domingo, 28 de febrero de 2021

Todo está bien

Siempre llega el momento de la calma, el momento en donde ya no lloras, donde ya nada duele, donde nadie te hace daño, porque no hay nadie a tu alrededor.

Haces falta, siempre la harás, pero quien soy yo para pedirte que te quedes, nunca fui una opción para quererme y no sé si me duela ahora mismo, pero lo repito cada cierto tiempo para tener en claro el motivo de mi partida, te diría que todo está bien, pero no tiene sentido, no lo has preguntado y no te escribiré, no hace falta que me digas que no me quieres, porque eso lo sé, tus ausencias y tus acciones me dieron un portazo en la cara, me dejaste de querer o quizás nunca lo hiciste y fui solo yo la que escribió esa historia que ya no quiero contar.

Quisiera agradecerte, pero cierro mis ojos y ya no estás, ya no te extraño, ya no te pienso y ya no proyecto nada contigo, no sé si me hiciste mucho daño, quizás sí, quiero creer que no sabías lo que hacías, porque si lo sabías no tendría mucho sentido seguir escribiendo, pero lo hago no precisamente por ti, lo hago porque me hace bien, porque ahora mismo no hablo con nadie y porque no quiero la lástima de nadie, incluyendo la tuya, nunca la quise y es por eso que me fui, yo no quería irme y lo sabías, pero no hiciste nada por detenerme, entonces caí en cuenta que no importaba lo que podía hacer, en fin, esa historia ya la conté hace algunas lunas y mucho bien volver a contarla no me hace.

Si es que acaso te preocupa, por aquí todo está bien.

Ya no siento nada

Aunque me pidas que me quede, tengo que irme, ya no sé lo que es sentir y probablemente tenga que reencontrarme en algún lugar, con alguna persona y quizás esa persona sea yo, no es que me haya perdido, es que me encontré y la no necesidad de sentir me hace fuerte y no quiero serlo, quisiera pedirte como siempre un abrazo o una caricia o repetirte cosas todos los días y me digas que ya lo sabes, pero ya no me nace, ya no quiero hacerlo y creo que es porque dejé de quererte ¿lo mereces? quien soy yo para saber de merecimientos, lo único que sé ahora mismo es que no siento nada por nadie, excepto por cuatro personas, siempre hay excepciones ante una regla y es esa.

Quisiera ser la de antes, la que podía expresarse, la que sabía querer bien, pero no sé quien dice que como quiero actualmente está mal, quizás sea yo la que ha estigmatizado mi manera de querer, probablemente no es usual, pero tendría que volver a querer a alguien que no sea de mi entorno, si me escribes o me llamas, está bien, te contestaré, pero no te necesitaré para seguir bien, ya no haces falta, ya nadie hace falta y a veces eso me duele, porque quisiera que hagas falta, te extraño muchos días y otros es como si no existieras y eso pasó porque es cierto que nada dura para siempre y esta es una prueba de ello.

Podría decir que dejé de quererte a ti, pero es que ya no quiero a nadie, nadie me hace falta, tanto fue mi dolor, que abracé mi soledad y me acostumbré a caminar con ella, no sé cuánto tiempo dure todo, tal vez es solo una faceta, quizás sea algo bueno, quien sabe, ni yo misma lo sé, solo sé que ahora no te quiero querer, porque cuando lo hice dolió mucho y probablemente esa sea la respuesta para todo.

Perdón por haberte querido tanto.

jueves, 18 de febrero de 2021

La cuadra 39

Nunca doy pasos en falso, siempre he pensado en el rechazo, y es que te he querido tanto que tenía -podría decirlo-, un poco de miedo, quise besarte, quise sentirte y me acerqué lento, tenía que hacerlo, estábamos tan juntos, que esa oportunidad tenía que tomarla, era la última que quería y lo hice, cogí tu mano y bajé mi cabeza en tu hombro, el corazón me palpitaba más de la cuenta, sentía una taquicardia , pero no me rechazaste, es más sentí como entrelazaste tu mano con la mía, sentí que flotaba, entonces me di cuenta que te amaba, no sé si mucho, pero te amaba, me sentía atrapada, había mucho tráfico y yo estaba feliz porque eras tú quien estaba conmigo, sentí valentía para extender mi mano y acariciarte el rostro, mi mano ya no temblaba, pero tenía miedo, ese miedo del amor, lo hice y cerraste tus ojos, no me habría cansado de acariciarte, pero mentiría si dijera que se logró mi gran amor, quizás no estaría escribiendo sobre ese episodio si lo seguiría haciendo, de pronto todo cambió y ya la extensión de mi mano con la tuya no generaba esa conexión, lo sentí y no sabes como me dolió, las miradas ya no eran las mismas y el amor se había agotado, no sé que nos pasó, pero ya no había amor, quizás de mi parte sí, del tuyo solo compromiso por no lastimarme y aunque no lo creas, me dolía mucho más que fingieras ser feliz conmigo, cuando ya no lo sentías, quizás fue una de las razones para alejarme de ti.

Te diría que quisiera acariciar tu rostro como siempre, pero siento que ya es tarde y que esa única oportunidad que tomé me permite escribirte esta entrada, aprendí de ti muchas cosas, una de ellas es esta: soltar, soltar recuerdos, que aunque con lágrimas puedo decirte que si alguien me pregunta por amor, siempre mencionaré tu nombre.

domingo, 7 de febrero de 2021

Felicidad

Abril 2020

Hay personas que están destinadas a ser parte de tu camino, personas que no necesariamente se van a quedar, pero te van a regalar días de felicidad, ellos nisiquiera lo saben o no tienen idea de lo mucho que pudieron sumar, porque también existen las personas que aparecerán para restar, para hacerte sentir mal, para enseñarte que en esta vida no todo es bueno, pero al final del arcoíris siempre te encontrarás con el bien y quizás esta vez puedas elegir.

Eso fue él, fue luz, y no lo sabe, quizás nunca se lo dije y de eso también asumo la culpa, nunca digo cuando quiero y eso siempre va a estar mal, pero no importa, tal vez, quizás solo tal vez eso cambie en algún momento, no sé si exista lugar más bonito que sentirse querido, no sé, puede ser que sí, no todos debemos de pensar igual, pero sentirse querido se siente bonito y eso también lo logró él, hay gente que no tiene ni idea de lo bien que hace, gente que te habla y que te contagia felicidad, él siempre fue eso, solo eso.

El viento voló contracorriente y me lo trajo, lo mandó como quien no sabe porque hace las cosas, pero él apareció así, de la nada, sin razón y no estuvo mal, nunca algo tan de imprevisto estuvo tan bien como su llegada, es que yo estaba bien, pero con él a mi lado estuve mejor, sí, de verdad que estuve muy bien.

Se tuvo que ir, como cuando se van las cosas tan bien hechas, tuvo que volar, pero me dejó paz y eso no lo logra nadie porque sí, solo pudo lograrlo él, él que es toda felicidad, sonrisa y vida, creo que alguna vez te lo dije y si en algún momento me lees: Gracias por darme vida, solo eso.

sábado, 6 de febrero de 2021

La responsabilidad de mis sentimientos

Sentí que te obligaba a quererme y me alejé definitivamente como prueba de este gran amor, amor que quizás nunca se realice, ya la verdad no hago ninguna pregunta porque no encuentro respuestas y hacérmelas me hace mucho daño, siempre me he preguntado ¿por qué no? siempre, pero ya dejé de hacerlo y he decidido que todo siga su curso, ese curso que quizás la vida quiere que tome, tal vez podría ser alejarnos por completo.

Lo he intentado todo y nada ha funcionado, no sé si esta sea una despedida real, tantas veces la he escrito que ya tengo perdida la cantidad de números que podría ser, pero lo escribo porque me hace bien, porque lo necesito, porque al fin y al cabo es la única manera de poder expresarlo, no se lo cuento a nadie porque no quiero pena ni lástima, no te lo podría contar a ti, porque no quiero que pienses que quiero que me quieras, eso no se pide, jamás lo haría, yo sé que darías tu corazón por el mío, sé que me quieres, pero no lo suficiente y eso no sabes como me duele, pero ya no le remuevo al sentimiento, porque me hago mucho daño nuevamente.

Hace poco me enteré que sales con alguien, sentí tristeza porque pensé que podríamos tener una oportunidad, pero la vida me dio el golpazo y me dijo que no, en verdad lo hiciste tú pero no directamente, sé que no quieres dañarme porque al fin y al cabo soy buena, siempre lo he sido y siempre lo seré, porque mi amor nunca estuvo sujeto a una relación, mi amor fue fe, fe de que me ames, fe de ser amor, fe de estar juntos, fe de saber que podríamos contar el uno con el otro, fe, solo fue fe y esa es mi respuesta cuando me preguntan por un amor verdadero.

Lamento que sientas que mis sentimientos están atados a ti, lamento que creas que no puedes seguir adelante para no dañarme, hazlo por favor, sé feliz, es lo que más quiero en esta vida, a pesar de no haber coincidido, a pesar de no estar juntos, yo te liberé hace un buen tiempo de la responsabilidad de mis emociones y sentimientos, porque son eso, son mías, llevo un proceso largo y difícil para olvidar, pero sé que como todo en esta vida, lo lograré, lograré dejar de quererte con la intensidad que lo hice hace un buen tiempo, lograré no llorar más por los recuerdos del pasado, lo prometo, lo haré, pero sé feliz, que no quiero la responsabilidad de sentir que no lo haces por mi culpa, no quiero sentir eso, tampoco quiero sentir que te obligo a quererme, lo odio, no sabes como odio sentir eso, y lo siento, por eso lo escribo, lo escribo entre lágrimas porque jamás pensé que amar podría doler tanto, me dijeron que eso no era amor, entonces es desamor y es verdad, es desamor del más duro, pero pasará, te juro que pasará.

Yo he asumido la responsabilidad de mis sentimientos, sigue siendo libre y feliz.

La soledad y yo

Hay muchas maneras de decidir alguna cosa, una de ellas también es alejándose, quizás es de las decisiones más difíciles que nos toca tomar como seres humanos, porque eso somos al final del día, simples seres humanos, que necesitan atención, cariño, amor, pero que a veces no lo dicen, o dicen no necesitarlo, porque cuesta, cuesta mucho después de tantos golpes, es esa la decisión que tomas, no decir o dejar de sentir, prefieres el camino más amable contigo y eso está bien, pero lo que nunca estará bien es normalizar la soledad, esa soledad que te golpea, te agobia y te aflige, que por las noches te hace sentir simple y vacío, esa soledad que es inexplicable, la que hace que tu corazón palpite y que de vez en cuando llores, no sé si a todos los pase, cuento una historia, no precisamente la mía.

Tal vez te has acostumbrado a esa soledad que te acompaña, tal vez te volviste huraño y te olvidaste de quienes te quieren, suele pasar, podría ser una temporada en tu vida o quizás algo que se quede el resto de tu vida, no saber compartir tus alegrías o emociones también es difícil de explicar, no quiero introducirme mucho a ese tema porque soy partícipe de la misma, no cuenta nada, no explico nada, no hablo nada con nadie, nadie más que mi familia tiene mi cariño infinito, no le tengo apego a nadie porque no quiero sufrir, ya bastante lloré hace un buen tiempo y quizás lo sigo haciendo porque no pude soltar, no suelto tal vez, y quisiera que todo pasara, que todo fuera un sueño y que quizás estemos a tiempo de ser felices, sé que no sucederá, pero lo escribo porque lo siento, porque lo quiero y quizás al final de cada día lo rezo, con esa misma nostalgia con la que pedí dejar de quererte.

Acompañamos esa soledad con vacíos, con regalos, con intereses ya no en común, pero intereses al fin y al cabo, siento que todo apesta y solo quiero dormir, ha sido una semana de mucha mierda, pero pasará, como todo pasa en esta vida.