domingo, 27 de septiembre de 2020

Una sola razón


Dame una sola razón para quedarme y te juro que lo hago, ¿no te das cuenta? la necesito hoy más que nunca, no quiero irme, no dejes que lo haga por favor, no lo permitas, pero si tu amor no es el mismo no me des ninguna razón, déjame, pero dímelo, hazlo tú porque yo no puedo, se me va la vida pensando que dejarte es la mejor decisión y se me rompe el alma, no solo el corazón, llega la noche y no dejo de recordarte, te pienso y te extraño.


Te amo como siempre y como nunca dejé de hacerlo, te amo más que a nada y tengo que dejarte ir ¿no seremos felices? ¿nunca?; entonces ¿para que te conocí? me aterra pensar que esta es la mejor decisión.


Me estoy yendo y no haces nada por detenerme, espero volver a escribir contando quizás que no me fui o que regresé y que volvimos a ser felices, pero si eso no pasara, no te preocupes, tal vez todo fue un sueño y teníamos que seguir caminando y no precisamente juntos, aunque es preciso recordarte que me habría quedado el resto de la vida contigo solo contigo. 

lunes, 7 de septiembre de 2020

Mi amor de niños

Cuando dejé de escribir me di cuenta que algo me faltaba, y pensé que quizás era dolor, pero no escribía siempre por dolor, algunas veces, solo algunas escribí para terminar de conocerme, para seguir con lo que quería o para recordar lo que sentía, pero siempre estaba relacionado con algún sentimiento, escribí muchas veces por amor, también por tristeza y entre otros sentimientos que no recuerdo, quizás deba de releer mis escritos solo para recordar, pero a veces no quiero y probablemente sea lo mejor.

Dejé de escribir porque estaba plena y porque no escribiría solo por escribir, cada escrito mío tiene el alma rota o el corazón contento, quizás habría escrito por decepción, por amor o que se yo, pero siempre escribí por alguien, por lo que vi, por lo que sentí o también por lo que viví, hoy quiero escribir por ese amor que no se logró pero que siento que nunca se irá, por ese sentimiento que se llegó a concretar, por esas miradas, por esas llamadas, por las veces en las que nos quisimos sin darnos cuenta, por los celos, por las alegrías, por los consejos, por la amistad, por los años, por la vida y por él, voy a escribir en su nombre, porque así lo quiero, porque aunque resulte incierto, lo quiero y quizás toda la vida lo querré.

Ya estaba, ya había llegado, es algo así como un mapa dentro de mí, tenía que llegar de alguna manera, estábamos buscándonos para llenar vacíos, egos, para sentirnos cerca, escribo un año después de haber reencontrado a mi amor de niños, le escribo a ese amor inocente que hizo que me gustaran las clases de natación, le escribo porque sé que algún día lo va a leer, no estoy completamente segura si eso pasará, pero igual lo escribo, quizás por él o más por mí, tal vez podría ser para no olvidarlo, porque seguramente eso pasará con el andar de los días, quizás dejemos de hablar como siempre y nos olvidemos y cuando tengamos alguna necesidad de saber del otro, el menos orgulloso escribirá, a veces he sido yo, y otras también él, es que no hemos sabido a ciencia cierta que hemos sentido, nunca supe bien si le gusté, pero siento que me quiere y eso ya es suficiente para que yo lo quiera.

Le encanta dar la contra y ya me adapté a que siempre lo haga, le gusta leer mis escritos y por eso sé que quizás algún día lea este que es para él, pero no sabía que podía contármelos o podía escucharlos cuando hablaba con él, le gusta un escrito mío y lo ha leído, después de cuatro horas de charla hemos escuchado el uno al otro el escrito que se llevó mi corazón, no era para él, pero le gustó, quería correr a abrazarlo y decirle que siempre lo voy a querer, pero no puedo.

He tenido un sueño, de esos lejanos, de los que despiertas y de los que dices ojalá no hubiera despertado, estaba él, estaba yo y no existían las personas que escribieron nuestro pasado, yo era más joven y escribía menos, pero lo quería y solo eso importaba, quizás en otra vida pueda cruzarme en la suya y esta vez si coincidir y tal vez sea para siempre, no como en esta que es por temporadas.

No me hace falta, no lo extraño, pero lo quiero, quizás sea mi amor más genuino, lo dejo ir porque en su vida no hay espacio para mí, pero quizás y quien sabe algún día si pueda verlo con la chamarra amarilla que siempre le pedí que usara. 

El amor nunca ha sido difícil, es más nisiquiera sé que hacer con todo lo que siento en este momento, pero pasará, como todo lo que pasa en esta vida, no hay tiempos mejores o peores, solo tiempos y este pasará. 

Con el alma, antes y después o como siempre.