martes, 28 de agosto de 2018

Mi primer mejor amigo

Cuando lo conocí, él tenía 16 años y seguramente yo 15, no lo recuerdo muy bien, pero siempre me pareció un tipo agradable, bueno, hasta que pude hablar con él, los días se hicieron años a su lado, su amistad se volvió necesaria para poder vivir, así era yo en ese entonces, un tanto dependiente, siempre buscaba aceptación y él me la dio, lástima que solo compartimos menos de un año juntos, pero aquí vengo a contar esa historia.

Mis papás siempre se preocuparon porque yo estudiara en un buen colegio, no había otra cosa que quisieran que sea una buena persona, llena de valores y conocimientos, entonces para ellos la mejor opcion fue que estudie en Trilce (ahí lo conocí) estudié toda mi secundaria en ese colegio, pero lo conocí en quinto de secundaria, sabía que estaba desde primero igual que yo, pero nunca hablamos, porque como dije líneas arriba, yo era muy estudiosa y él quizás un alma libre, nuestros salones estaban separados por rendimiento académico, yo en el A, él en el C.

Cuando lo conocí yo estaba en quinto B y él también, ahí coincidimos, ahí nos hicimos amigos, ahí conocí al que seria mi primer mejor amigo. Ya en el 2009 debíamos todos de empezar la universidad, ambos iniciamos esa vida universitaria anhelada, estudiábamos en la misma universidad pero diferentes facultades, él conoció a la que hasta hoy es la que acompaña sus días, recuerdo que a ella yo no lo caía mal, pero por ahí va.

Como lo dije líneas arriba, yo era dependiente, me apenaba no tener a mis amigos y para mí no fue sencillo establecer una amistad rápida en la universidad, quería ver a mi grupo de amigos, pero ellos ya no tenían tiempo, así que me dediqué a estudiar, me fue bien, obtuve el quinto superior, salí perfecta, pero algo tenía que pasar.

Su cumpleaños es el 28 de mayo, en ese entonces el cumpliría 17, era nuestro primer cumpleaños juntos, creánme cuando les digo que a Renzo nunca lo vi como hombre, siempre lo vi como un ser noble, un hombre de buen corazón, el amigo que le hacía falta a mi vida, le hice una cuestión de sorpresa que se la entregue a una amiga, llego a sus manos, pero antes de eso quiero contarles que mi cumpleaños era en enero, Renzo no me saludó, solo me escribió, solo hizo eso, pensé que sería más detallista, pero juventud divino tesoro.

Llegó ese día, le hice una carta, le mande el regalito, creo que le gustó, yo nunca me enamoré de Renzo, pero siempre he sido cálida, siempre he querido que mis amigos se sientan bien, creo que lo logré, lo que no logré fue frenar ese cariño y le escribí algo bonito en el facebook, a su enamorada no le gustó y a él tampoco, lo eliminó y me escribió, me dijo que no quería que sea tan expresiva con él, que no le escriba esas cosas porque ya él tenía una enamorada que respetar, no entendía bien, pero me dejó de hablar.

¿Le había faltado el respeto? A mis cortos 16 años entendí que a la planta que le pones más agua es la que se ahoga y no crece, que no debes de dar mucho porque no florece, eso pasó con Renzo, le di demasiada importancia en mi vida, cuando él no me dio la misma en la suya, pero no importaba, para mí era el amigo que quería, al que escuchaba y escucharé hasta hoy.

Después de todo esto que cuento, no hablamos más, me eliminó de facebook y yo no tenía celular, entonces toda conexión se perdió hasta este verano 2018 que nos volvimos a juntar. En el colegio, éramos 3, los de siempre, los amigos, Paul, Renzo y yo, amigos inseparables, pero que se separaron al fin de cuentas. Nos juntamos y sentí que todo era raro, no me sentí cómoda con Renzo, creo que aún no encontraba explicación a lo que había pasado, no sopesó mi cariño de amiga, hermana y me dejó, creo que no se lo perdonaba.

Hablábamos, pero yo ya me quería ir, mil pretextos inventé y me fui, pero lo escuché, y ahí fue cuando reflexioné, Renzo no era feliz, mi primer mejor amigo no era completamente feliz, cuando es él quien merece todo, cuando la vida es una sola y cuando cada día está para vivirlo como si fuera el último. 

Sentí una nostalgia que invadía mi corazón, porque yo siempre lo he querido, dentro de mi orgullo todos estos años le escribí al chat del facebook para desearle feliz cumpleaños, porque siempre quise eso, siempre quise que sea feliz aunque me haya apartado de su vida, aunque quizás yo haya sido su única amiga en el colegio y me haya dejado de hablar, yo quería que él sea feliz y me daba cuenta con tristeza que no lo era.

¿Qué podía hacer? - En realidad nada, porque todo depende de él, pero escribo esto porque siento que me libero y lo libero a él de ese resentimiento que algún sentí por él, yo sentí que él también me dejó, como todos y que nunca iba a perdonarlo, pero lo he perdonado ya hace mucho tiempo y creo que nunca estuve tan molesta con él, porque como dije, lo saludé siempre por su cumpleaños, nunca se me olvidó.

Espero que la vida sea buena con él, merece ser feliz y que esta vida que el vive tenga un significado, que lo encuentre, que persista y nunca desista, y que si el destino nos volvió a encontrar, ojalá no se pierda esa amistad.

Que sea muy feliz, inmensamente feliz.

miércoles, 8 de agosto de 2018

Tristeza del alma

Hoy quiero escribir algo pequeño, porque el trabajo abunda pero las ideas están aquí en el corazón, la mente y el alma, no sana, pero aún sigo viva, el dolor perdura y persiste pero seguimos, hay mucha tristeza de esa en donde las lágrimas salen solas, donde te preguntas en qué fallaste, por qué pasó lo que pasó, intranquila, pero ahí seguimos.

Duele mucho, pero no hay de otra, no hay pena más difícil de curar que la que tienes engarzada en el corazón, hay mucho por hacer y eso está bien, eso ayuda, eso permite creer, que la vida sea buena y me siga dando más batallas para poder permitirme seguir adelante.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Y, ¿Eres feliz?

Ya pasaron cuatro años desde que Carlos se fue al final de arcoiris, el próximo mes Anthony y Alisson también cumplen cuatro años en el cielo, el lunes me ponía a pensar si en algo había cambiado mi vida desde que ellos se fueron ¿algo bueno hice? ¿algo bueno me pasó? ¿hice algo? creo que no encontré respuestas claras.

En estos cuatro años nada ha cambiado, sigo viviendo con mis papás, aún trabajo, no me he independizado, pero acabé la universidad, he conocido gente nueva, también conocí el amor, celebré mi cumpleaños dos años después desde que ellos se fueron, el luto aún sigue en mi corazón pero la vida continuaba y como tenía que seguir no había de otra.

Hoy, 1 de agosto del 2018 reflexiono acerca de lo que estoy haciendo para que algo bueno me pase, he hecho algunas cosas, no grandiosas, pero sí satisfactorias.

  • Trabajo
  • Ayudo en casa
  • Voy al gimnasio
  • Me compré un carro


Quisiera tener más fuerza de voluntad por ejemplo, para hacer dieta, ser muy delgada y esbelta, no logro aún conseguirla o en el fondo aún no quiero, también quisiera tener fuerza para poder olvidar a ese gran amor que aún no se va, creo que debo de ser más firme, quizás el tiempo también me ayude.

Estuve pensando ¿Y, eres feliz? Completamente, creo que no, no lo soy, no porque no quiera, tampoco porque ellos me hagan falta, quisiera retroceder el tiempo y poder demorarme un poco más en estudiar, quizás haberme dado un año sabático después del colegio, poder haber viajado más, siento ahora mismo que tengo demasiada responsabilidad, me siento también muy cansada, y creo en el fondo que también quisiera conocer a alguien, enamorarme como la primera vez y encontrar ahí un poco de felicidad, compartir con alguien tanta alegría, pero la vida es así y quizás más adelante sea completamente feliz, quien sabe.

Hoy recibí una llamada un poco inesperada, un amigo con el que no hablaba hacía tiempo, me llamó para preguntarme como estaba, fue raro, es raro, porque años que no hablábamos, pero lo escuché, quería contarme algunas cosas, fueron 26 minutos, me preguntó si ya manejaba, porque sabía de mi carro, le dije que aún no, que por el momento no encontraba cochera y que no quería dejarlo en la calle, se río, me dijo: "no te quito más tu tiempo" te quiero, grandes esos amigos que aparecen cuando una solo quiere desaparecer.

Cuando era niña pensaba que podíamos hacernos invisibles, que había una pintura o polvos mágicos para que eso sucediera, cada que mi mamá me llamaba la atención quería hacer eso, pero ayer la vi tan cerca, tan buena y linda como es ella, que me pregunté ¿algún día nos vamos a ir no? espero ser yo quien se despida y no ella, me quiere tanto que no sé si aguante, a veces hablo cosas sin sentido, ahora las escribo.

Redacto hoy este texto, porque ya son dos meses aproximadamente que terminé la relación de amor más linda que jamás pensé tener, pero la terminé por dos razones, la primera porque no había tiempo (necesario) por su parte, no había, no tenía o no quería, acepté todo sin hacer preguntas y la segunda por su falta de querer. También escribo hoy porque ya pasamos la mitad del año, en noviembre me voy de viaje y siento que todo va a estar mejor, ya dejé de lado todo ese 2018 que no ha sido bueno, que me ha hecho llorar.

Dentro de todo esto, que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, puedo mencionarles que hay sonrisas que se contagian, felicidad que se comparte y vida que hay que vivirla, recordé la canción (alma para conquistarte, corazón para quererte y vida para vivirla junto a ti), esa fue una frase en un desayuno que mandé (coincidencias) 

Anthony, quizás se escriba así, o quizás sea Antoni, Antony, hoy que voy al gimnasio veré como se escribe su nombre (ojalá vaya) es un chico que me cae bien, me llama la atención, bueno, él y otros dos más, también algunos actores de cine y unos cuantos chicos que siempre ves en la calle, sonará a chiste pero que tu mente esté dispersa en trabajo, o en estas cosas ayuda mucho a dejar de pensar en ese futuro recurrente o en esa persona que te dejó ir.

Yo sé que merezco lo mejor del mundo, merezco ser feliz, no más sufrimiento, que sea un buen mes, para mí, para ti, para todos.

Escribiré esto todos los primeros de cada mes, como terapia, como ayuda, como búsqueda incansable de algo que aún no encuentro.

G