viernes, 27 de septiembre de 2019

¿Por qué mientes?

Mis emociones siempre han influido para poder escribir, pero hoy no escribo pensando en algo o en alguien, escribo pensando en ¿por qué mentimos? no es más fácil afrontar las cosas, hablar con la verdad y ya cada quien es responsable de lo que cree o no, pero teniendo la verdad de su lado, sabiendo a lo que va, me intriga mucho, porque no puedo entender esa imperiosa necesidad de mentir y lo más sorpresivo de todo es que hay gente que se cree sus propias mentiras, es como si creara una novela en su cabeza y tiene una hilación perfecta de lo que pasó y lo que no, como ellos han creído toda la mentira, hacen también que tú te la creas y es fácil, saben persuadir, te mienten con una facilidad que te preguntas ¿puede ser real no? es más, le concedes el beneficio de la duda para que no quedes como loca y crean que hay confianza, eso ocurre no solo en relaciones, si no también con familiares, amistades, la mentira y toxicidad en su máximo esplendor.

Lo peor que puede pasar es que todo se descubra, y es así, se llega a descubrir, es como cuando tocas el piano y la nota más fuerte cala en tu corazón, porque en este caso, la decepción de la mentira te da en el corazón y no sabes a veces cómo manejar algunas situaciones, yo lo único que hago es decepcionarme profundamente, pero no reclamo, solo me aparto, me voy, y si es que me he ido de tu vida, es porque algo me enteré, porque en algo me fallaste, pero no te quiero agobiar, nunca lo hice, ahora tampoco.

Quizás sea mejor sorprenderse por lo bueno y no esperar nada de nadie, quizás sea la fórmula de la felicidad.

martes, 24 de septiembre de 2019

Otro día menos

A una semana de haber escrito, hoy tengo otro semblante, ayer quería morirme del dolor, necesitaba apartarme, pero no lo hice, solo dormí y eso trajo consigo más ganas de seguir viviendo, porque ¿quién podría quitármelas?, voy a responder algo que nadie me ha preguntado, pero que hoy por la tarde pude encontrar respuesta, sentí esa punzada en el corazón nuevamente, pero ya no era por ti, si no por tus mentiras, por lo que dijiste que harías, pero no lo hiciste, porque no has sido sincero, porque ya no te creo, porque has derrumbado todo lo que se pudo construir, pero caí en cuenta que no construimos nada, que quizás fui solo yo la que se inventó una historia y por eso no me siento tan mal, por eso no quiero creer que caí en tu trampa.

No pienses que juego, esto es verdad, me estoy despidiendo, pero no te estoy dando la cara, porque quiera que no, no tengo el valor suficiente, nunca lo he tenido, porque si lo tuviera te diría que te odio, que no mereces mis letras, que nunca las mereciste, pero no lo hago, porque no te quiero hacer daño, y ahí me doy cuenta que nadie da lo que no tiene y yo te quise entregar la vida entera, pero no quisiste; y tampoco me voy a poner en oferta, no quiero un amor a medias - te lo dije - no sé si me leíste, no sé si lo haces, no me interesa ahora mismo, escribo para poder liberarme, porque todo lo que tengo que decirte es mucho y como siempre, no lo voy a hacer, es que tampoco quiero hacerlo, estoy escuchando ahora mismo la melodía de piano, esa que es mi favorita y no logro entrar en razón, ¿por qué? ¿te hice algo? ¿para qué mentir? no tiene mucho sentido, no soy de las que miente, siempre he sido de las que prefiere ser cuchillo y no herida, prefiero enfrentar las cosas, hasta mis propias acciones, pero no importa, no tienes tú la culpa de mis expectativas, es más ya estaba aburrida, por si quieres sentirte bien.

Me enteré hoy por la tarde de una de tus mentiras, no sé si existan más, quise darte el beneficio de la duda, pero si existen todas las pruebas, ¿por qué negarme? por qué seguir pensando que todo lo que soñé podría darse y ahí encontré la respuesta, escribí: "soñé" no soñamos y es que me doy cuenta que nada ha sido mutuo, a pesar de todo, siempre fui yo la que remó sola y llegó el momento de enfrentar esa realidad que a veces no quieres ver, no te quiero culpar (entiéndelo).

Y es que no sé de ti, hoy así como ayer es un día sin saber si desayunaste, almorzaste o saliste, quisiera saber el color de tu camisa, había pensado en decirte que te compres una polera amarilla, quedaría bien con la casaca negra de cuero que tienes, te he imaginado vestido así, no dejo de preguntarme por qué tengo que pensarte si lo único que quiero es olvidarte, no puedo seguir pensando en ti, es difícil, a veces siento que estoy bien o mal, pero nunca completa, me haces falta.

A veces quisiera escribirte, lo hago y me detengo, pero es que no tiene sentido, si fuiste tú el que se fue, lleno de mentiras, con cambios repentinos, queriéndome por días. Hoy, es otro día en el que pienso ¿qué pasó?, pero también es un día menos de extrañarte, de no sentirte o besarte, es otro día en el que entiendo que eso que pensé, no pasará, no importa si los días se alargan, hoy es un día menos de cualquier cosa que pueda ocurrir, no importa si no sé si no desayunaste o fuiste a entrenar ¿lo sigues haciendo? ¿puedes correr? ¿lo haces?.

Ahora lo que importa son los días que quedan y que tengo, no importa si aún me duele tu mentira o me duele el corazón porque no luchaste, hoy estamos a un día menos de que te siga queriendo y eso es una pequeña victoria.





martes, 17 de septiembre de 2019

No lo sé

Voy a escribir una última vez por ti, dejándote ir para que no te sientas responsable de estos abismos o de estas luchas, no quiero que pienses que puedo recordarte, no lo hago con frecuencia porque ya te fuiste y así debe de ser, pero hoy estuviste muy presente y quiero que lo sepas aunque no me leas, quisiera hacerte muchas preguntas, una de ellas ¿qué nos pasó? ¿qué hice mal? ¿en qué fallé? no le encuentro mucho sentido y no obtengo ninguna respuesta, pero escribirlo me salva, me alivia, me da paz, siento que si encuentro lo que quiero y que puedo seguir adelante como siempre.

No pasó nada, no te preocupes, solo quería que supieras que de vez en cuando te pienso y te extraño, pero pronto va a pasar, como pasa el tiempo, la vida y todo eso de lo que alguna vez hablamos.

Menos con ella

Tendría que creerme todo lo que lo digo, pero eso no pasa, siento que me miento hasta cuando respiro y ya no puedo seguir así ¿qué hago? ¿qué hice? no merecía todo este hecatombe, no lo merecía, lo decía una y otra vez después de limpiar casi ya las últimas lágrimas que podía tener, el corazón se me hacía pedazos y no podía parar de llorar, estaba muerta en vida, sentía que todo me hacía mal, y no buscaba victimizarme, eso me pasaba, sentía que quería dormir 18 horas y las otras 6 quedarme en mi cama a mirar el techo blanco, ese techo que quería pintar de azul con nubes, que asemejara a la realidad, no quería nada, todo había acabado y no entendía bien por qué, solo entendía que había acabado, quizás yo lo había terminado, pero no era así, porque no lo recordaba.

No quería recordar nada, no tenía nada nuevo que recordar tampoco, tenía la vida hecha añicos, fue un momento turbio, pasaron demasiadas ideas por mi cabeza y como era de costumbre ninguna pude realizar, quería dejar de sentir, de ver y oír, pero eso no se puede, siempre debemos de continuar, es la asquerosa idea que nos venden de la vida feliz, la mentira piadosa de que podrás salir adelante, ¿cómo les mienten tanto? tenía que seguir así no quisiera, así no pudiera, como sea, tenía que seguir, no había de otra, miraba siempre al techo, me aferraba al aire o a las calles que siempre me vieron caminar.

Ideaba conversaciones en mi cabeza, las tenía ya escritas de manera mental, salía adelante y sin fuerzas ¿si yo pude? ahora me doy cuenta que siempre se podrá, me hice más fuerte, más insensible conmigo misma, no podía darme el gusto de sufrir por lo que no debía, controlo mis emociones, mi vida ahora es una estrategia basada en una historia que no quisiera contar, pero que cuento con letras que siempre escribo, en cada rincón de mí hay una letra o una tristeza, también pueden venir alegrías, siempre hay algunas, efímeras, pero las hay.

Me he sentido devastada, pensando que no iba a poder salir, pero siempre he podido y eso me ha reconfortado, esa mentira piadosa que escribí líneas arriba si existe, siempre puedes seguir adelante, tampoco pienso escribir un texto diciéndote que si puedes salir adelante, porque cada uno ya sabe cómo hacerlo, siempre viene este sentimiento de supervivencia que te pide continuar, que no permite sentirte mal, yo pensaba que no iba a poder superar algunos sentimientos, algunas cosas y aquí me tienen escribiendo de ellos, sin rencor, con paz mental y muchísima estabilidad emocional, y ha sido un arduo trabajo, quizás de años, casi una vida entera pensando que podía hacer las cosas mal, pero las he venido haciendo bien y eso puede hacerme sentir mejor, me asustan las expectativas de la gente, no quiero que piensen que puedo lograrlo todo, cuando en verdad nisiquiera sé que puedo querer, de lo único que si estoy completamente segura es que quiero ver a mi mamá, abrazarla y pedirle perdón por todas las veces que le fallé y aunque ella no lo sabe, le he fallado, porque yo me he fallado, he querido desfallecer y sin pensarlo recordarla no me ha dejado caer, y gracias a su mirada o a lo que puede generar en mí no me he permitido eso (quizás, a veces sí) gracias a ella y después de todo, aprendí que no necesariamente siempre debo de estar bien, se vale sentirse mal, llorar, no querer nada, y quererse ir de vez en cuando.

Desapego, autocuidado con todo, menos con ella.


martes, 10 de septiembre de 2019

En la palma de su mano

Cambié de música cuando sabía que escribiría por ti, y quizás sea lo mejor que me está pasando en este mes, este año o quizás lo mejor que le esté pasando a mi vida, escucho esta canción que vengo repitiendo desde el sábado en el que te abracé, simplemente porque me recuerda a ti.

Me quedé con el olor de tu perfume en la palma de mi mano y aunque no quise que se vaya, se fue, pero no se fue tu recuerdo, tu olor o tu forma tan extraña de ser, te voy a confesar eso alguna vez, te diré que eres raro, pero que aprecio tus rarezas y que tengo tatuada tu sonrisa en mi cabeza, no sé si tenga ese atrevimiento como cuando corrí de tu mano al medio de la pista y sentía que querías cogerme del brazo y decirme que me calme, pero sonreías celebrando mi locura.

Te quiero, solo quería decir eso.

Desde que te fuiste

Escribo y respiro hondo para poder hilar las palabras que quiero poner en este texto, tengo una suerte de enfrentamientos en mi cabeza, me pregunto muchas veces ¿por qué? y tantas de esas veces no encuentro una respuesta lógica, estoy caminando más liviano, con menos problemas desde que te fuiste, menos pena, pero a veces te extraño, quisiera extender mi mano y encontrarte, quisiera estar completamente segura que estarás y que no te has ido para siempre, pero te has ido y ahí vuelvo a preguntarme ¿por qué? ¿por qué me dejaste? ¿te hice algo? y vienen a revolotear las otras tres mil preguntas que  hago a veces cuando vuelves a aparecer en mis pensamientos.

Qué aburrido se volvió todo sin ti, habían días grises y no teníamos nada de que hablar, no podía encontrar una excusa y tampoco un pretexto, no quería parecerte molesta y tampoco tenía muchas ganas de ser yo quien te hable, siempre he creído que quien quiere no se va, y te fuiste o me dejaste ir, cualquiera que fuese la situación, nos fuimos y no seguimos luchando por lo que teníamos, entonces no era amor.

Te quise mucho, para ser sincera, no sé si te quiera ahora mismo, hay una mescolanza de sentimientos que me hacen sentir que no y otras que me piden a gritos que te busque, le hago caso a las que me dicen que no, sigo escribiendo por ti, pero ya no para ti, solo quiero liberar sentimientos y es que el amor ya no existe escrito con tu nombre, solo sé que existe y tal vez se reescriba, pero no serás tú quien pueda saberlo, no sé si yo lo sepa, pero no seremos ninguno de los dos contando una misma historia.

Ya no hay mucho más que decir sobre todo lo que tuvimos, ya escribí y ya lo leí más de una vez.


jueves, 5 de septiembre de 2019

Vuelve

No tengo una solución clara para todo esto, pero creo que la única que tengo es que te quedes y quisiera que sea para siempre, ¿recuerdas? algo así como me dijiste ese lunes por la noche, en la que imaginabas como podía estar acomodada en mi cama y tu ilusión no distaba mucho de la mía, ¿cómo es que tanto interés se va tan rápido? - no lo entiendo - yo no puedo ser así, contágiame un poco de esa manera de ser para que no me duela tanto cuando siento que te vas y no es dependencia, yo le llamaría cariño, que tú estés ahí a mi lado imaginariamente o hablándome de amor fue un sueño que acaricié por mucho tiempo y que siento que se derrumba no sé por qué ¿hice algo mal? ¿tengo la culpa? ¿soy yo? ¿eres tú? quisiera hacerte todas esas preguntas porque me ahogo al no tener las respuestas, pero sé que no te las haré porque incluso en mis sueños me siento cansada de seguir pensando. 

Es culpa mía me repito, por haberte dicho las cosas tan pronto, por haberte permitido ingresar en mi vida sin ningún reparo, no es justo que te quiera tanto y que no te des cuenta o no te quieras dar cuenta, me lamento, me arrepiento y me duele, pero todo es culpa mía por haberme destruido con ternura, con palabras chiquitas, con canciones y sonidos, creo que no debemos de tener miedo a querer, nunca lo he tenido, pero ahora creo que lo tengo, siento que te vas o que no te quieres quedar, en lugar de sentir que todo estaría mejor, has venido a empeorar todo lo que ya había superado, tengo miedo y no quiero sentirlo ¿es amor? - ven, respóndeme -

Quiero llorar y no precisamente por ti, si no porque me siento vulnerable, no quisiera sentir tanto, pero cuánta razón tiene esa frase que leí hace mucho, que el amor no es tiempo si no sentimiento y en buena parte agradezco que arribaras a mi vida, me hace bien saberte vivo, me hace bien quererte, porque aunque no lo creas, yo he querido como no tienes idea, te escribo, esperando que me leas, que sepas que escribo para ti, pensando que quizás algún día de verdad toques a mi puerta y vengas, pero que no quieras irte, he tratado de ser yo, no la perfección de mujer que quisieras tener, he tratado únicamente de ser yo, de quererte, de entenderte, pero tienes una extraña forma de querer, no quieres bien y me duele, me lastimas sin darte cuenta, porque no tengo dudas y quizás tampoco pruebas, pero no quieres hacerme daño, lo sé, pero lo haces ¿cómo lo evitas? ¡cómo! quítame este dolor por favor, quizás con palabras dulces o un abrazo, quizás una sorpresa o un chocolate, quizás una pulsera de pitas de las que me gustan, o solamente una llamada, me da tanta ternura quererte tanto y también me siento débil y vulnerable, presiento que quizás esto no tenga ningún puerto, pero qué más da, si he querido tanto, esta no sería la primera vez que falle en el intento de querer y la gente como yo vuelve a creer ¿será malo o bueno? ojalá no lo sea, me acuerdo cuando te conté que yo creía en la ilusión del amor verdadero 

Vamos a correr juntos por el parque, pero la verdad lo que quisiera hacer es estar contigo en tu cama, leyendo libros o viendo una película, como te dije que lo haríamos, no lo prometiste, pero lo sentí así, me fallé a mí misma, creo que mañana voy a tocar la puerta de tu casa, ojalá y me abras tú, como las veces anteriores, quiero que seas tú y ahora si te beso, no te demores por favor, no me dejes sin ti, que me estoy acostumbrando y no quiero. No te demores, hazme el favor.

He pensado quizás mucho y eso me hace mal, mi cerebro hace muchas preguntas que yo no quisiera contestar y creo que tengo todas las respuestas, extraño que me hables, pero me extraño más a mí que a ti, me extraño estando a tu lado, sonriendo y sintiendo que tu corazón latía a mil por hora en la palma de tu mano, ninguno de los dos quería irse y eso me hace bien, y tal vez no vuelvas, tal vez nada de esto funcione y te siga escribiendo por un buen tiempo, porque cuando te dije que era dispersa, de tiempos y temporadas te mentía un poco para que no te sientas importante en mi vida, pero estoy segura que el sol también se levanta de vez en cuando y me tocará a mí superar que quizás esto no haya funcionado.

No te demores, si es que quieres volver, me estoy acostumbrando a estar sin ti y sé perfectamente que no debo de escribirlo, tampoco pensarlo y mucho menos decirlo, pero me haces falta, no me dejes sin ti.

Perdóname, por quererte tanto.