez sí, pero se me hace un nudo en la garganta pensar que algún día tendré que despedirlo, acompañarlo hasta el final es mi misión, pero a veces me equivoco, soy mala, no soy educada, lo hago renegar, lo hago llorar, le digo cosas que no debería, pero él está ahí, me perdona, me quiere, no me restringe nada, me ayuda, me abraza, no estoy sola, porque esta él, ya tengo la respuesta a esa pregunta: ¡No sé que haría! me volvería loca tal vez o afrontaría mi mayor pérdida sabiamente, entendiendo que así es la ley de la vida, que nacemos, crecemos, nos reproducimos y que la muerte llega en ese momento determinado, que nos tenemos que ir, que debemos de despedirnos, algunos más temprano que otros, o antes, o tal vez un poco tarde, dejando ese vacío que nadie podría llenar, es que es él.

El único que me ha amado inconmesurablemente, nadie distinguirá ese amor, solo yo, nunca nadie entenderá porque lo amo tanto, y es que el me ama aún más a mí, no lo merezco, no soy tan buena como parezco, cometo error tras error y el me extiende la mano como siempre, como nunca, jamás me va a dejar sola.

Tantas veces ha hablado maravillas de mí, y un día antes tal vez ofusqué su amor, atraje la ira y no me quería querer, pero sigue aquí, cogiendo mi mano, amándome de la manera más fiel, es que somos piel, nos amamos de la manera más bonita, la más leal, firmes ante cualquier adversidad y es que si a él le pasara algo, no sabría que hacer.

Fue mi primer regalo, sus ojos, sus manos, sus besos en la frente, nadie podrá igualarlo, creo firmemente que no podré amar como lo amo a él, es mi mejor amigo, mi paño de lágrimas, me celebra una broma, sufre con mis penas, se alegra de mis avances ¿Y cómo no, me dice? Nadie mejor que él para amarme tanto, nadie mejor que él que me ha visto caer y levantarme.
Me ha dado lo mejor de su vida: SU VIDA, entera e íntegra, con errores y aciertos, con cada una de sus bromas que alegran mis mañanas, pidiéndome que no me ponga ese pantalón floreado que tanto me gusta, diciéndome que cruce la pista con cuidado, que quiere comprarme un carro, que quiere verme feliz, siempre y esa ha sido su consigna toda su vida, toda mi vida, hacerme feliz y lo ha logrado, nunca le he dicho eso, él ha logrado hacerme feliz en los peores y los mejores momentos de mi vida, lo pienso día a día, le recuerdo que debe de tomar agua siempre, que no me caen alguno de sus amigos.

Sus miradas de molesto las recuerdo y me río, ¿Por qué? - Y es que con él todo es felicidad- le he contado que quiero estudiar piano, violin y actuación, antes quise ser famosa, ahora ya no lo quiero, pero siempre ha buscado todo para hacerme feliz, sé que si le pedirían su corazón en un momento determinado, se lo saca, sin anestesia, sin dolor, porque es para mí, me lo dicen sus ojos, sus manos, sus acciones, lo amo siempre, nunca lo dejaré de amar, es lo mejor y más bonita de toda mi vida, nadie será como él, aunque busque, estoy segura que no voy a encontrar.

Gracias por los mejores momentos, las sonrisas, la forma de despertarme en la mañana, gracias por lo bonito y lo malo de nuestras vidas, gracias por ser mi cable a tierra, gracias por ser el único hombre al que voy a amar, gracias por todo, por cada una de las cosas, por el dolor, por el frío, por lo bello de esta vida, gracias por tus manos, por tus palabras, tu paciencia y tu amor incondicional, serás mi único y eterno amigo, contigo compartiré mi pena y mi alegría ¿Quién mejor que tú? Mereces mi amor, mi más fiel amor, mi lealtad siempre será contigo, Tú, el amor de mi vida.


Gracias por todo Papá.

lunes, 28 de marzo de 2016

El amor que no fue

Todos los días me levantaba muy temprano para salir a correr y poder escuchar música mientras pensaba en el día cargado que tendría, entre papeles y pendientes, ver las áreas verdes y sentir el aire fresco me tranquilizaban, no sé en que estaría pensando y un día salí triste, desmotivada y solo me senté en una banca al frente del edificio en donde vivía y miraba mi celular una y otra vez, tomaba muchos fotos y las volvía a mirar, las eliminaba y repetía la secuencia.
Se acercó sigilosamente y me preguntó ¿Por qué haces eso? levanté la mirada un poco molesta y sus grandes ojos verdes no dejaron que pudiera mirarlo tan mal, tenía una sonrisa estrepitosamente hermosa, una barba que alegraba mis días, desde ese momento fue mi compañero de salidas en la mañana y en la noche, compartíamos todo, silencios, ruidos, comidas, cenas, familia y secretos, sentí que no me había enamorado tanto de nadie en años, pero como nada puede ser perfecto, él venía roto, traía consigo un secreto difícil de enfrentar, me abrió su corazón a los dos años de relación y yo no sabía como decirle que lo acompañaba siempre.
Ignacio, me contó que antes de conocerme, había sido muy infeliz, su tristeza nacía desde el día en el que le dijeron que "NO" en un día que debía de tener una respuesta afirmativa y un día inolvidable, su novia de la infancia, la que sería su esposa, rechazó su propuesta de matrimonio en el altar, lo dejaron, humillado y sin pizca de remordimiento le dijo -"Lo siento, el matrimonio no es para mí."- Se fue, desapareció y el intentó hacer su vida tiempo después, me conoció unos 6 meses después, porque había perdido el entusiasmo, dice él que se volvió amargado y no llegaba a entender ¿Por qué le hizo esto? luego entendió que debía de seguir, intentó buscarla para encontrar alguna explicación, pero no lo logró, no se dio por vencido, pero ya no le interesaba. 
Cuando terminó de contarme todo, me estrechó la mano y me colocó un anillo, pidiéndome que me casara con él, diciendo estas palabras que no voy a olvidar "Estoy apostando por este amor, que no carece de nada, todo lo contrario, el amor desborda mi alma y quiero quedarme con la persona que más sonrisas me ha robado." mi cerebro automáticamente dijo que sí.
Después de la ceremonia oficial con nuestras familias, ya teníamos fecha para nuestra boda, contratamos una wedding planner porque ninguno de los dos tenía tiempo, yo quería casarme en la playa, él en el campo, decidimos hacerlo en el campo, con un gran centro para poder bailar, sería el día más lindo de nuestras vidas, el 2 de junio nos casaríamos y sería la reina de su vida.

El paseo de mi vida

Fabia, una de sus mejores amigas, nos invitó a su casa de playa en Paracas, por su cercanía al mar, es un balneario en forma de bahía. El atractivo de Paracas es un su clima, playa y las hermosas residencias que están allí. Fabia era sencilla, sincera y muy amable, aceptamos ir y pasar unos días con su grupo de amigos, porque yo conocía a todos, pero ese todos era el círculo más cercano de Ignacio.
Todo bien desde que llegamos, nos recibieron muy contentos y felices, las preguntas acerca de la boda eran muy esperadas, querían saber que DJ contrataríamos, si tendrían que ir de un solo color, si la boda sería temática, entre otras preguntas bobas pero lindas, me pareció curioso un detalle a nuestra llegada, Ignacio y yo llegamos por separado, estacionando nuestras camionetas juntas, aprecié ese detalle cuando desperté (ya entenderán).
El día dos, decidimos pasear por la playa con la moto acuática de Ignacio, fue una experiencia grandiosa, regresamos cansadísimos, pero nos pidieron que bajaramos a la parrillada que habían organizado por nosotros, no podíamos hacer ese desplante, bajamos.
Ignacio bajó antes, yo me demoré en arreglarme, estaba de espalda con una camisa blanca que le quedaba espectacular y en su mano tenía un vaso de whisky con mucho hielo, cuando lo llamé, no me miró a mí, su mirada de sorpresa cambió mi color de piel, atrás mío había una mujer. Era ella. Volteé muy rápido y su mirada con la mía impactaron, yo no sabía quien era. ¿Lo habrían hecho a propósito? 
Fabia me presentó a esa amiga misteriosa, que nunca había visto en las comidas o reuniones que iba con Ignacio, esa mujer había desaparecido tres años aproximadamente, esa mujer era la ex novia del que sería mi esposo. Claudia, así se llamaba, nunca me dijo su nombre, no lo quise saber, pero la curiosidad me mataba, perdí la orientación, la mirada de Ignacio cambió y solo la saludó.
Terminada la parrillada, le comenté si es que él estaba incómodo podíamos irnos, que yo no tendría ningún problema, es más, escuché que Claudia se quedaría solo por un día más, que tenía un viaje planeado a Escocia.
Él me dijo que no, que podía manejar el tema, me eché a dormir, angustiada y un poco compungida, pero confiaba mucho en él, así que solo lo abracé. 
Yo suelo levantarme para tomar un poco de agua, ya sea la medianoche o las 3am, Ignacio no estaba y pensé que podría haber ido a la cocina, yo fui a tomar un poco de agua, conocía esa casa tantas veces, que ya sabía a donde dirigirme, vi una silueta en la sala de star y una voz un poco ronca, escuchaba que alguien lloraba, ¡Eran ellos! estaban juntos, no supo manejar la situación, fue a buscarla, a preguntarle, quería saber que pasó al fin de cuentas, ella solo lloraba, él le extendió la mano, ella lo abrazó y él la besó.
Mi corazón se detuvo por un segundo, pero soy demasiado racional, había bajado en pijamas, descalza y no quería tener problemas a esas horas, fui a dormir y a pensar que haría al día siguiente. 
Ignacio volvió a los pocos minutos, pensó que estaba dormida, me abrazó y con un beso en la frente susurró un te amo y un perdón. No lo podía perdonar.

Día 3

Me levante muy temprano, 5:45 am aproximadamente, Ignacio seguía durmiendo, arreglé todas mis cosas y como había traído mi camioneta, podría irme sin ningún problema, no quería despertarlo, ya quería hablar con él cuando esté más tranquila y pueda escucharlo, estaba triste, desconsolada, recogía mi ropa, mis sandalias y el poco de dignidad que me quedaba por haber dormido con ese hombre que me traicionó, no podía creer que esa visita a la casa de Fabia se haya convertido en una de mis peores salidas, me había dado cuenta que Ignacio no superaba a su ex novia, que aún sentía ese amor que cuando éramos amigos me contaba, no podía creer cuánto había dudado pero aposté por ese amor, que no era a medias, era entero e íntegro, pero me falló.
Un mal movimiento y una de mis cosas se cayó, Ignacio se levantó mirándome fijamente, exclamando ¿¡Qué haces?! no le quise responder, pero tenía que hacerlo porque yo si le soy leal a ese amor, aunque quise irme sin decírselo, levanté mi mirada, unos ojos rojos, hundidos y llenos de lágrimas, susurré: Me voy.
Se colocó las sandalias y me dijo ¿Alguien te ha hecho algo? ¿Te dijeron algo? ¿Qué pasó?, no sabía si era cínico o el beso que vi no existía, le dije ¿Qué pasó? ¿Qué pasó? (dos veces) me miró un poco asustado y me dijo... ¿Sí, que pasó? - no sabía si abofetearlo o coger mi maleta e irme- me senté, tomé aire, y le cogí la mano, le dije: Ignacio, ayer por la madrugada, después de dormir, me levanté por un vaso de agua, te vi con Claudia, vi que la besaste, no quiero hablar más del tema, me voy, para mí es muy incómodo quedarme aquí.
Me miró avergonzado y sin saber que hacer, no sabía que decirme, solo lo miré y bajé mi maleta de la cama, cogí las llaves de mi auto y le pedí de la manera más tranquila que no me siguiera, que era mejor no hablar hasta que yo me sintiera mejor, era lo más racional ¡PERO NO ENTENDIÓ! me quitó la llave, me abrazó, le pedí que se alejara, no paraba de llorar, lo amenacé con gritar y no le importó - grité-

Alexis, uno de sus mejores amigos también regresaría a la ciudad, escuchó mi grito y tocó la puerta, ¿Todo bien? 
Yo: ¡No! ayúdame
Alexis: ¿Ignacio, qué pasa?
Ignacio: No pasa nada Ale, anda por favor, no te metas
Yo: Alexis, ayúdame, no me quiere dejar salir (llorando)
Ignacio: ¡BASTA! 
llegó Fabia
Fabia: ¿Chicos, qué pasa?
Yo: Fabia, ábreme la puerta por favor, me quiero ir
Ignacio: Chicos, por favor no se metan

Fabia abrió la puerta, saqué mi maleta y bajé, Alexis me seguía, me cogió el brazo y me pidió que me calmara, Ignacio no sabía que hacer, Fabia me miró y me dijo: ¿Qué pasó? por favor, no se peleen, no dije nada, quería manejar, pero sabía que no podía hacerlo en esas condiciones. Miré a Alexis, le dije: ¿Te vas a la ciudad? Llévame por favor, me miró, miró fijamente a Ignacio y me dijo, sí vamos, te ayudo con las maletas. Le tomé la mano a Fabia, le agradecí, le pedí disculpas, que hable con Ignacio, que yo no quería saber nada.
Ignacio me pidió llorando que no me fuera - debí de quedarme- lo miré tan decepcionada, que solo atiné a decirle, yo te voy a buscar, déjame ir por favor, no me quiero quedar.

La Huida

No podía quedarme, estaba destrozada, vi a Alexis como una salvación, él siempre fue un caballero, uno de los mejores amigos de Ignacio, por eso no le dijo nada, porque estaba haciendo lo correcto, me miró fijamente y me dijo "Tranquila, por favor, todo va a estar bien." No había nada más que decirle, me senté en el asiento de copiloto, creo que fue un error, abroché el cinturón de seguridad e iba pensando, lloraba a ratos y Alexis no hacía nada, creo que sentía mucha pena por mí, me miraba y no sabía que hacer, por eso no me decía absolutamente nada, era demasiado tranquilo, me gustaba la amistad que tenía con Ignacio, se conocían desde la primaria, habían estudiado juntos toda la vida, el kinder, la primaria, secundaria y la Universidad la estudiaron en España, los dos habían vivido tantos momentos juntos, que me alegraba irme con él, Ale era un tipo sencillo, muy buen mozo, de grandes ojos marrones y un cabello castaño hermoso.
No sé en qué momento perdió la ruta, solo sentía que caíamos, lo miraba, quería ayudarme, pero no podía, sangraba demasiado, su mirada se iba, le pedía que no se fuera, le cogí la mano, caíamos, solo escuchaba la canción FUN de we are young por mi cabeza y tenía ese sonidito hasta que yo también me quedé dormida.

Me desperté

Después de dos meses, me levanté del coma que había sufrido, los doctores decían que sufrí una caída encefalocraneana, no entendía muy bien que era eso, pero la palabra me hacía pensar que tenía que ver con los nervios, el cerebro, etc. Cuando por fin abrí mis ojos, lo vi ahí, sentado a mi lado, no podía mover el brazo izquierdo, dentro de todo no era malo, yo era diestra y quería escribir, antes de eso le pedí que se acercara, le pregunté porque había estado tanto tiempo y no recordaba nada, quería saber de Alexis, ¿Él también había estado en coma? le pregunté, no me respondió nada, me miró y me dio un beso en la frente, le pedí que se fuera, que llamara a mis papás, les pregunté por Alexis, nadie me quería decir nada de él.
¿Está muerto? ¿Díganme por favor? - El doctor me sedó, me quedé dormida dos días más, perdía la noción del tiempo, pero no perdía de vista lo que quería saber, no podía pararme aún, por haber estado en coma, tenía los tendones bastante rectos, no se podían mover con facilidad, me molestaba mucho que me nieguen saber si Alexis estaba o no bien, quería verlo, pedirle perdón, agradecerle, solo quería verlo. Pensé en mi celular, nadie me lo quería dar, quise buscar en redes sociales, hice de todo, pero nadie quería ayudarme, llamé a una enfermera y le pedí que me ayudara que no podía vivir así, me prestó su celular, busqué a Alexis en facebook y todos le escribían diciendo que era un ángel ¡Había muerto! POR MI CULPA, había muerto...
El corazón se salió de mis manos, le pedí por favor que me dejara llorar, la enfermera me dijo que no era lo que ella quería, me sedó nuevamente. Vivía sedada, no paraba de llorar en el alma, me sentí demasiado mal, yo también quería morir, por que yo me quedé aquí, no encontraba respuesta. Poco a poco mejoraba pero la sonrisa de Alexis seguía rondando mi cabeza.

La búsqueda

Llamé a Ignacio para pedirle que buscara a una persona, le entregué una foto, datos. Me preguntó quien era, yo no quería decirle, solo le pedí que buscara a esa persona, que necesitaba verla, que cuando la encuentre le diga que estoy aquí y que quiero entregarle algo, no entendió nada, pero se fue a buscarlo.
Quince días después apareció, Ignacio y él, le pedí a Ignacio que me dejara a solas, aún no podía utilizar bien mi mano izquierda, me vio, lo vi y lo único que hice fue llorar, me abrazó de la manera más fuerte que lo haya hecho, porque a pesar de todo, mi corazón siempre latió por él, yo sentía que moría, que ya no quería vivir, le conté eso, con él nunca tuve secretos, me alegraba muchísimo verlo, le pedí que volviera. Era el amor de mi vida, nunca lo olvidé. Javier, así se llama.

Se acabó

Venía todas las tardes, cuando no podía siempre me escribía, Ignacio también me visitaba, yo empeoraba día tras día, las medicinas ya no me hacían bien, mi cuerpo no respondía ningún tipo de tratamiento, le pedí a mi familia tranquilidad, le pedí a Ignacio que me disculpara y que también lo perdonaba, que aunque había mucho por lo que cambiar, tal vez ese temperamento loco que me hizo tomar la peor decisión de mi vida. No debí de irme así, no debí de pedirle a Alexis que me lleve, tal vez los dos estaríamos bien y ya me habría casado, tal vez no debimos de haber ido a la casa de Fabia, pero no existía el "tal vez" y el "hubiera" ; ya había pasado todo.
El viernes de esa misma semana, convulsioné fuertemente, me prohibieron las visitas una semana, no entendía por qué, verlo me hacía mucho bien, pero me sedaban, me calmé, mejoré y podía verlos nuevamente, mis papás, mis amigos, mis hermanos, Ignacio y el amor de mi vida.
Le pedí a mi hermano que de mi cuarto sacara un diario rojo que tenía, que no lo leyera, que era mío, que respete esa petición, no lo hizo.
Vino por la tarde y con lágrimas en los ojos le dije: Siento que me voy a morir, quiero que te quedes con esto, es mi diario ¿Te acuerdas? guardo los mejores recuerdos, "nuestros mejores recuerdos" Porque a pesar de todo yo nunca dejé de pensar en ti, porque a pesar de saber que estaba aquí, viniste, ¿Cómo no te daría todo mi amor a ti? me miró con sus ojos chiquitos y sus labios carmesí, le pedí que me diera un beso, creo que fue el último. 
Volví a convulsionar, me sedaron nuevamente, ya no recuerdo nada más.

Triste 29

Aquí arriba, en donde estoy, solo hay paz, volví a ver a Alexis, dice que no es mi culpa, que se distrajo, no sé si creerle, pero amilana muchísimo mi culpa, también disculpé sinceramente que Ignacio haya buscado a Claudia, no le quedaba claro porque le hizo eso, y lo entendía, yo a él le pedí que buscara al amor de mi vida y no dudó en hacerlo, porque él me amaba a mí, muy tarde lo comprendí. Aunque toda esta tragedia empañó la que hubiera podido ser nuestra felicidad.

Ahora que veo todo desde una perspectiva distinta, sigo en el mismo lugar, con el mismo corazón latiendo por Javi y por sus ojos chiquitos. Lo he amado siempre, y sé que hasta en mi último momento, el corazón tomó la mejor decisión, porque hubo tanto por lo que mejorar, tanto por lo que cambiar, que aunque el tiempo no me dio, él se lo merecía por cada sonrisa que me quitó y cada lágrima que limpió. 
Porque a pesar de todo...Mi corazón siempre latió por él.




miércoles, 23 de marzo de 2016

No me quiero ir

Cuando siento sus manos no sabría describir ese sentimiento que emana mi sangre, nadie podría creer como se puede amar tanto a una persona, no amo un recuerdo de lo que fue, porque siempre ha sido, él se quedó, nunca se ha ido, no desistió en mis reproches, respetó mi decisión de alejarme y aceptó mi misma decisión de volver, porque también me quería a su lado, le exclamé que no quería quererlo y solo atinó a decirme que yo merecía algo mejor, pensé profundamente "Ya sabía eso", pero no quería esa respuesta,  yo quería que me dijera que él era esa persona que yo tanto buscaba, que no quería dejarme ir porque también me elegía, no sucedió textualmente así, pero él también volvió a mí, no me dejó ir de una u otra manera.

Lunes 05 de enero

Me había levantado más temprano que de costumbre, me puse esa blusa azul que contrastaba con mi piel, unos pantalones jeans y unos zapatos altos de taco, creo que estábamos en verano, llegué con el cabello alisado a la primera cita con el que sería el amor de mi vida, no tenía planeado eso, pero pasó, como han pasado tantas cosas, me miró sigilosamente, estiró su mano sacándose unas gafas de sol (sí, si era verano). Sonreí por verlo, siempre ha causado esa sensación en mí, pasé a verlo y conversamos de lo mucho que nos había pasado, de viajes, de citas, de amores, me vio y se paró, me dio un beso en la frente, me abrazó fuerte y me dijo: "Ven". 
Yo lo seguiría a donde fuera, a donde el me pidiera que vaya lo seguiría, le di mi mano y pasamos por uno de esos tantos supermercados, compró muchos dulces, bebidas y unas hamburguesas, me quedó mirando y me dijo: "Quiero que conozcas un lugar", pensé fríamente y solamente le estiré la mano nuevamente, con esa señal, le decía que sigamos, me llevó a un parque, nos sentamos, quería hacer una cena romántica pero mirándonos los dos nada más, nadie había hecho eso por mí, o era un gran conquistador o realmente me quería tanto, me miró fijamente y me plantó el beso más profundo que nadie en mi vida me había dado, lo miré y solamente lo abracé, no podía hacer otra cosa, su mirada suave la tengo aún impregnada y creo que aún permanecerá ahí, pegada por un tiempo más, me pidió que nos echáramos, yo me sentía en una película de esas de amor que crees que nunca te va a suceder, pero me pasó, cogió mi mano la entrelazó con la suya y me dijo: "Calzamos perfecto ¿Quieres ser mi novia?" - Me quedé inmóvil, no sabía que decirle pero mi corazón me gritaba que sí, lo vio en mis ojos, en la palma de mis manos, yo reía a través de sus ojos, fue un sí lógicamente, mi corazón fue tan feliz.

Una historia más

Era imposible no sonreír a su lado, me miraba de la manera más tierna, tenía una palabra llena de amor siempre, aunque me equivocara estaba a mi lado, no me quería ir, quería quedarme a su lado, pero como nada dura para siempre y el amor está entre uno de ellos y todo era demasiado lindo para ser verdad, no perdí oportunidad para victimizarme también, es una lógica femenina que nunca debería de utilizarse, si no te quiere debes de irte, no debes de perder dignidad en ningún aspecto, por ningún motivo, pero ahí iba yo cegada por el amor, buscando a dónde se había ido el hombre del que me enamoré, no podía creer que cambiara tanto.
Terminé, no soportaba su indiferencia y me fui, pensando que nunca más lo volvería a ver, eliminé de mi vida todo recuerdo, no importaba si era o no bueno, no quería saber nada de él.

Mi boda

Había conocido un buen hombre, me iba a casar, no lo amaba, pero él era tan bueno, que merecía mi amor y mi respeto, ese es el problema en todo, me casaba porque él me amaba, porque él era el creador de esa historia que llamábamos "nuestra", recibí una llamada bastante inusual, mi sobrina venía con una caja, era un collar de plata, que tenía grabado un "Cinco" atrás y una tarjeta que me decía "Espérame", entre una de mis tantas conversaciones con el que fue el amor de mi vida, le pedí que me regalara un collar, una pulsera, o una cadena que tenga grabado la fecha en la que todo había sido felicidad, nunca me la dio.
Nadie sabía de él, pensé ¿Cómo sabe que me voy a casar, o por qué me hace esto? tenía esa llamada aún esperando, era él. Le contesté nerviosa, llorando, porque después de ocho años recibía un regalo que había esperado tanto, con mi voz entre cortada le pregunté ¿Por qué me haces esto?, me pidió que saliera, que lo viera, que estaba ahí, que quería desearme lo mejor para mi matrimonio, le pedí que se fuera. Subió
Lo tenía en frente una vez más, no sabía que hacer, corrí a abrazarlo, me vio, me besó, me sentí infiel, pero era el amor de mi vida, no podía hacer otra cosa, me miró tiernamente con esos ojos que siempre me enamoraron, tenía esa mirada triste que no me gustaba, me abrazó tan fuerte y me susurró "Por favor, quédate." En mi cabeza habían demasiadas preguntas, quería saber por qué cambió, porque me dejó, porque no luchó, en ocho años de separación me di cuenta que mi amor seguía intacto, me empezaban a llamar, mis tías gritaban mi nombre, mi sobrina me llamó, no sabía que hacer, aún tenía su pregunta en mi cabeza, lo tenía a lado, veía esa nariz que me encantaba, esos ojos color café que me volvían loca, abracé esa espalda que nunca quise soltar.

Yo solo le respondí "No me quiero ir, de tu lado, nunca más"

lunes, 21 de marzo de 2016

Él

No había sentido este palpitar, con tan solo una mirada, esos ojos que apretaban mi sonrisa, que si bien es cierto, las merecía todas, me había hecho feliz y eso era complicado, muy difícil, yo no quería amarlo, y él tampoco quiere amarme a mí, pero nació, se dio, creció, soy su aroma perfecto, sus manos se entrelazan perfectamente con mis abismos y mis vacíos, los llena todos, escribe para mí, las últimas canciones que me dedicó fueron las que cantaré incansablemente, su enojo, sus sonrisas, todo me pertenece, y al mismo tiempo no, he aprendido - solo con él- que ese es el amor, la libertad, el sentimiento de querer que únicamente sea feliz, jamás sobrepasar esos límites de privacidad, he aprendido con él, que lo amo, que me ama, pero que no puede ser. ¿Por qué? - No merezco eso, lo merezco a él, capté la idea desde que lo conocí, fui parte de ese juego, desde siempre, me ha seguido en mis peores días, nunca me ha faltado nada a su lado.

Cuando lo beso, cierra esos ojos chiquitos y siente toda mi pasión por esos labios rojos carmesí que ansío todos los días, su cuerpo, me ha pertenecido en noches inacabables, me he entregado de la manera más pura, solo con él, con él nada más me he sentido mujer, me besa de una manera desenfrenada, arrancando mi cordura, conquistando mi lado más puro, es que mis sentimientos son puros y absolutos para él, quise olvidarlo con otros labios, con otras manos, con otros ojos y no pude, no permitía que otra persona, sea quien estreche su cuerpo con el mío, me negaba esa dicha, y es que él mejor que nadie sabe que merezco algo mejor, porque ha trabajado en mi alma, conmigo misma, ha mejorado y me ha elevado al mayor placer, con él he aceptado mis peores errores y me he sentido demasiado linda, nos hemos dormido juntos, por horas, por días y su corazón malvado aún no se ablanda, no acepta que no puede burlar este sentimiento.

¡Me quiero ir! pero no puedo, no quiero, él sabe que quiero un amor que perdure, que se quede, que me prefiera a mí una y otra vez, no que venga y no sepa si se va a ir o va a volver, quiero que permanezca, pero tampoco quiero que él me deje, porque no lo hace, porque él tampoco quiere.
¡Cómo pude enamorarme de él! - Yo sabía- siempre me lo repito, me duele hasta lo más profundo, pero después atino a no pensar en lo que pasa, solo lo disfruto, y no solo su cuerpo, su alma, él es perfecto para mí, ama mis ojos, me mira como nadie nunca me había visto, no me quiere perder, no me lo ha dicho, pero lo siento, con sus acciones me pide que me quede, soy parte de su vida, no me quiere compartir, pero y aunque no lo quiera, sé que me equivoco día tras día, pero con él he vivido cosas que con nadie las viviría, y tal vez sea porque yo no lo quiero así.

Me alegra saber que él ha venido por mí, que no me deja, que sabe de mis sentimientos y aún se queda, vivo equivocada con este sentimientos, lo extraño tanto, quiero sus tardes y sus días, pero he entendido que debo de manejar inexorablemente mis sentimientos, no puedo seguir pensando que lo necesitaría para ser feliz. He cambiado eso, nadie es indispensable, pero como siempre lo he dicho, yo lo elijo, aunque sea mi mal, mi droga favorita, mi amor eterno, porque he entendido que es el amor de mi vida, que me enamoraría de cualquier otro hombre, pero ninguno como él, es mi primer amor, aunque juegue conmigo, aunque sus palabras no sean para mí, aunque su amor ya no lo quiera, y es que debo de pensar eso siempre, que yo no quiero ese amor, aunque en lo más profundo solo quiero quedarme a su lado, aunque mi último yo quiera que él se quede, que nunca se vaya, poder coger su mano y no soltarla nunca, pero he entendido aunque dolorosamente y en llanto que eso no pasará. Y lo acepto, porque lo amo, porque me amo, porque nos amo juntos.

Él aceptó las peores de mis épocas, merece estar en mi mejor momento, conoció mi lado más débil y nunca lo ha utilizado a su favor, todo lo contrario, con él he superado mis miedos, con él he tocado el cielo, en sus labios, en su espalda, con sus manos, nunca se desapareció ese amor, me he quedado con él, lo elijo siempre a él, aunque muera lento este amor, porque se va a ir, y solo quedará el recuerdo de lo que pudo y no fue, la luz de sus ojos son mi mejor reflejo, el amor entre nosotros se ha disfrazado de cariño, de consideraciones, dándome una que otra estocada que me llevó a la muerte en febrero de este año, resucitándome con sus besos, con sus caricias, dándome siempre ese amor leal, desmedido y abrazando mis sueños como si fueran suyos. Por eso no puedo dejarlo, porque él es el amor de mi vida, solo con él me he sentido realmente abrazada, son sus besos, sus manos, solo él, y lo acepto todo porque no me daña, porque no me juzga y porque lo amo.

Es él, no tengo duda, aunque se vaya y quiera quedarse, porque lo sé, porque lo siento, porque sus besos en la frente, sus llamadas en la madrugada, su manera de corresponder mis detalles, tienen una definición y se llama "AMOR", él aceptó espinas y solo ha recibido rosas, yo he mejorado notablemente con él, por mí, por él, por un nosotros, con él he tocado el cielo, con él me he sentido deseada, feliz, sonrío solo de recordar sus abrazos, sus palabras, no hay nada más que decir, yo sigo insistiendo en que lo amo, él en que se va a ir, y no importa, porque aunque se vaya, me dejara la más grata experiencia de saber y haber conocido el amor, me colocó en medio de dos mundos, despertando con su sonrisa, haciéndome feliz con un mensaje o una palabra llena de amor, sus tardes eran mías, la magia que nos unía la podía ver cualquiera, somos como esas relaciones que todos quieren tener, porque su mirada es mía y la mía es completamente suya, lo amo de manera desmesurada porque se ha ganado a pulso cada uno de mis palpitos, merece mi amor, y me he dado cuenta de eso, porque pienso en él con cada uno de mis actos, él es mi mejor aventura, mi inspiración, por eso me he dado cuenta que lo amo, porque no se ha ido, porque aunque los dos decidimos decirnos adiós, porque secó mis lágrimas con sus manos, y quisimos irnos, volvimos, porque va más allá de lo real, yo no tengo fe ni esperanza a que él cambie de parecer, solo quiero estar a su lado, nada más, con sus abrazos, sus besos, con su piel, lo siento, me siente.

Quisimos, no pudimos y si eso no es amor, no sé qué concepto puedan darle, yo no le he encontrado definición, pero son sus brazos el lugar en donde me quiero quedar, por unos días, meses o tal vez años. Y yo sabía, que me despedía, sabiendo que no quería irme, por eso... Volví.

Nuestra historia, un Siete.


Después de casi unos cuatro años, recuerdo que habían fechas especiales entre él y yo, cada siete celebrábamos estar juntos, cada siete recordaba lo feliz que podía ser gracias a él, y él recordaba lo mismo, aunque no estemos juntos, él me ha dejado lecciones de lo que NO se debe de hacer en una relación, de lo que NO está permitido, de lo que jamás debes de soportar, aunque sentí un gran dolor, ahora solo siento alivio de saber que ya no estoy más con él, que he podido superar sola muchos miedos, que me acepto, que me quiero y que lucho día a día por mí, que he conocido el amor en otras manos, que me he sentido feliz, sin ti, solo conmigo, que he aprendido que ninguna deuda es más grande que el amor propio, hoy revisaba esos correos sin respuesta que te envié y encontré esto, aunque he acordado conmigo misma, no mencionarte, no hablar de ti, pero vi ese poema que te dediqué, que nunca respondiste y al que titulé:

"Nuestra historia"

A ti, que te entregué mi alma
A ti, que le di lo mejor y lo peor de mi vida
A ti, con quien compartí los mejores momentos
A ti, a quien le dije por primera vez amor
A ti, a quien le permití arruinarme la vida
A ti, a quien jamás dejé de llamar
A ti, a quien le di la libre potestad de amarme sin medida
A ti, a quien le entregué mi vida
A ti, a quien le dí más de lo que podía dar
A ti, por quien hice más de lo que debí de hacer
A ti, por quien lloré noches incontables
A ti, por quién luché 
A ti, a quién besé con el mayor de los sentimientos
A ti, a quién le entregué mi vida entera
A ti, a quién por primer vez le dije TE AMO
A ti, con quién compartí mis sueños
A ti, quién me destruyó en vida
A ti, quién me ayudó a descifrar mi personalidad
A ti, a quién le permito recordarme todo 
A ti, a quién le he rogado
A ti, a quién he amado tanto
A ti, por quién me he desvelado noches enteras
A ti, a quién abracé con el amor más sincero
A ti, que me dejaste SOLA.

Ahora sin ningún rencor, sin ningún temor y con mucho amor por dar, te agradezco cada una de las lecciones, resulta que ahora soy muy feliz, porque no necesito de nadie, porque dependo solamente de mí, tengo muchas  ganas de vivir, de ser feliz, de sonreír, porque mi sonrisa es la mejor luz para mis ojos. Gracias.

viernes, 11 de marzo de 2016

Para siempre

No me equivoqué cuando elegí enamorarme, cuando aunque sabía que saldría derrotada intenté ser feliz y no morí, fui feliz, inmensamente feliz, no jugaba cuando me decía "no juegues con fuego, que te vas a quemar" me quemé, no resistí el incendio en mi cuerpo, no me voy aún, sigo aquí, escribiéndole porque no encuentro otra manera para que me entienda, porque mi amor sigue ahí, encendido, recibiendo una tras otra indiferencia más, de las que no merezco, pero que tal vez debo de recibir por obstinada, tal vez espero demasiado y no sé cómo terminará todo esto, ciertamente no quiero que termine, tal vez sea mi culpa, trato de no recordar su nombre, pero él también está ahí, me recuerda, me escribe, me llama, me persigue, me tienta a seguir sus pasos.

Soy parte de un juego macabro, todo el día hablamos, estoy tan segura de su cariño, como él del mío, aunque sé que no me ama, como lo quiero, como debo, me resigno a tenerlo cerca, a acariciar su espalda, que tanto me gusta, a rozarle el rostro y cerrar los ojos, tratando de recordar sus facciones para cuando me vaya, vuelva a cerrarlos y lo sienta, para cuando lo necesite, esté ahí.

Él formará parte de mi vida por un siempre quizá, seguirá siendo una de mis más grandes motivaciones, aunque le debo a él también entender que no le debo nada a nadie, que soy yo la que ha luchado y se ha forjado un destino diferente ¿Cómo no amarlo entonces? Si me ha hecho bien nada más, si en mi vida apareció para hacerme mucho bien, me ha dado el amor incondicional que no había sentido nunca, escribiría que nadie lo ha hecho, pero sería mentir, mi familia es mi incondicional y él también, creo que él sabe lo que significa, lo que siento, lo que no he dejado de sentir, aunque su corazón es malvado con mi amor, soy parte de esta historia de bajo presupuesto, en donde soy yo la que se desvive, la que pierde, pero que aún espera salir de noche de su mano, no me equivoco, tal vez suceda en otra vida., lo buscaré, nos cruzaremos y pensará distinto y puede que esté ahí, esperándome y sea yo la que me vaya, o sea él que pida que me quede.

"No seas buena, sé justa" trato de aplicar esta frase en toda mi vida o la que siempre digo "La gente que muerde la mano que los alimenta, lame la bota que los patea." (Eric Hoffer) para poder representar mis acciones diarias y cotidianas, quiero seguirlas al pie de la letra, pero con él no puedo, a él no lo dejo, está impregnado, es una de esas partes de tu vida, que no quieres dejar ir, que se ha pegado, que no se quiere ir también, es que ese es el problema, que si solamente sería yo la que siente, me iría, pero es recíproco, es maravilloso, todo lo bonito lo he conocido con él, me quisiera burlar de todo esto, pero no puedo, con este sentimiento no puedo. Intentamos separarnos, dejarnos de ver, despreocuparnos de lo que nos pasara, que no nos importara la vida del otro, dejar de extrañarnos, pero volví, volví al nido, a la madriguera, me llamó también, no pude irme, porque no lo necesitaba, solo que lo elegía, he ganado las mejores lecciones a su lado, he estado cuando se ha caído y lo he impulsado, él a mí me ha dado las mejores versiones de su personalidad, soy yo quien conoce un hombre distinto, es tal cual conmigo y yo soy auténtica, esa es la verdadera razón por la que no me voy, porque él es el único que ha conocido lo peor y lo mejor de mí y aún así se ha quedado dándome todo su cariño, acariciando mi cabello y diciéndome que valía la pena todo porque él se preocupaba por mí, en muchas ocasiones he pensado que él estaba destinado a mi vida, no creo en las casualidades, no creo en que apareció porque sí, yo necesitaba de alguien como él, estaba destrozada, moría lento, estaba muerta, me inyectó la felicidad que nadie más pudo hacerlo, con su buen sentido del humor, con sus abrazos y sus palabras que motivaban más de lo que él creía.

No existía amor, solo era cariño, tal vez hasta ahora sienta eso, solo eso, pero no importa, yo sigo ahí, porque este amor es así atrevido, destinado, consecuente, son meses de una locura que no quiero detener, de una situación que termine y se lleve mi alma y tenga que recuperarla nuevamente, porque le dije ¿Quién detendrá mi caída libre cuando tú te vayas? - TÚ, sólo tú, y tiene razón, no hay dependencia, pero no por eso, no voy a sufrir por su huida, por su partida, o tal vez por la mía, tengo la idea clara, sé que yo me iré primero, destruida por el desborde de amor, pero ahí vamos luchando por estremecer los sentimientos.

Caí en ese juego de miradas del que no me quiero ir, caí en ese momento crucial, en donde él apareció con esa sonrisa iluminada por un sol que le caía a su hermoso rostro blanco, soy parte de todo este juego en donde el que no se va, sale lastimado, que vamos a sufrir, pero que vamos a seguir, y es que él es el único que ha entendido que debe de hablarme cuando lo necesito, que me escribe cuando quiero leerlo, que me apoya, que no me juzga, que no cuestiona mis acciones, que está ahí pendiente de esta loca que lo único que ha hecho es sentir tanto y no dejar de hablar, hilando palabras, sentimientos, párrafos, escribiéndole mensajes que una que otra vez son contestados, que me alegra la vida, porque nuestro cariño, nuestro amor, va más allá de eso, es lealtad única, sinceridad y amistad mutua, nuestro amor va más allá de lo normal, es eso que nadie ha encontrado, y no va a encontrar si aún no entiende que no se necesita a alguien para ser feliz. Sé que me voy a ir, pero sé que él va a estar siempre, porque he entendido tácitamente que no lo necesito, que lo elijo, que es veneno en mi alma, que es alcalino, pero que siempre estará, impregnado, porque así lo decido, porque no es daño, él es sentimiento, es bienestar.


Porque hay amores que sí son para siempre, él por ejemplo. Se agradecen todas las lecciones en esta vida, él, mi mejor elección y la mejor lección también.




viernes, 4 de marzo de 2016

Ángel

En cualquiera de todos los sentidos, siempre te encontrarás con personas que te sumen y otras que te resten, depende mucho de ti, con quienes te quieres rodear, yo siempre he tratado de estar a lado de las que me sumen, pero he generado dependencia también de las que me restaban, de las que no podías dejar porque creías que merecías estar en esos terrenos, cuando más allá de creer merecerlo, te das cuenta que ese no es tu lugar, encuentras personas buenas, de las que te alimentan el alma, de las que te llenan de energía, de esas por la que tu sonrisa se hace más grande y más bonita.

Ahí aparece él, con sus grandes ojos color café, con sus manos hermosas y su grande estilo para vestir, no había conocido hombre como él, tenía ojos chiquitos con grandes lentes que separaban su vista de la mía.

Cuando lo vi por primera vez, llevaba una camisa blanca, le agraciaba muy bien el color de su piel, no lo imaginaba así, ya sabía de él, lo había leído, lo había buscado entre mis ojos, el destino me llevó con él, ese día estaba tan preocupada que no me concentré en verlo tanto, había esperado mucho por que él sepa de mi existencia y no pude lograr concentrarme, tenía mil y un pendientes de trabajo, personales y sobretodo existenciales, no sabía de donde había sacado el valor para verlo, yo lo había amado mucho antes, lo miraba con amor, pero también disimulaba muy bien mi deseo de besarlo, repito que estaba preocupada que nisiquiera le presté tanta atención.

Pude darme cuenta que él me observaba, veía mis ojos, mi nariz y mis labios detalladamente, miraba cada una de mis partes con esos ojos que jamás quiero que se vayan, le presenté mi mejor y mi peor lado, soy demasiado distraída, no logro concentrarme con capacidad en algunos temas y no porque no me importen, si no porque no suelo cerrar ideas muchas veces. Era espectacular que él si lo pueda hacer, las circunstancias me lo pusieron en frente, había logrado poder concentrarme, y tenía que pasar, cambié de tema, él seguía al detalle mi conversación, fue dulce, respetuoso, todo un caballero, eso me ató a él, una atadura sin igual, no había sentido tanto cariño por una persona en dos horas.
No mentiré, es cierto, ya lo venía buscando de antes, no se me había cruzado antes por la cabeza amarlo sin medida, solo me gustaba, es cierto, su manera de escribir, sus fotos, su mundo, me atraía la idea de pertenecer a ese mundo cerrado que él solo sabe conocer, cuando me escribió por primera vez, no les voy a negar que el corazón palpitó demasiado, se me hizo un nudo en la garganta y pude contestarle, él no sabe ni sabrá cuánto cariño ya sentía, tal vez no lo sepa nunca, actuaré muy bien para que no se dé cuenta que el amor ya venía de antes, aunque ha cambiado, el amor ha cambiado.

No perdimos contacto, él estaba interesado en mí, me hablaba a diario, me sentía feliz, había llegado así, de la nada y se había convertido en el todo que me hacía falta, le escribía a diario también, amaba sus letras y sus canciones, no venía solo, venía con una vida bonita, con un pasado, no sé cómo pasó todo, él estaba ahí, junto a mí, no lo necesitaba, yo vivía bien sin él, todo lo contrario, yo lo elegía a diario, luchando contra cada una de mis locas ideas.
Cuando cogió por primera vez mi mano, sentí distinto, soy muy inocente tal vez, este amor es inocente, él estaba seguro, eso me atrae mucho también, lucha, contra todo y todos por defender sus ideas, tiene un estilo diferente, alguna vez le dije que era el prototipo de hombre que había pedido, tal cual, él, a su semejanza.
Me dijo "Te amo" mirándome a los ojos, fue la casualidad más increíble, me hacía feliz, le creo cada una de sus verdades, si es que me dice mentiras, son verdades también, no dudo de su amor, también pienso que algún día, todo podría terminar y me iré feliz, haberlo conocido ya era felicidad, haber compartido horas con él, él me ha salvado sin darse cuenta, es mi Ángel, así se llama también, menudo detalle, que me hace amarlo aún más, es lo que me hacía falta, la persona que no necesitaba, pero que si elegiría, la que podría decir que prendió ese fuego que en la vida te hace falta. No se suponía que él mirara hacía a mí, pero lo hizo, no sé como pasó...Pero pasó.
Él ha motivado líneas, frases, he escrito su nombre en todo un cuaderno y hoy me siento a redactar una de las tantas notas que escribiré por él, así todo termine hoy, mañana o en diez años, le seguiré dedicando canciones e imágenes, de las que ya estará harto, pero no importa, una de mis mejores virtudes, es expresarme, le seguiré llenando la bandeja de imágenes que lo describen, que precisan sentimientos, errores y motivaciones. Una de mis grandes motivaciones es él, y creo que aún no lo sabe.
¿Por qué me enamoré de ti? - de esas preguntas invencibles, de las que te hacen volar, no podría responder, tal vez olvidarlo podría ser una odisea, que no venga aún...En mucho tiempo
Me quedo con esto


Después de tantas preguntas y respuestas en mi locura audaz y llena de amor, he llegado a la conclusión que... tal vez estaba escrito.

jueves, 3 de marzo de 2016

El amor de su vida

Es normal sentirte atada a un sentimiento, pensar que no podrás olvidar, llorar, gritar, explotar porque no entiendes lo que está sucediendo, solo quieres llamarlo y pedirle por favor que vuelva, pero sabes que no va a contestar, sabes que te va a ignorar como lo ha venido haciendo, y te preguntas ¿Cómo puede hacerlo? ¿A dónde se fue todo el amor que me tenía? ¿De verdad me amaba? ¿O al menos me quería? optas por no buscar más respuestas y sigues así, viviendo, enfrentándote a recuerdos a situaciones que no te gusten mucho, pero es así como debes de seguir.

Decidí relatar una historia, no tan mía, pero mía al fin, la escuché en una de las tantas terapias que tomé para poder afrontar los miedos y demonios que una persona no tan normal tiene, ella era así, guapísima, ante mis ojos, tenía un cuerpo esbelto, sonrisa definida, de cabellos largos, era la mujer perfecta, pero ella no lo creía, mi problema era distinto, yo tenía tristeza en el alma, ella también, pero nuestras tristezas eran distintas, yo me amaba, me amo aún, ella creía que no valía ni un peso, le puse mucha atención a las historias que ella contaba, nadie le hacía ninguna pregunta, nos pedían que formáramos un círculo grande y que camináramos lentamente hasta encontrarnos, yo nunca me encontré.

Me cogió la mano, me pidió que la acompañara, quería entregarme algo, la seguí, me dio un papel que decía "CUÉNTALO", estábamos en la última charla con ese grupo, siempre la anunciaban así, como una "charla" nunca llamaban las cosas por su nombre, era una terapia, una maldita terapia, que nos ayudaba a realizar vómitos verbales que no podíamos contarle a nadie, para que no se vaya o se asuste, y se los contábamos a ellos, porque esas mismas personas, tenían problemas tan o más parecidos a los nuestros, es así que no se sorprendían.

Majo - así se llamaba - se sentó al centro, cogió la silla grande que debía de coger, estaba con unas flats, un pantalón pitillo muy ajustado y un crop top amarillo que le quedaba hermoso, su cabello era laceo y ondulado por las puntas, era hermosa, no sabía la condena que llevaba dentro y es que he entendido que el alma puede vivir destruida y nadie nisiquiera tú puedes entender tanta pena.
Ella me miró sonriendo, muy pocas veces lo hacía, le sonreí porque siempre fui educada y era un tema recíproco. Empezó cogiéndose la cara y nos contó que a los 21 años conoció al que hoy ella denomina "El amor de su vida", yo la miraba atentamente, aún recuerdo el movimiento en sus manos, sus aretes haciendo un poco de ruido cuando hablaba.

Lo conoció un día normal, de esos templados, en el mes de setiembre, se enamoró de él desde que lo vio, pasó a su costado y él no se inmutó, sonreía muy poco, era serio y hasta un poco adusto, pero era hermoso para ella, tenía un estilo vintage, sus ojos eran su mayor pasión. De uno a otro día se volvieron inseparables, se reían de todo, salían juntos, tenían los mismos amigos, compartían los mismos momentos, sus gustos eran parecidos, ella era auténtica y no intentaba caerle bien, él la conocía, sabía de sus miedos y temores y aún seguían juntos, ella nos cuenta que se enamoró, que respiraba el mismo aire, que no quería soltarle la mano nunca, que no se había sentido tan feliz, que él la había hecho mujer, que después de tanto sufrimiento, ella pensaba que  por fin había conocido el amor, que no quería dejar de sentir tantas cosas por él.

Compartían sueños juntos, él tenía todo a su favor, pero decidió irse, ¡SE FUE! ¡LA DEJÓ! todos estábamos embelesados con su historia, parecía de película, él era demasiado lindo para ser verdad, le aconsejaba como nadie, siempre la cuidaba, la protegía y le daba mucho amor, de ese amor bonito que no quieres que se vaya, le daba besos en la frente, de esos que no das a cualquier persona, ella lo amaba, pero él no, y no puedes obligar a nadie a amarte, nisiquiera los zapatos entran a  la fuerza, menos el amor.

Desapareció, se evaporó como agua hervida, no volvió a saber de él, quería encontrar todas las explicaciones, recopilaba momentos, recordaba fotografías, quería saber que hizo mal, no entendía por qué lo hizo, hasta que recordó una conversación, ella sabía que él no quería amar a nadie, esa fue una de sus primeras ideas, tal vez por tanto amor se fue, tiempo después la descartó, pensó en otras alternativas para poder saciar ese dolor incomprendido, para poder calmar esas lágrimas, y por fin entendió que él si la amó, porque quien ama, te entrega tanto amor, porque quien ama, se preocupa, y todo eso había hecho él.

Ya no quiso saber más, pero yo mejor que nadie la entiendo, la curiosidad, lo que te mata no saber y seguir pensando, había llevado consigo una libreta rojita, con un corazón incrustado y con muchos colores, una cinta roja la cerraba, había escrito por más de un año todo lo que le había pasado con él, sabía cada momento, los había tratado de guardar, de conservar, escribes porque sabes que en algún momento se va a ir, porque quieres eso, conservar, guardar, no olvidar, sabes que tu memoria es frágil. Había escrito más de trescientas hojas dedicadas a esa hombre bueno que había aparecido en su vida, que con tristeza también le dedicó unas letras, que quería verlo, que no podía entender por qué se fue, una de las mejores partes se las voy a escribir, no voy a poder olvidar lo que dijo, porque terminó llorando, estrujó esa pequeña libreta y dijo, no lloro porque lo extraño, o porque lo amo, lloro porque no entiendo por qué no se quedó conmigo.

"Si fuiste tan feliz conmigo, ¿Por qué no te quedaste?, nadie te conocía tanto como yo, tus falencias y virtudes, cuando quería decir algo, caminábamos de la mano y éramos uno solo, nadie sabía como eras en verdad, solo a mí me permitiste conocerte, ¿Por qué no me elegiste? ¿Por qué no te quedaste?, ¿Por qué? me permitiste amarte, te declaré mi amor sin ningún temor, atinaste a besarme y limpiar mis lágrimas, todos sabían que te amaba, jamás comparé mi amor con ningún otro, te amé desmedidamente, como nadie lo puede imaginar, mi preocupación por tus enojos, por tu manera tan decidida de amarme, por tu manera firme de mirarme, amaba tus labios, tu cuerpo y tu espalda, siempre se lo dije, su piel suave cuando pasaba por encima de la mía, era la mejor medicina para todos mis dolores, le contaba todo, él me conocía como nadie me conoció y por eso aún lo necesito, por eso aún quisiera estar con él, por eso lo he llamado incansablemente, sin obtener respuesta, le he escrito tanto que ya ni recuerdo cuándo fue la última vez, no me lastimó, todo lo contrario, solo obtuve felicidad, que nadie lo odie, que si lo odian, no me lo perdonaría, no puedo pensar en qué sucedió para que no me eligiera, traté de no equivocarme nunca, hice cosas que nadie había hecho por él, era mi prioridad y mis ojos miraban por los suyos, sentí su amor en esas noches en donde me hizo su mujer, nadie me ha tocado como él, nadie me ha besado tan sublime como él, podía sentirme suya y mía a la vez, lo extraño tanto..."

Terminó de decirnos que lo había superado, pero que aún aquejaba en su alma el por qué de su comportamiento, que por qué no la eligió si era perfecta, si sus manos se entrelazaban , si ella, nadie más que ella lo había conocido, que él le había mostrado ese verdadero yo que solo ella conocía, que él era auténtico, pero que no se quedó.

Se levantó del banquito azul en el que estaba y presionó mi mano que tenía el papel de "CUÉNTALO", nunca supe como se llamaba, nisiquiera quien era. Nuestras "charlas" terminaban un mes después y Majo no volvió a ir, yo tenía prohibido leer los periódicos, pero cuando caminaba para salir de la terapia, porque así se llamaba, vi colgado un periódico en actualidad, en esos pequeños puestos donde venden diarios, revistas, entre otros, su foto estaba ahí, Majo se había convertido en una modelo muy conocida, era feliz, no sabía si había vuelto al amor de su vida, pero pudo volver a su vida, no me equivocaba en decir que era la más hermosa, que sus ojos brillaban con el sol. 
Yo salí victoriosa, aprendí mucho de las personas, siempre trato de hacerlo, nunca más volví a ver a Majo, no leo la sección de espectáculos de los diarios, me imagino que le irá bien, solo sabía que se llamaba Majo también.

Hubiera querido que Majo se quedara con el amor de su vida, pero me imagino que ella prefirió decirle adiós, pero un adiós significa que es un vacío en el corazón, ojalá y él no le haya dicho adiós para siempre. Ojalá


Que se quede, que nunca se vaya, que me elija a mí, me dijo.