jueves, 24 de noviembre de 2016

Julissa

Toda mi historia, siempre ha tenido un fin, un desenlace que quizás no quiera, algo o alguien que deja de quererme, una persona que viene y súbitamente tiene que irse.
Ella siempre se ha quedado, es esa persona necesaria, a la que paulatinamente puede odiar, pero jamás dejaré de querer, mi sangre, mi vida, la daría por ella, es ella la única que puede fortalecerme, convencerme, apaciguarme, ella me da paz, irradia luz, ella solamente ella.

Julissa, es fría, te observa sistemáticamente, te escucha, te oye, te mira, pero no te dice nada, cuando te equivocas se acerca y te aconseja, te estudia sigilosamente, es aquella chica que quise ser pero no fui, porque tenía que completarla, ella no podría escribir muchas palabras de amor y quizás no pueda hacerlo, pero lo siente, no lo dice, pero con un abrazo puede pronunciarse, es la mujer perfecta para mí, es mi ejemplo y ella no lo sabe, quisiera ser tan fuerte como es ella, quisiera dejar de sentir tan fácil, quisiera ser más, pero la tengo a ella y no importa, yo soy feliz teniéndola.

Muchas de las veces en las que he caído ha sido la única que siempre se ha quedado, llora conmigo y su fortaleza se va, quisiera que nunca me pasara nada, me cuido más que nunca por ella, para que no sufra nunca más una pérdida, no la quisiera dejar sola, no quiero que ella llore, que la lastimen, es más fuerte que yo, sé que nada le pasará, 

Estamos juntas desde que ella abrió sus ojos, es mi incondicional para todo, aunque siempre acierta cuando yo me equivoco, es la única que me entiende, que sonríe y que es feliz porque yo lo soy, le destroza mi dolor y a mí me rompe hacerla sufrir, cuando ella está mal siempre lo siento, tengo esa conexión infinita únicamente con ella, siento lo que le pasa, lo que le hace mal, lo que la lastima y siempre trato de apaciguar sus penas, sus llantos y sus temores, aunque ella es más fuerte que yo, también se derrumba y siempre estaré ahí, únicamente para ella, sé que todo el mundo podrá fallarme, menos ella.

He soñado con que ella sea la madrina de mi hija, que los hijos que tenga la amen tanto como me amaran a mí, Julissa compartirá mi amor con mi familia, quizás no la deje de querer nunca, pero si lo compartirá con mis hijos, quiero que ella siempre se quede conmigo, que nunca se vaya, quiero quedarme con ella para toda la vida, que mi esposo sea su amigo y mis amigas, sus amigas, que Julissa sea mis ojos, mis manos, que ella quiera tanto a mis hijos como yo los amaré, quiero que siempre esté a mi lado.

Me quedaré para siempre, porque por ella ahora doy la vida, porque es luz para la misma, la amo con todo el corazón, con ella solo seré leal, incondicional, no hay descripción para el amor que siento por ella, Julissa es la mejor versión de mí misma, mi hermana.

Con el alma, el corazón y la sinceridad de todas mis letras, te amo para toda la vida.

Giovana

martes, 22 de noviembre de 2016

Tan fácil



Carta para el primer y gran amor de mi vida:

"No tengo ninguna duda de que ella haya llegado a amarlo, pero estoy segura de que yo lo amé tanto como ella."

Me estoy yendo sin que él lo sepa, despacio, sin avisarle, sin mirarlo a los ojos, porque si lo hago, no me voy, me quedo a su lado, me enamoro aún más, tengo el corazón partido, la mente me dice que hacer y el corazón quizás inconscientemente me dice que me quede, de un tiempo acá, él ha sido mi felicidad absoluta, mis manos, mis ojos, mis mejores momentos, lo amo como jamás pensé amar a nadie y quizás en otro momento vuelva a amar, pero a nadie como lo amo a él, ha sido mi amor puro y bonito, sus ojos, sus manos, sus palabras, nuestras conversaciones por la noche, las canciones que me recuerdan su nombre.

No me cabe la menor duda que ha sido el mejor error de toda mi vida, lo he amado porque lo ha merecido, pero yo no merezco sufrir, no quiero tampoco, y vengo luchando con eso día a día, levantándome con una despedida en la boca, diciéndole con los ojos que lo amo, pero aceptando que no me ama como lo amo yo a él y tal vez sea mi culpa porque he esperado más de lo que he percibido y aunque nunca he pedido más, me duele, me lastima y sufro, sufro mucho.

Pero no tengo remedio, lo sigo, lo aclamo, huelo a él, siento por él y aunque no me ama, me quiere y quizás sea solo eso, quizás sea solo un gusto, tal vez no me ame porque no quiere sufrir como yo lo hago, quizás pueda amarme pero no me lo demuestra, ese es mi primer problema, el de la negación, el de pensar que pueda llegar a amarme cuando sé que no pasara, es un sueño, utopía para mis ojos, me desespera que no corresponda a todo mi amor, pero si declaramos culpables, la única que iría a la cárcel sería yo, me he detenido firmemente a pensar en qué puedo hacer para sobrellevar este dolor y el único camino que puedo emplear es el de olvidar, el de dejar ir y quizás sea el mejor.
He tenido las mejores tardes, los mejores días y en sus manos me he convertido en mujer, en su piel he sentido el mayor de los éxtasis, lo amo porque he volado en su mente y he regresado al mismo nido, lo he besado como jamás he pensado hacerlo, he sentido el cariño más desinteresado a su lado, con él no importa si son diez minutos, quince segundos o veinte horas, no interesa, si es a su lado yo soy intensamente feliz, no importa si son chocolates o un diamante el que me pueda dar, si viene de él hasta una servilleta con su nombre es real, es amor, he entendido que mi amor sobrepasó cualquier límite que creía conocer y lo he mirado francamente, él conoce de mis sentimientos, él sabe que lo amo de la manera más pura, limpia, nunca le he fallado y no pienso hacerlo, quiero que sea feliz también, es mi lucha, su sonrisa, su tranquilidad.

Muchas de las veces en las que hemos conversado, yo he estado rota, destrozada pero hasta el día de hoy he tratado por todos los medios de hacerlo feliz y sé que le duele tanto como a mí que yo sufra, a mí me rompe demasiado no poder manejar mis sentimientos, no obstaculizar esas lagrimas y no saber sobrellevar algunas situaciones que me duelen como nada, sé que soy dueña de parte de su corazón, sé que ha sido intensamente feliz conmigo, sé que me elegiría quizás en otra vida, pero como no la hay, me tengo que conformar con la que me tocó, cuando escribo esto, siento ese cosquilleo que te duele y ese apretón en la garganta que se convierte en un agujero en el corazón.

Estoy escuchando una canción que me teletransporta a sus ojos, a sus manos, a sus sonrisas, a esas tardes en donde estábamos juntos, siento que ya estamos a un paso de despedirnos y me duele demasiado, siento que me voy a volver a hundir, siento que me estruja el alma, me enamoré tonta y locamente de un amor que nunca será mío, no me apiadé de mí misma, he llorado incansablemente, he sentido que he caído en lo más profundo, pero siempre me he levantado, tal vez no sea necesario tanto drama, quizás nadie me crea, pero sé que él sabe todo lo que siento, él sabe, lo sabe.

No me cabe la menor duda que he aprendido a amar con sus manos, con sus ojos, con su manera linda de hablarme, con esas conversaciones de madrugada, soy yo quien lo conoce íntegramente, sé sus secretos y sus temores, lo conozco como nadie lo ha conocido y me tengo que ir, lo tengo que dejar porque no aguanto tanto amor, tengo que irme, no puedo más con este dolor, he llorado lo necesario y aunque siento que mi amor ha cambiado, lo sigo amando, lo he amado en secreto y él no lo sabe, no se lo he dicho, no le he dicho que lo sueño, que lo amo como en las novelas, como en esos cuentos de niños.

Si tendría que diseñar mi príncipe azul, sería exactamente igual a él, amo cada una de sus imperfecciones, sus ojeras, sus labios gruesos, sus ojos chinitos, me he equivocado tantas veces, pero sé que este es uno de los mejores errores de mi vida.

No sé en qué termine, o cuando termine, tal vez estemos más cerca de lo pensado o quizás no, lo único que sé es que nadie es indispensable para poder continuar y aunque me destruya cuando me vaya, sé que volveré a empezar.

Siempre he pensado que mi vida la hice una novela o quizás quiera ser parte de ella, había una con la que me siempre me sentí identificada y aunque amar también ha significado sufrir, volvería una y mil veces más a amarlo

Te acuerdas? te la dedicaré siempre

Gracias por enseñarme a amar, aunque fallamos en el intento.


miércoles, 16 de noviembre de 2016

Tus letras

Lo lindo de escribir es que siempre puedes transformarte, no necesariamente puedes decirlo todo con palabras, entonces utilizas esta manera para poder comunicarte, para poder expresarte, decir lo que sientes, lo que piensas y quizás poder decir aún más, entonces yo siempre he pensado que si escribo es porque tengo algo que decir, pero ahora ya no lo hacía, me pregunté, no habría pasado algo? o tal vez no sabía que en mi interior quizás esa inspiración se estaba yendo, entonces lo que hice fue volver a escribir, pero como lo hacía antes, en mi agenda, en mi cuaderno, en mi sitio de trabajo, en algún lado y como no tenía nada que escribir no lo hacía, entonces concluí que en mis peores épocas mi mejor terapia es escribir, entonces, estoy nuevamente en mi peor época?

He llegado a la conclusión que puedo escribir en distintos estados de ánimo, que no sirve de mucho si estoy triste o feliz, que no necesariamente mi estado de ánimo depende de lo que escriba, pero la inspiración siempre será la misma, aunque ahora sea inmensamente feliz.

Ella no está

No suelo ser tan pesimista como parece, muchas de las veces siempre he sido yo la que ha analizado cada situación y he mejorado o revertido la pena o tristeza de otros, hoy siento que me hundo, que nadie puede ayudarme, que quiero llorar, que me quiero ir, pero no de morirme, si lo he deseado, pero lo único que quiero es estar sola, quiero viajar, salir, no conocer a nadie, quizás así sea mejor.

He pensado detenidamente por qué no estaba escribiendo, me había llamado la atención yo misma, si no escribo me siento vacía, pero quizás era porque he llegado al tope de felicidad, tal vez estaba enmudecida, mi corazón retumbaba, y como nada dura para siempre y menos para mí, tenía que volver a la realidad, es difícil seguir con tanto en el alma, si es ella la que concentra todo lo que no quiero ver o sentir, yo veo con el alma en la mano y he amado de la misma manera, he sentido más de la cuenta y por culpa de eso, por no saber distinguir sentimientos, por no manejar mis emociones, por no ubicar mis miedos y dramas, me desespero, me enerva ser yo quien sufra, a la que le rompan el corazón tantas veces y aún así sea yo la que perdone, la que no dude, la que siga apostando por algo que no tiene fin, pero quién es la culpable de todo eso, solo yo, yo soy la que no hace bien las cosas, soy yo la que sabe que está mal, pero lo sigue haciendo por una felicidad efímera, a corto plazo, quizás me sienta contenta con eso, quizás merezca tan poco, no tengo ni idea de por qué hago estas cosas, no tengo una explicación certera para tanto error.

Tal vez ya no deba de dar segundas o terceras oportunidades, quizás me equivoqué dando la primera oportunidad. ¡ME QUIERO IR! no quiero sufrir más, no debo, no puedo, no quiero permitirlo, pero es más fuerte que yo, he llorado todo lo que jamás pensé llorar, he sentido un enorme hueco en el corazón y he seguido porque no tenía nada más que hacer, no podía hundirme, no podía quejarme, no podía, porque siempre lo he sabido, pero no hay más problema en eso no?, solo busco libertad, quiero seguir aquí, pero también me quiero ir, yo solo quiero olvidar, irme, eso pesa aún más en mis decisiones, me quiero ir, lo repito incansablemente hasta que me la crea, hasta que mi corazón deje de sufrir, pero no lo hace, sí sufre, si llora, y no solamente el corazón, la mente, el alma, es horrible, no quiero sentir nunca  nada más algo que se parezca a esto.

No quiero quedarme, eso lo tengo claro, pero no quiero irme también, tengo una disyuntiva entre lo que debo, quiero, no puedo sentir nada más pero ahí voy sintiendo más, haciendo las cosas mal desde que lo recuerdo y es que es mi culpa, íntegra y totalmente mi culpa.

Quizás sea difícil, tal vez no lo haga pronto, pero sé que no volveré, que ya tomé la decisión y podría ser que en algún momento me pregunte, quién mirará sus ojos chinitos y quién tocará sus manos blandas y chiquitas, pero también sé muy bien que dirán que "Ella no está"

No volveré.