miércoles, 26 de diciembre de 2018

Nunca me importó nada

Nunca me importó nada, empezaré así una de las tantas notas que escribo por ti, quizás también para ti, aunque ya no trato de que leas nada de lo que escribo, ya para qué.

Siempre he pensado que el amor debe de ser paciente, comprensivo, hasta he podido darme cuenta que cuando alguien está enamorado o enamorada como fue en mi caso, nada basta para hacer feliz a la otra persona, todos esos libros que hablan de ese sentimiento bonito dicen la verdad, lo he podido descubrir.

A ciencia cierta sé que nadie lo amará como yo, he tenido mil razones para despreciarlo, odiarlo, pero no saben como quiero que él sea feliz, que su luz ayude e irradie más que nunca, y también pido con mucho fervor todos los días que él siempre esté bien y que si Dios quiere en algún momento nos volvamos a encontrar, quizás más maduros, él más presto a amar y yo menos loca de amor por él.

Me enamoré hasta los huesos, no saben cómo, he llorado tanto que me he quedado dormida, he hecho manualidades pintándome las manos con mucha témpera, comprando stickers de dibujitos, haciendo cartas, he colocado toda mi atención, la que había y la que no existía para él, sé vivir sin él, pero lo elegí más de una vez.

Pasaron muchas cosas de esas que nunca podrás contar porque todo es tan tuyo, tan nuestro que nadie tiene derecho a saberlo, porque son secretos de esos bonitos, de los que hacen que el corazón baile, se dan cuenta que cuando escribo de él nunca lo hago con odio, siempre todo es con amor, con ese sentimiento bonito que él me enseñó que existía.

Han pasado también muchas cosas malas, que han permitido que lo suelte, pero no sopesaron nunca, jamás me hizo daño intencionalmente, siempre fueron cosas chiquitas, mis expectativas, mi amor loco por él que me hacía esperar muchas cosas que no le nacían, con él aprendí que "si no le nace, no se lo pidas" aprendí a esperar, a tener mucha paciencia, a sorprenderme por un regalo chiquito, por una nota o por un mensaje de voz, aprendí a quererlo con todo lo bonito y lo malo que él tenía, jamás quise cambiarlo, lo acepté con sus miedos, sus mejoras y sus maneras también raras de ver algunas cosas, para mí era sorprendente todo lo que él me contaba, lo contemplaba, su rostro se impregnó en mi corazón, sus manos en mi alma, sus ojos estallaron siempre en mi mirada.

Nunca me importó el dinero, los regalos o cualquier celebración, fui su fiel compañera, la que estaba ahí cuando a él le hacía falta, quizás hasta podría decirse que era su incondicional, nadie nunca me reprochó tanto amor, todos lo respetaban, ha pasado algún tiempo desde que ya no lo veo, desde que no siento sus manos o no escucho su voz, pero no importa, mi corazón siempre le pertenecerá, siempre laterá por él, donde quiera que esté y quizás no sea precisamente a su lado.

Nunca vas a estar solo, yo siempre estaré.


martes, 11 de diciembre de 2018

No debí enterarme

Quisiera no haber sido tan curiosa y enterarme de cosas que no debería de haber sabido, necesitaba esa ilusión, la requería para encender un sentimiento diferente, no tenía por qué enterarme.
Hace algunos meses entre esas idas y venidas que tiene la vida, conocí a un chico, solo lo conocí, no hablábamos, no teníamos nada pero me gustaba mucho, nos veíamos de vez en cuando, pero era solo eso, un cruce de miradas, una conexión mágica, algo que sientes como una electricidad en el cuerpo, yo que estaba con el corazón roto, tener una ilusión así me hacía bien, yo estaba desesperada buscando dejar de querer al que creo ha sido mi gran amor (aún no lo logro, pero ahí vamos).

Así transcurrieron algunos meses, no hablábamos nada cuando nos veíamos, es más ni siquiera sabíamos nuestros nombres, pero como dije líneas arriba, esas miradas lo decían todo y verlo me hacía mucho bien, demasiado diría yo, es más, ha sido en buena parte un gran motivo de muchos cambios.él no lo sabe, quizás nunca lo sepa.

Yo soy un poco extraña, no soy la que empieza una conversación, no llamo, no escribe, no habla, no nada, siento que es mejor así, no lo sé, pero así pienso. Entonces, deben de entender que nunca le hablaría, hasta que él lo hizo, fue extraño, sentí esa electricidad que les conté, estaba nerviosa, me asustaba pensar que era posible enamorarme de nuevo, porque aunque no lo crean aún guardaba alguna ilusión de ese gran amor, el mes pasado en los primeros días se desvaneció por completo esa ilusión, entonces ya me sentía un poco más libre. Me di cuenta que a mi gran amor yo no le hacía falta, que ya debía dejarlo ir porque eso el quería, entonces lo hice.

Cuando me habló, sentí ese sentimiento de nervios que me había pasado algunas veces pero en esta oportunidad me sentía insegura de decir algo incorrecto, algo que quizás pueda borrar la magia, no lo hice, todo fue lindo, me sentí bien y creo que simpatizamos, hablábamos poco, no teníamos nuestros números, porque como dije líneas arriba no soy de las que genera la conversación.

Ayer hablamos, fue extraño, me contó algunas de sus cosas, entre tantas unas que no me gustaron y sentí que todo se desvaneció, no debí de enterarme, quizás hubiera sido mejor si solo nos mirábamos, sin hablarnos, sin decirnos nada, todo se arruinó.

Y si tengo que hacer un balance de todo esto que me ha pasado, conjugando sentimientos y pegándole fuerte al corazón debo de decir que ha sido positivo, logré soltar a mi gran amor, creció aún más mi amor propio, aprendí y conocí de nueva gente, he perdonado amar tanto y recibir tan poco, lo perdoné mirándolo a los ojos, he llorado cuánto no se imaginan, hasta el 8 de noviembre lloré su ausencia, me hiciste mucha falta, no sabes cuánta, pero me levanté, me alegré, celebré conmigo y por sobre todas las cosas me animé a ser feliz.


jueves, 15 de noviembre de 2018

La partida final

Supongo que así pasa y creo que ya tengo experiencia en esto de dejar de querer a las personas, no pensé que podría ser más rápido de lo que se suponía debió de haber sido, no tengo idea tampoco si esto debió de haber durado más o se alargó algo que al final debió de terminar, de lo que si tengo certeza es que ese amor que pensaba sentía ya no está, no se ha ido del todo, pero se ha ido y ese miedo de dejar de quererlo ya no lo siento, pero siento pena, tristeza, no sé como lo logré.

Volver a verlo

Lo he visto un par de veces más, hemos hablado y pensé que sería más difícil, sentía que podría perderme entre tanto sentimiento, pero he sido fuerte, la nobleza de mi corazón ha permitido que no duela tanto este alejamiento, y a qué me refiero con alejamiento, él no me pidió que me quedara, tampoco me buscó y es esa la mayor demostración de que nada o poco le interesaba, ha sido mejor así quizás.

Ya no me emociona, mi corazón no palpita al verlo, tampoco tengo miedo de perderlo, ¿el amor se ha ido? es la pregunta que me hice ayer, quería no dejar de quererlo, pero es que tampoco hizo nada para que el amor no se fuera, me dejó ir como a quien no le importa perderme, y para no victimizarme he entendido que quizás el destino no nos quería más tiempo juntos.


martes, 2 de octubre de 2018

Me di cuenta

Tenía las manos congeladas, lo vería después de casi tres meses, mi corazón palpitaba a mil por hora y sentía que iba a llorar, no podía, no quería o sí pero no sabía ciertamente qué hacer, tenía que enfrentar miedos, tenía que ir.

Acordaron verse, estaba invitada y ahí me veían, llegando media hora antes de lo pactado, me alisé el cabello, me arreglé más de lo normal, traje en mi cartera una base de maquillaje, sombras, mi brocha, el labial que tanto me gustaba, me eché mucho perfume, porque si me volvería a ver tenía que hacerlo mucho mejor (creo que así fue).

Me senté en un parque como quince minutos a pensar, a sentir que el aire recorría mi cara, me sentí bien, tomé fuerzas, me levanté y fui a un cajero a sacar dinero, vi en mi cartera un muñequito que quise entregarle, pero con su tiempo tan apretado se lo entregaría casi medio año después y así fue (lo explico después).

Entré y no estaba, mi corazón estaba que gritaba, sentía nerviosísimas las manos y creo que era normal, yo lo he amado como no tienen idea (quizás sí) he escrito todo por él, me fui a los servicios higiénicos porque tenía que buscar más fuerza, modulé mi voz ahí, busqué paz (la encontré) ¿extraño no? quien encuentra paz en un baño, pero así fue.

Llegó.

Ya no estaba tan nerviosa, lo saludé con un abrazo porque eso me nació, siempre lo voy a querer es cierto, la intensidad quizás haya bajado (ahora lo explico)  me senté y conversé con todas y todos, estaba contenta de verlo, pero se había ido el nerviosismo, las manos ya no estaban heladas, ya no sentía que doliera tanto, pude sostener una conversación amena, era la misma de siempre.

Después de casi tres meses de ausencia, ahí estaba, mirándome, no sé si me veía con amor, paz o algún tipo de amistad, creo que es lo último y no sentí ese cosquilleo que él me producía ¿el amor se había ido? y creo que ahí aplica "el que mucho se ausenta pronto deja de hacer falta" entonces continué la conversación, también se incluía porque es mi amigo, siempre lo será.

Decidimos irnos todos porque el tiempo apremia, podía irse por otro camino, quiso ir conmigo, dijo que me acompañaría, aproveché la oportunidad para decirle que tenía algo que era de él hace meses y que por el tiempo no pude entregárselo, se lo di, porque si era para él porque debía de tenerlo yo, le causó ternura como todo lo que en algún momento le he dado, las manos ya no me temblaban, pero quería abrazarlo, decirle que vuelva, que lo amaba, pero no me salió nada, quizás por orgullosa y porque sé que no tendría un buen puerto volver a quererlo tanto como antes, ¿para qué?

Entonces en ese momento pensé: ¿Lo abrazo? ¿Lo beso? le digo que lo extraño, pero no, también pensé fríamente en que su corazón nunca ha sido mío, mis cosas no le han importado como yo quisiera, mis expectativas eran altísimas ante un amor que nunca fue correspondido al cien, mis ojos miraban a través de los suyos, él jamás me amó como lo merecí, por eso no le dije que lo extrañaba, por eso no lo abracé, porque aunque lo extrañe prefiero olvidarlo y quizás resignarme a no luchar ¿para qué? si él tiene otros planes, no me quiere en su vida, he entendido con esta separación que jamás le interesé, no fue fuerte su cariño por mí, porque nunca me dijo para volver a verme, primó todo antes que yo, ¿para qué? entonces, no merezco un amor a medias, ya he recibido eso y no saben como duele, no saben lo que se siente que no te amen como mereces y nunca fue su culpa, siempre la culpa fue mía por pretender que él me quiera como yo lo quería a él.

Al bajar de su auto me despedí, lo abracé y me dijo: "Más tarde te llamo"

Se quedó dormido o algo pasó porque nunca me llamó y siempre fue así, siempre habían promesas incumplidas, palabras que nunca llegaron a ser, yo no le pedí nada jamás porque mi amor fue leal, paciente, honesto, el del alma, el que entrega todo.

Se dieron cuenta que escribí "mi amor fue" ese mismo día me di cuenta que ambos quizás estábamos destinados a ser, pero él no luchó y yo me cansé, para él fue fácil aceptar que no tenía tiempo y a veces como hoy lo extraño, pero no sé si lo extraño a él o al momento que me dio, no está mal extrañar, no está mal recordar el pasado, pero no dejaré que el presente se escurra entre mis dedos anhelando a alguien que no quiere ser parte de mi vida.

Leí esta frase de gran Benedetti 


Ojalá y nunca me hayas leído, de verdad me destrozarías, de verdad.


Frustrada

Siempre he creído que soy buena en muchas cosas, no en todas claro está porque viviría equivocada pero si en muchas, he tratado de ser lo más aplicada, responsable, educada en todo lo que he venido haciendo de manera académica, en la vida misma trato de ser consecuente con lo que digo y hago, en lo profesional, amoroso, soy muy dedicada, detallista, trato de hacer bien las cosas, pero me siento frustrada, no saben cuánto.

El 30 de junio me entregaron mi carro, uno rojo, lindo, yo no tenía brevete pero lo compré porque juventud divino tesoro, sé manejar claro, pero nunca se me vino la idea (cuál boba) de sacar brevete, porque por esos azahares de la vida para mí no era importante, ahora sí, es muy importante y he ido y he fallado, no saben lo terrible que me siento, la primera vez me sentí normal, porque era la primera vez, tenía que conocer el circuito y todo estaba bien, a la segunda dije cual campeona, vamos, tú puedes, no lo hice, no saben lo devastada que me puse, triste, con melancolía.

Para eso es preciso decir que antes de este examen que es el de manejo en un circuito, tienes que dar dos exámenes, el médico y el de reglas, de las 40 preguntas que vienen, ninguna fallé, ahí va la estudiosa, la que creía que todo podía y no saben la frustación que puede ocasionarte este tipo de cosas, se me aplastaba el corazón, caminaba a lo lejos y me preguntaba ¿por qué? si no era tan difícil, si yo creía que lo hice bien, una pena en el alma que me decía "tienes el carro y no lo sacas" claro está que en mi casa nadie me cuestiona, todo lo contrario hay paz y calma, hay entendimiento de esos que necesitas cuando ya te sientes morir, así me sentía, me siento y me estoy sintiendo.

Todo este proceso ha ayudado para apaciguar muchas penas, porque ha sido el rebote y la importancia de este documento que no he pensado en otra cosa, también me di cuenta de algo: Insistir, persistir, resistir y nunca desistir, no me queda de otra, quien sabe y la llave número 20 es la que abra la puerta. Alas y buen viento <3

lunes, 24 de septiembre de 2018

Hoy quiero que seas feliz

Ya van a ser unos tres meses en los que dejé que te fueras, no podía detenerte, no debía de hacerlo, he aprendido que amar es parte de soltar, le sugerí eso a mi corazón para que entendiera porque fue tan fácil para ti irte. 
Te diría algunas cosas que podrían hacerte sentir mal, las obvio para que no te mortifiques, todo lo contrario, hoy quiero que seas feliz leyendo lo que aún escribo pensando en ti.

Un día lunes, era azul, te besé por primera vez, te abracé, fue extraño, pero ya sentía que te amaba, el tiempo reafirmó mi sentimiento, tenía 21 años, mi primer cumpleaños contigo, me palpitaba el corazón así de fuerte como ahora que escribo un texto que quizás sea el último. 

Estoy pensando en todo lo que me hiciste sentir y en todo lo que provoqué en ti, siento alegría y nostalgia a la vez, porque ya no hay nada de lo que un día fuimos. 

Fueron días, tardes y noches mágicas, todo era así para mí, aunque también invadió la pena en muchas ocasiones, más fueron los días llenos de alegría, donde tu mano era la que me sostenía. De todas aquellas manos, la tuya era la única que me transmitía vida ¿recuerdas? 
Y quizás así pasaron los días, meses, años, y lo que pensamos no iba a durar se hizo fuerte, nos unió el cariño, la lealtad, todos esos sentimientos bonitos que siente alguien que quiere de verdad. 
El mismo tiempo que nos unió, también se encargó de separarnos, si hubiera sabido que sería la última vez que te vería o que podría abrazarte, me habría quedado un ratito más, y aunque no hay como regresar el tiempo, no dudes que te he amado como nadie en esta vida, que aunque no fui la mejor mujer, intenté ser una mejor versión para ti, que la distancia nunca fue impedimento para amarte mucho, que no dejé de quererte, pero que te permití volar porque el amor sincero es así. 

Te dejo ir porque te amo. 

lunes, 17 de septiembre de 2018

Entre agosto y setiembre

Este mes ha sido abrumador, en el trabajo he tenido una presión inexacta, jamás me había sentido tan frustada, nunca había pensado que alguien podía refutar tantas veces mis ideas, pero estas cosas ayudan mucho a que pueda desarrollar una especie de tolerancia que no sabía que existía o que no conocía que podía tener.

He llorado como no tienen idea, por sentirme tan agobiada, pero si en la vida tengo un ejemplo para seguir por siempre, esa es mi mamá, creo que nunca he escrito sobre ella, básicamente porque como ella es un tesoro, nunca he querido exponerla, es más nunca he expuesto nombres, solo el de Julissa, y no porque no sea sagrada, si no porque veía necesario que ella sepa de mi cariño, le hacía falta saber que yo estaría siempre, así ella me pidiera que me vaya.

Para ahondar un poco más en el tema, hablé con mi mamá acerca de lo mucho que me afectaba todo este tema laboral, no podía dormir o andaba un poco asustada, ella siempre candorosa, cálida me dijo que no me preocupara, que todo volvería a su orden, y es verdad, todo volvió a su orden, ahora estoy más tranquila, tengo todo bajo control y como dije líneas arriba pude encontrar una paz en mí que no sabía que existía.

Dado que el trabajo era mucho y no tenía tiempo para pensar en otra cosa, pude esquivar ciertos sentimientos de los que ya he contado desde hace algunos post's, he estado más tranquila, encontré también una paz en ese sentimiento, permití que el dolor se vaya y solo le hablé a la vida un día cualquiera, le pedí que si era para mí me devolviera la ilusión y si no, que gracias eternas por haberme permitido conocer el amor, que quizás ya vendrían más.

Y así fue, han pasado algunos meses y no volví a saber de él, entonces no era para mí, el corazón se calmó y las lágrimas secaron, no hay dolor, hay recuerdos lindos que permiten que pueda sonreír, hay miradas que quisiera encontrar, pero que con el tiempo quizás pueda olvidar, en esta vida no me toca ser quien lo ama, tampoco ser con quien despierte, o que nuestros universos coincidan, así de duro fue mi análisis y lo entendí, tanto tiempo después lo entendí.

Entre agosto y setiembre han pasado muchas cosas, he podido encontrar un manejo increíble de mi carácter, de mi temperamento, ¿Se imaginan?, creo que eso ha sido lo más glorioso de este mes, sí se puede, creo que en esta vida todo se puede.

Decretaré que sea un buen mes, ojalá la vida me haga caso esta vez.

G.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Tres años en la luz

No voy a empezar escribiendo este texto como "el último", quizás si lo sea pero la vida tiene giros de infortunio que podría ser que ya escriba por otra persona, pero hoy no, hoy le sigo escribiendo al recuerdo, en realidad a su recuerdo.

Yo sigo enamorada, pero no sé si sea de él o de los momentos que me dieron sus manos, su rostro, su cuerpo, de su alma, ayer por la noche me quedé dormida pensando en cómo sería mi vida si ya no lo quisiera, quizás más tranquila, lo más probable, pero puedo asegurar que él ha sido el amor más limpio (carnalmente hablando) que he tenido, una sola vez me he enamorado y es de él, de mi pedazo de corazón, de sus ojos chinitos cuando me pedía alguna cosa, un mimo o un respiro, nunca atocigué su tiempo, es más creía que merecía todo el espacio, solo quería darle amor, paz, ojalá lo haya logrado.

Ya no hay lágrimas, he seguido mi vida, no sé de donde saqué fuerzas, quizás siempre las tuve solo que ahora ya las empecé a usar, el trabajo también ha sido una gran medicina, el gimnasio, aunque con pocos resultados (jajaja) ha permitido que deje de pensarlo, pero no lo he dejado de amar, lo amo como el primer día, me pondría tan nerviosa de verlo que ha sido mejor no hacerlo, lo extraño como no tienen idea, sirvió mucho grabarme el perfil de su rostro con mis manos, y poder recordarlo de esa manera, recuerdo que le dije eso, voy a grabar tu carita chiquita y bonita cerrando los ojos para cuando no estemos juntos y necesite recordarte, casi siempre lo hago, cierro los ojos y pienso en él.

Fue mucha felicidad y luz, tenía el alma en sus manos, mi corazón le pertenecía, ahora no sé que tanto, pero si digo que lo amo no me contradigo. Ojalá cuando vuelva a escribir no sea por alguien más, mi corazón quisiera escribir para él, siempre, quizás en otras circunstancias o en otra vida.

G.

martes, 28 de agosto de 2018

Mi primer mejor amigo

Cuando lo conocí, él tenía 16 años y seguramente yo 15, no lo recuerdo muy bien, pero siempre me pareció un tipo agradable, bueno, hasta que pude hablar con él, los días se hicieron años a su lado, su amistad se volvió necesaria para poder vivir, así era yo en ese entonces, un tanto dependiente, siempre buscaba aceptación y él me la dio, lástima que solo compartimos menos de un año juntos, pero aquí vengo a contar esa historia.

Mis papás siempre se preocuparon porque yo estudiara en un buen colegio, no había otra cosa que quisieran que sea una buena persona, llena de valores y conocimientos, entonces para ellos la mejor opcion fue que estudie en Trilce (ahí lo conocí) estudié toda mi secundaria en ese colegio, pero lo conocí en quinto de secundaria, sabía que estaba desde primero igual que yo, pero nunca hablamos, porque como dije líneas arriba, yo era muy estudiosa y él quizás un alma libre, nuestros salones estaban separados por rendimiento académico, yo en el A, él en el C.

Cuando lo conocí yo estaba en quinto B y él también, ahí coincidimos, ahí nos hicimos amigos, ahí conocí al que seria mi primer mejor amigo. Ya en el 2009 debíamos todos de empezar la universidad, ambos iniciamos esa vida universitaria anhelada, estudiábamos en la misma universidad pero diferentes facultades, él conoció a la que hasta hoy es la que acompaña sus días, recuerdo que a ella yo no lo caía mal, pero por ahí va.

Como lo dije líneas arriba, yo era dependiente, me apenaba no tener a mis amigos y para mí no fue sencillo establecer una amistad rápida en la universidad, quería ver a mi grupo de amigos, pero ellos ya no tenían tiempo, así que me dediqué a estudiar, me fue bien, obtuve el quinto superior, salí perfecta, pero algo tenía que pasar.

Su cumpleaños es el 28 de mayo, en ese entonces el cumpliría 17, era nuestro primer cumpleaños juntos, creánme cuando les digo que a Renzo nunca lo vi como hombre, siempre lo vi como un ser noble, un hombre de buen corazón, el amigo que le hacía falta a mi vida, le hice una cuestión de sorpresa que se la entregue a una amiga, llego a sus manos, pero antes de eso quiero contarles que mi cumpleaños era en enero, Renzo no me saludó, solo me escribió, solo hizo eso, pensé que sería más detallista, pero juventud divino tesoro.

Llegó ese día, le hice una carta, le mande el regalito, creo que le gustó, yo nunca me enamoré de Renzo, pero siempre he sido cálida, siempre he querido que mis amigos se sientan bien, creo que lo logré, lo que no logré fue frenar ese cariño y le escribí algo bonito en el facebook, a su enamorada no le gustó y a él tampoco, lo eliminó y me escribió, me dijo que no quería que sea tan expresiva con él, que no le escriba esas cosas porque ya él tenía una enamorada que respetar, no entendía bien, pero me dejó de hablar.

¿Le había faltado el respeto? A mis cortos 16 años entendí que a la planta que le pones más agua es la que se ahoga y no crece, que no debes de dar mucho porque no florece, eso pasó con Renzo, le di demasiada importancia en mi vida, cuando él no me dio la misma en la suya, pero no importaba, para mí era el amigo que quería, al que escuchaba y escucharé hasta hoy.

Después de todo esto que cuento, no hablamos más, me eliminó de facebook y yo no tenía celular, entonces toda conexión se perdió hasta este verano 2018 que nos volvimos a juntar. En el colegio, éramos 3, los de siempre, los amigos, Paul, Renzo y yo, amigos inseparables, pero que se separaron al fin de cuentas. Nos juntamos y sentí que todo era raro, no me sentí cómoda con Renzo, creo que aún no encontraba explicación a lo que había pasado, no sopesó mi cariño de amiga, hermana y me dejó, creo que no se lo perdonaba.

Hablábamos, pero yo ya me quería ir, mil pretextos inventé y me fui, pero lo escuché, y ahí fue cuando reflexioné, Renzo no era feliz, mi primer mejor amigo no era completamente feliz, cuando es él quien merece todo, cuando la vida es una sola y cuando cada día está para vivirlo como si fuera el último. 

Sentí una nostalgia que invadía mi corazón, porque yo siempre lo he querido, dentro de mi orgullo todos estos años le escribí al chat del facebook para desearle feliz cumpleaños, porque siempre quise eso, siempre quise que sea feliz aunque me haya apartado de su vida, aunque quizás yo haya sido su única amiga en el colegio y me haya dejado de hablar, yo quería que él sea feliz y me daba cuenta con tristeza que no lo era.

¿Qué podía hacer? - En realidad nada, porque todo depende de él, pero escribo esto porque siento que me libero y lo libero a él de ese resentimiento que algún sentí por él, yo sentí que él también me dejó, como todos y que nunca iba a perdonarlo, pero lo he perdonado ya hace mucho tiempo y creo que nunca estuve tan molesta con él, porque como dije, lo saludé siempre por su cumpleaños, nunca se me olvidó.

Espero que la vida sea buena con él, merece ser feliz y que esta vida que el vive tenga un significado, que lo encuentre, que persista y nunca desista, y que si el destino nos volvió a encontrar, ojalá no se pierda esa amistad.

Que sea muy feliz, inmensamente feliz.

miércoles, 8 de agosto de 2018

Tristeza del alma

Hoy quiero escribir algo pequeño, porque el trabajo abunda pero las ideas están aquí en el corazón, la mente y el alma, no sana, pero aún sigo viva, el dolor perdura y persiste pero seguimos, hay mucha tristeza de esa en donde las lágrimas salen solas, donde te preguntas en qué fallaste, por qué pasó lo que pasó, intranquila, pero ahí seguimos.

Duele mucho, pero no hay de otra, no hay pena más difícil de curar que la que tienes engarzada en el corazón, hay mucho por hacer y eso está bien, eso ayuda, eso permite creer, que la vida sea buena y me siga dando más batallas para poder permitirme seguir adelante.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Y, ¿Eres feliz?

Ya pasaron cuatro años desde que Carlos se fue al final de arcoiris, el próximo mes Anthony y Alisson también cumplen cuatro años en el cielo, el lunes me ponía a pensar si en algo había cambiado mi vida desde que ellos se fueron ¿algo bueno hice? ¿algo bueno me pasó? ¿hice algo? creo que no encontré respuestas claras.

En estos cuatro años nada ha cambiado, sigo viviendo con mis papás, aún trabajo, no me he independizado, pero acabé la universidad, he conocido gente nueva, también conocí el amor, celebré mi cumpleaños dos años después desde que ellos se fueron, el luto aún sigue en mi corazón pero la vida continuaba y como tenía que seguir no había de otra.

Hoy, 1 de agosto del 2018 reflexiono acerca de lo que estoy haciendo para que algo bueno me pase, he hecho algunas cosas, no grandiosas, pero sí satisfactorias.

  • Trabajo
  • Ayudo en casa
  • Voy al gimnasio
  • Me compré un carro


Quisiera tener más fuerza de voluntad por ejemplo, para hacer dieta, ser muy delgada y esbelta, no logro aún conseguirla o en el fondo aún no quiero, también quisiera tener fuerza para poder olvidar a ese gran amor que aún no se va, creo que debo de ser más firme, quizás el tiempo también me ayude.

Estuve pensando ¿Y, eres feliz? Completamente, creo que no, no lo soy, no porque no quiera, tampoco porque ellos me hagan falta, quisiera retroceder el tiempo y poder demorarme un poco más en estudiar, quizás haberme dado un año sabático después del colegio, poder haber viajado más, siento ahora mismo que tengo demasiada responsabilidad, me siento también muy cansada, y creo en el fondo que también quisiera conocer a alguien, enamorarme como la primera vez y encontrar ahí un poco de felicidad, compartir con alguien tanta alegría, pero la vida es así y quizás más adelante sea completamente feliz, quien sabe.

Hoy recibí una llamada un poco inesperada, un amigo con el que no hablaba hacía tiempo, me llamó para preguntarme como estaba, fue raro, es raro, porque años que no hablábamos, pero lo escuché, quería contarme algunas cosas, fueron 26 minutos, me preguntó si ya manejaba, porque sabía de mi carro, le dije que aún no, que por el momento no encontraba cochera y que no quería dejarlo en la calle, se río, me dijo: "no te quito más tu tiempo" te quiero, grandes esos amigos que aparecen cuando una solo quiere desaparecer.

Cuando era niña pensaba que podíamos hacernos invisibles, que había una pintura o polvos mágicos para que eso sucediera, cada que mi mamá me llamaba la atención quería hacer eso, pero ayer la vi tan cerca, tan buena y linda como es ella, que me pregunté ¿algún día nos vamos a ir no? espero ser yo quien se despida y no ella, me quiere tanto que no sé si aguante, a veces hablo cosas sin sentido, ahora las escribo.

Redacto hoy este texto, porque ya son dos meses aproximadamente que terminé la relación de amor más linda que jamás pensé tener, pero la terminé por dos razones, la primera porque no había tiempo (necesario) por su parte, no había, no tenía o no quería, acepté todo sin hacer preguntas y la segunda por su falta de querer. También escribo hoy porque ya pasamos la mitad del año, en noviembre me voy de viaje y siento que todo va a estar mejor, ya dejé de lado todo ese 2018 que no ha sido bueno, que me ha hecho llorar.

Dentro de todo esto, que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, puedo mencionarles que hay sonrisas que se contagian, felicidad que se comparte y vida que hay que vivirla, recordé la canción (alma para conquistarte, corazón para quererte y vida para vivirla junto a ti), esa fue una frase en un desayuno que mandé (coincidencias) 

Anthony, quizás se escriba así, o quizás sea Antoni, Antony, hoy que voy al gimnasio veré como se escribe su nombre (ojalá vaya) es un chico que me cae bien, me llama la atención, bueno, él y otros dos más, también algunos actores de cine y unos cuantos chicos que siempre ves en la calle, sonará a chiste pero que tu mente esté dispersa en trabajo, o en estas cosas ayuda mucho a dejar de pensar en ese futuro recurrente o en esa persona que te dejó ir.

Yo sé que merezco lo mejor del mundo, merezco ser feliz, no más sufrimiento, que sea un buen mes, para mí, para ti, para todos.

Escribiré esto todos los primeros de cada mes, como terapia, como ayuda, como búsqueda incansable de algo que aún no encuentro.

G

miércoles, 18 de julio de 2018

Sin su amor

Hoy tengo esas ganas de escribir cualquier cosa, pero de escribir, es una sensación súper extraña, de hecho mi vida está un poco taciturna, no como siempre, pero si estoy algo angustiada, siento que mi futuro de la nada se apagó, o lo apagaron.

Hoy (de nuevo) quería escribir de cosas o personas bonitas, lo primero que se me viene a la mente es mi papá, mi mamá, mis hermanas y él ¿Tanto amor por él? sí, destilo amor, qué pesadez la mía, hace unos días me dije a mí misma, es hora de olvidar, de cerrar capítulos, quizás ya no era para ti o quizás también la vida los vuelva a juntar.

El 4 de julio me fui a Arequipa, regresando a Lima y mirando las nubes incesantes, pensaba, pensaba y me repetía ¿quién me acompañará? ¿con quién estaré? entonces reflexioné y también volví a pensar ¿era necesario? ¿de verdad? vi algo en ese cielo, arriba a unos cuatro mil pies, vi que la vida se me iba haciéndome tantas preguntas y que realmente no vivía, que ya era momento de olvidar y que si no olvidaba valía vivir con su recuerdo pero sin martirizarme, el 5 ya estaba en Lima, pero el 6 me iba a Junín (volvía a viajar) la nostalgia de los aviones, de las despedidas, me hacía pensar muchísimo, pero esta vez fue distinto, ya no había pena, todo lo contrario estaba embargada de un millón de razones por vivir, estaba feliz, me sentía acompañada, pero no por alguien en especial, si no conmigo misma, fui feliz al viaje (no sabía que sería el último) 

Se está cerrando una etapa también, y como fue intempestiva dolió un poco, me devastó, pero la tristeza duró poco (hay que reponerse)

Me encontré

Me di cuenta que no podía volver a los tiempos que tanto extrañaba, tampoco podía llamarle y decirle ven, hazme el amor, abrázame, vuélveme a querer (¿Me habrá olvidado?) entonces también me percaté que estaba cometiendo un error, trataba de aliviar su ausencia con presencia de otras personas y eso estaba mal, pero como me enseñaron a sustituir las cosas, pensé que también aplicaba con las personas, pude darme cuenta a tiempo que eso estaba mal, entonces dejé de alentar esperanzas en otras personas, dejé que todo fluya y en realidad sola me siento bien, puede que esté mucho tiempo así, como no.

Puede que venga ese complemento mañana, como lo puede hacer en tres años, lo fantástico de todo esto es que he aprendido a vivir con la ausencia del hombre que más he amado en todo este tiempo, ¡Cómo! ni yo misma lo sé, pero esas nubes me ayudaron, quizás una vuelta al sol me haga falta, pero lo extraño como no tienen idea.

Aprendí a vivir sin él, tantos años su voz acompañó mi sueño que aún me duele que no esté, pero en el fondo sé que le va bien, que es feliz y que mi ausencia no le afecta tanto, entonces ya no duele, porque si él está bien, todo estará bien. (amor, puro amor)

G


martes, 26 de junio de 2018

Nostalgia

Creía que algo podía cambiar, empiezo así quizás ya el último texto que escriba para él, aunque vengo repitiendo esta misma frase casi dos años seguidos, pero esta vez va en serio.
La última vez que hablé con él sobre esto le pregunté: ¿Se volvió costumbre no? titubeó un poco y me dejó a entender que sí, me rompió el corazón con esa respuesta dubitativa, quería llorar unas dos o cinco horas más de lo que ya había llorado, pero no lo hice, fui un poco fuerte, quizás mucho.

He aprendido a vivir con su ausencia, ya no hablo con él, no le escribo, tampoco me llama, pero mentiría si dijera que no me alegra saber de él, que sería inmensamente feliz si el me dijera que me extrañara y me pidiera que todo vuelva a ser como antes, quizás su mano ya sostenga otra, quizás sea otra con quien converse por las noches y sea su voz la que acompañe su sueño, quizás también me estoy confundiendo y no sea así, prefiero pensar que dejó de quererme ahora que me fui, que cuando estaba a su lado.

Esperé paciente y con mucha nostalgia algo que no sucedió, hoy me despido de ese amor interminable al que permito irse, al que le digo que ya es tiempo que deje de doler, al que le suplico con el corazón en la mano que vuelva, a ese mismo amor le digo adiós.

Me preguntó si era su culpa, le respondí que fueron las circunstancias, quizás nunca fui la mano con la que se debió de quedar, tampoco el abrazo con el que cierre su día, por eso permite que me vaya, por eso no vuelve.

Leí hace poco que cuando alguien se suelta con tanta seguridad es porque ya se sostenía de otro lado ¿de qué me estoy sosteniendo yo? - me pregunté - de valentía, de amor propio, de coraje, de dignidad, me fui, me he ido, me estoy yendo y él lo sabe y NO HACE NADA. 

Cuando le pregunté qué éramos, no encontró respuesta a tanto amor, a tanta complicidad, no encontró una respuesta sólida que me dijera en el fondo, quédate, y es que él no quiere eso, por eso también me fui, ya han cesado las lágrimas, ya no lloro como antes, ya no duele, pero aún hay amor, pensé que en algo cambiaría que me alejara, con tristeza me doy cuenta que de nada sirvió, pero no importa, siempre valdrá la pena haber conocido el amor, por las lágrimas que secó y el amor que me dio.

Gracias, qué más podría decirte, me estoy despidiendo y esta vez, si va en serio.

G

viernes, 8 de junio de 2018

Me dejó ir

Procuraré escribir lo más tranquila posible, en realidad no miento si digo que he encontrado paz, que puedo dormir sin escuchar su voz, que ya le expliqué más a mi corazón que a mi mente que no lo veré, que no sentiré su cuerpo alrededor del mío, que ya no serán sus manos las que se posen con las mías, que ya no escribiré más por él.

He guardado todos mis diarios, he cerrado la puerta para poder llorar más tranquila, he sentido también que todas las mariposas se fueron y me he aferrado a la paz de lo que pueda venir, no busco nada en concreto, pero si lo busqué con él, busqué que me amara, que se sintiera parte de mí, no lo logré, no pude detener el tiempo a su lado, pero lo que si hice fue posar mis manos en su rostro y retratarla para cuando esto pasara, me quedé sin ti, pero tengo tu recuerdo en el alma, mis manos te dibujan, aprendí donde estaba exactamente cada pequeña parte de tu piel, sé cuántos lunares tiene, sé cuántas marcas puede tener pero nadie se las ha visto.

Lo extrañaré es cierto, pero me cansé de esperar su iniciativa, me cansé de llorar, me cansé de quererlo tanto y recibir tan poco, diría todo eso porque es verdad, pero no es del todo correcto, con su paz también me alegró muchos momentos oscuros, me escribió cuando nadie más lo hacía, le acerqué su corazón a mi alma y supo quedarse por días, semanas, meses y años enteros, ¿Todo se habrá vuelto costumbre? ¿Me extrañará? ¿Sentirá pena? no sé, quizás nunca encuentre respuestas, tampoco he hecho preguntas por ejemplo para obtenerlas, siempre yo cometiendo error tras error.

Hace unos meses le dije que pensaba que había dejado de quererme, en primera instancia me culpé, supuse que dejó de ver en mí a la mujer de la que quizás en algún momento se había enamorado, pero después comprendí que había luchado incansablemente por salvar todo lo que yo creía mío, me apasioné tanto con todo esto que para mí jamás fue costumbre, volver a verlo siempre fue un deseo, yo lo he amado no solo con la mente, corazón si no también con el alma, le entregué de manera frontal todos mis sentimientos, sin dependencia, pero lo amé con errores y aciertos, estaba ahí, comprensiva y perenne porque aprendí que el amor era así, no sé si haya fallado, ciertamente él no me ha explicado muy bien todo, siento que merezco más respuestas, pero como a él no le gusta hablar sobre el tema, he preferido ser yo la que se aleje, la que no escriba, la que tenga un poquito de dignidad.

No me arrepiento de nada de lo que hice, si podría retroceder el tiempo lo único en lo que si cambiaría toda esta historia, es en haberme enamorado de él ¿entonces, si me arrepiento? - No - es que claro está que en el proceso de amarlo yo pude haber sido más fuerte, quizás menos tolerante con alguna de sus formas, él no demuestra su cariño, nunca lo ha hecho, lo conocí así y no quise cambiar nada de él, solo ayudarlo a mejorar, creo que mi tiempo a su lado ya expiró, y creo también que no hizo nada porque me quedara a su lado, a veces o muchas veces sentía que no me quería, que era solo yo la que remaba contra todo pronóstico para que funcione todo y no saben el dolor que sentía, pero el amor era fuerte, yo era un roble y cuando lo veía, los ojos se ponían chiquitos y llenos de luz, era amor, siempre fue amor.

Por amor, decidí irme, por amor quise luchar hasta el cansancio, pero ya el cuerpo, la mente y el corazón se agotó, me pidió que cesara lo hice con la sola intención de ver si él luchaba también conmigo, no hizo nada y siento que lo merecía todo, pero a veces pasan este tipo de cosas, incongruentes en donde no encuentras explicación alguna pero debes de seguir, no hay de otra, porque todo sana, todo pasa y no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.

También he pensado que quizás en otra vida lo encuentre y sea él quien demuestre su amor, sean sus ojos los que brillen al verme, quizás guardo esa esperanza porque lo amo tanto ¿Cómo olvidar a alguien tan rápido? estas cosas del amor deberían de ser más fáciles y menos dolorosas, ayer lloré pensando en por qué no funcionaron las cosas, ayer pensé también y le pedí a Dios que me diera la fuerza para no escribirle, para no llamarlo, para no seguir insistiéndole al corazón, ayer le pedí a la vida que me llevara por otro camino, que razones no me faltan, pero no saben como quisiera que él sea parte de todo mi destino, no quiere que sea así, ya lo entendí.

G

jueves, 12 de abril de 2018

Mi luz

Siempre se lo he dicho, tiene un brillo en su rostro, me da ese brillo para mirarlo con los ojos enamorados (siempre lo veo así), lo admiro, lo amo, lo quiero para siempre, pero no se puede.

He tratado de pensar que en esta vida nada es para siempre, como cuando leí esa frase que decía que el café se enfría, la gente se va, el tiempo pasa y las personas cambian, básicamente ha sido así, hemos evolucionado, pero no ha cambiado el amor que sentimos el uno por el otro, aunque no puedo hablar por él, ojalá algún día lo tenga claro y pueda decir con certeza si me amó o tal vez me quiso mucho, hoy por hoy solo creo que me quiere, me agradece ciertos gestos pero no que me ama, he llegado también a la conclusión que el amor es así, uno siempre ama más, aunque deberían de ser los dos, paradojas que te enseña la vida.

Ya es bastante el tiempo que estamos juntos, jamás pensó (completamente segura) que esto duraría tanto, es más, yo tampoco lo pensé, a los dos meses tuvimos una situación muy incómoda, él se enojó de una manera desmesurada, días después lo busqué porque no hablábamos y pudimos solucionar el impase, después de eso, hemos terminado dos veces, en esas dos oportunidades la que se quiso ir fui yo y también la que volvió fui yo, él siempre ahí, preocupado, presto, tampoco dejó que me fuera del todo. 

¿Por qué no peleamos? No sabría encontrar una explicación exacta, pero creo que yo trato de comprender todo ¿eso está bien? tampoco lo sé, pero me ahorro peleas, que mejor que eso, y siempre he sido paz a su lado, no quiero que tenga un recuerdo terrible de lo que pude ser, que me recuerde con amor, que si piensa en mí, sonría, creo que lo he logrado, ya no soy yo la voz que escucha al dormir, porque el tiempo aqueja y el cansancio también, pero de ves en cuando aprovecho para decirle lo mucho que lo amo, qué pena tener que irme.

Hablaré de esas dos oportunidades en donde quise irme, la primera fue en un mes de frío por ahí en el 2016, me había roto el corazón, no le quedaba de otra, nunca ha querido dañarme, pero no tiene más opciones, el corazón siempre se estruja y lloraba en la medida de la importancia de las cosas, ya se imaginaran como podría haber estado, no podía más, ya no aguantaba, lloré como no tienen idea, pero lo malo de todo esto es que lo hice frente a él, nunca le dije que me arrepentía de nada, pero claro está que él tenía culpa aunque no quisiera, me fui, me dejó ir, eso me dolió, no me pidió que me quedara, me dijo que era por mi bien, así lo hice, lo amaba en un 100% cuando libere esa pena, mi amor se había reducido, un 40% quizás aún latía por él, si me habría ido en esa fecha quizás ahora no escribiría por él, quizás habría tenido otra historia, pero como no existe, cuento la que me tocó vivir.

Unos días después me llamó, quería conversar, acepté porque no lo había visto una semana y me sentía liberada, algo tranquila, sentía que ya no lo amaba, se imaginan sentir eso ¿dejar de amar en una semana? bueno, lo amé desde el día en que lo conocí, entonces mi amor no era determinado por el tiempo, si no por el sentimiento.

Lo vi y como imaginaran todo volvió a aflorar, solo verlo, lo abracé, fue instinto, lo amo desde siempre, qué podía hacer (imaginen el emoticon de whatsapp con las manos entre abiertas y la chica), me pidió que me quedara, me quedé. Después de ese término, ya no le buscaba explicaciones a nada, es más, no discutimos por más de un año, hasta marzo de este año (se los contaré) ¿Por qué no peleaba? Acaso mi relación era aburrida, a veces pensaba, y no era así, solamente que no tenía la necesidad de discutir con él, mi único deseo es que siempre sea feliz, que cumpla sus sueños, que solo él esté bien, entonces bajo mi lógica no estaba mal no pelear, no discutir por cosas tontas.

En marzo de este año le pedí que me dejara ir, que ya no soportaba algunas cosas, me había cansado, claro está que no lo hice en persona, le mandé un mail, lo leyó unas dos horas después, me dijo que no, literalmente no aceptaba que me fuera, entonces por primera vez sentí que él quería que me quedara, después de haber buscado tantas explicaciones, encontraba una respuesta, por fin, después de tanto tiempo me demostraba algo de afecto, y no es que él no sintiera nada por mí, estoy segura que algo siente, pero aún no sé qué, ese día me demostró que me quería a su lado, me sentí bien, me dijo que cambiaría (no lo hizo) pero creo que he normalizado esas actitudes escudada en el amor sincero, no sé, como les digo líneas arriba no he buscado más respuestas porque duele mucho no encontrarlas.

Claro está que mi amor ya no es el mismo, pero mi corazón sigue latiendo por él, aún mis ojos brillan cuando lo veo, aún sigo estando aquí y si esto no es amor que alguien más me explique.

martes, 20 de febrero de 2018

21 12 17


Hoy quiero escribir de ti, podría empezar con el color de tu piel o mi fascinación por tus manos, pero recordaré que existen lugares con recuerdos hermosos, así también son los momentos, las personas, los días, los mensajes, tanta información por acumular y un solo corazón, era un jueves de diciembre, después de tantos lunes de enero que quizás guardaba la esperanza que llegaras con algo en las manos, que me sorprendieras diciendo que habías traído algo para mí, chiquito como lo había pedido con uno que otro detalle, porque lo pedí, yo te dije quiero esto para sellar este inmenso amor, no me importaba si se veía mal, yo lo podía comprar, pero quería que venga de ti, la espera ya había terminado.

Unos días antes me dijiste, hay que vernos, tengo una sorpresa para ti, yo también tenía sorpresas acumuladas, no solo las materiales, quería verte, abrazarte, no soltarte, casi siempre lo que planeo hacer cuando te veo, poder verte y grabar cada pequeño detalle.

No nos veíamos seguido, el amor se había convertido en acompañamiento externo en comprensión en palabras de aliento, todo si era para ti estaba bien, quizás sigue estando bien, no sabía que podía ser exactamente, pero todo lo que podría haber venido de ti ya era razón de emoción, vino lo que había esperado tanto, estaba en tus manos, me entregaste lo que sellaba tanto tiempo a tu lado, me diste felicidad sin quizás tener idea de cuánto significaba para mí, quizás algún día nos olvidemos, pero ahí seguirá presente en fotos, en momentos, en caricias, quizás nunca lo deje de lado, quizás siempre esté conmigo - eso quiero - es parte de lo mágico que he vivido a tu lado.

Quizás nunca, nadie entienda mi amor, devoción, mi mayor admiración, quizás nada de esto haya sido justo, pero los dos sabemos que fue verdad.

Gracias.

El final que esta historia merecía

Vuelvo a escribir después de cuatro meses y las manos me tiemblan, pero siguen un camino ideal, lo genial de todo esto es que puedo dejarlo y volver cuando quiera, no necesariamente debo de quedarme, permanecer, siempre he pensado que escribía porque estaba triste, y ahora ya no lo veo así, quizás si sienta mucha pena ¿quién sabe? quizás mi corazón se vuelva a romper, creo que me he acostumbrado a eso y me duele, me entristece pensar que normalicé el dolor de sentirme acompañada pero sola a la misma vez, no siento pena por mí misma es cierto, he aprendido a vivir con eso, he aprendido a seguir, a no mirar atrás, en buena cuenta él tiene mucho que ver con eso, pero ahí vamos.

Hoy creo que he permanecido tanto tiempo porque guardaba una esperanza que veo se desvanece, siempre me he preguntado ¿por qué? ¿por qué yo? no merecía ser feliz en todo este tiempo ¿no lo merecía? he leído en todos lados que uno acepta el amor que cree merecer ¿tan poco creo merecer? no sé, a veces analizo mi conducta y no podría creer que he aceptado tanto aislamiento inclinado en un solo amor, siento pena por lo que pueda suceder, pero también he pensado que si no han apostado por mí es porque básicamente no creen que lo merezca o quizás esté confundida y no sea eso, ya no le busco más explicaciones porque no quisiera hacerme más daño.

El domingo lloré mucho, buscando explicaciones, tratando de entender, pero ahí viene ese famoso refrán "No hay peor ciego que el que no quiere ver" es más, he sabido desde siempre que esto pasaría, pero así soy, terca, me aferré a este amor como no tienen idea, pero no quisiera victimizarme, no es mi estilo, no soy así.

Preferí sus brazos, sus llamadas, sus inconstantes muestras de amor, pero yo era tenaz, fiel, constante, consecuente, lo he amado día a día durante todo este tiempo, no he mirado otros ojos, he visto por él, me he sentido suya desde siempre, miraba sus ojos y los míos se iluminaban, he amado tanto que hasta ha dolido, he llorado tanto que me he quedado dormida, he sentido ese estrujo en el corazón como cuando sientes que se rompe, porque tenía que romperme el corazón aunque no quisiera, no le nacía nada, pero me quería ¿cómo lo sabía? lo sentía y ya era suficiente, nunca pedí nada, es más lo di y lo dejé todo, quizás ese fue mi gran error, dárselo todo, debí quedarme algo para mí, debí de ser cauta, desconfiada, pero así es el amor, es más si moriría hoy, diría que conocí el amor, cuando pienso en él, todo se asemeja a un paisaje lleno de girasoles y tulipanes, lo veo y pienso en una laguna celeste como el cielo o quizás azul, felices, llenos de alegría, no tengo otro sentimiento para él, no podría, siento que merece todo.

Quisiera escribir el final que esta historia merecía, que me quedé con él para siempre, que fuimos felices como esas historias que nos han contado, pero lo dudo, es más, creo que ya empieza el inicio del fin, no sé cuánto tarde en dejar de amarlo, quizás uno, dos meses o años, quizás una vida, ¿Quién sabe?