lunes, 27 de septiembre de 2021

Capítulo 8

He estado esperando que regreses y pases por mí nuevamente, pero lo único que pasa es el tiempo y aunque tengo una pena enorme, creo que es lo mejor que podemos hacer, olvidarnos, si es que ya no lo hiciste tú ¿a donde se nos fue todo el amor? el mío sigue intacto, sobre tu amor no puedo decir mucho, siempre tan intermitente y a veces muy vacío, estos últimos días te he extrañado demasiado, pero no hay absolutamente nada de que hablar, no tengo razón para escribirte o viceversa y puede ser el inicio de todo este fin que de a pocos construimos, tal vez ya sea hora de dejar pasar no solo los días si no todo el amor que tenía para darte.

Hoy en un día más extrañándote quiero contarte que manejo muy bien, sigo hablando con esos amigos que te producían celos y de los que siempre me reí, tomo más agua que de costumbre, han cambiado algunas cosas, pero no muchas, las que sabes siguen igual, me iré de viaje muy pronto, aprendí a pedir perdón más de lo que crees, ahora tomo las infusiones sin azúcar y sigo saliendo algo tarde del trabajo.

Nunca fuiste tú, siempre fui yo la que quiso de más y por eso nos fallamos, porque debíamos de querernos igual, pero no importa, fallar es parte del proceso y aprender es lo único que me ha gustado desde que te conocí, posiblemente en el pasado todo fue felicidad y ahora ya no sé que pasará, a estas alturas de la vida ya no importa mucho la verdad, pero de algo si estoy segura: En algún universo paralelo nuestra historia terminó bien.

Te extraño

jueves, 23 de septiembre de 2021

Después de ti

No me había puesto a pensar que pasaría después de que decidieras irte, no era posibilidad, yo había pensado y era nuestro plan seguir juntos por todo lo que restaba de camino, pero como es usual y todo lo bueno en la vida tiene fin, esto tenía que terminar de una u otra manera. Tu manera sencilla de quererme se complicó, ya no compartíamos esos logros que eran alegría del otro, pasaban días o semanas sin hablar y todo estaría bien, ¿dolió? me imagino que sí, ya no lo recuerdo tanto, porque solo he conservado lo bueno de ti.

Después de ti, lloré, lloré mucho, a mares, pensando que jamás podría olvidarte ¿cuánto me tomó recuperarme? creo que nunca me recuperaré ciertamente, solo aprendí a seguir sin ti, a no saber de ti, a no querer saber de ti en realidad, esa es la verdad, probablemente dejé de quererte, quien sabe, porque ni yo misma lo sé, hoy escribo porque me acordé de ti, porque siempre regresas cuando ya no es necesario, hay destellos de recuerdos, de los buenos, porque ninguno es malo. Te pediría que me dejaras verte una vez más, pero ya no estás, abandoné esa partida, como la partida de tenis que no jugué, la de ajedrez que perdí y así miles de cosas más que intenté hacer para mantener la mente ocupada, podría decirte que logré abandonar tu recuerdo, ya no dolía tu ausencia, ya no duele tanto, pero a veces, como hoy, quisiera decirte que te amé, pedirte que regreses o que nunca te hayas ido, que esa decisión no fuera definitiva o que me quisieras unos días más.


lunes, 13 de septiembre de 2021

Asfixiándonos

Te pregunté si querías que esto funcionara, pero no debiste de haber sido solo tú el de la decisión, te permití cuestionarte el cariño que sentías por mí, cuando ya sabía que no me querías, o cuando sentía que no lo hacías por amor, que tu sinceridad era a medias y que algo siempre terminabas por ocultar, tus sentimientos, lo que hacías o cualquier otra cosa en la que yo podría salir lastimada ¿Gracias por eso? no lo sé, no quiero agradecerte por algo que al fin y al cabo siempre terminaba doliéndome.

Me querías ahí, asfixiándome de indiferencia, pero ahí, yo seguía porque la justificación de amor es lo único que podría responder, siempre esperaba que me dijeras que no me querías, lo necesitaba, quería escucharlo para irme de una vez por todas, pero no lo hacías, susurrabas que me querías, a medias, pero lo hacías, me escribías a las tres de la mañana una canción que podíamos hacerla nuestra y mi corazón volvía a emocionarse, sentía que éramos los mismos otra vez, pero en dos o tres días todo volvía a la normalidad, esa fría normalidad que catalogué como algo usual, no podría culparme de quererte tanto, algo hiciste bien, pero la parte más horrible de todo esto es intentar decir que ya no pasa nada, que no nos queremos, o que solamente soy yo la que quisiera querer, pero que a veces o muchas veces también no me importabas, que me alejo tanto que cuando te das cuenta, regresas, siempre regresas, pero no para cumplir lo que prometiste si no para seguir asfixiándonos de desamor.

Dímelo, dime que ya no me quieres, hoy más que nunca corta tú este vínculo, es lo único que hace falta para dejar de perder el tiempo o esperar a que pase algo que sabemos no llegará.