miércoles, 11 de octubre de 2017

Las cosas que nunca te dije

No se me ocurre que pueda escribir en este momento, pero ¿sabes qué? esto es solo el inicio quizás de la nota más larga que escriba, creo que ha llegado el momento, o podría ser que el tiempo se detenga solo en este instante, quisiera hablarte y decirte todo lo que siento, tal vez no pueda y eso ya es duro, pero escribir me hace demasiado bien, eso sí lo sabes, quizás nunca leas todo lo que has podido causar en mí, no porque no te interese, si no porque tu tiempo es corto y yo no soy prioridad.

He tratado de decirte adiós tres veces y en esas tres oportunidades mi corazón se ha roto de una manera que jamás nadie podría entender, y hay que hacer una salvedad, yo no dependo de él emocionalmente, es más no lo necesito para vivir, pero lo elijo día a día para que sea el dueño de todo mi reino, para que su sola sonrisa sea la que modifique mi día, ¿cursi no? a ese nivel de amor he llegado y ni siquiera está enterado.

Yo habría podido construir una vida con él, y digo "habría" porque siempre supe que no fue real, pero es difícil aceptar la derrota, no solo en este contexto, si no en todos, en la vida misma, en lo laboral, en lo profesional, en lo personal, aunque ahora duele menos, eso sí, duele menos cada ausencia, duele menos esa incertidumbre y en cierto modo eso está bien, en parte eso me permitirá irme sin que tenga ese llanto, me estoy alejando sin que él se de cuenta, ya puedo dormir sin esperar una llamada, ya puedo vivir sin hablarle y está bien, dentro de toda la pena, esa alegría de sentirme un poco liberada de tanto sentimiento, me permite seguir siendo fuerte.

He practicado meses enteros, cómo le diré que me voy, que no pienso volver, que es una decisión tomada, que no hay marcha atrás, he encontrado todos los argumentos que cualquiera pueda tener para decir adiós, pero como siempre, retraso la despedida, y esa ya es una decisión, mi psicólogo me dijo eso: "Si no te alejas, es porque no quieres, porque puedes, el día que quieras."

Ahora mismo, siendo la mujer más fuerte y teniendo una estabilidad emocional en un 90%, escuchando la canción con la que he llorado por meses, y no sintiendo dolor, puedo decir, que podría dejarlo ir, quitarle toda responsabilidad sobre mí, decirle que no se sienta mal, que yo estaré bien, que costará, pero que no importa, que nada ha sido su culpa, que las circunstancias siempre serán las responsables, decido quedarme aún, no porque no pueda irme, si no porque quiero agotar todas las fuerzas razonables para no irme de su lado, sintiendo que debo de quedarme muy en el fondo de mi corazón.

Ese ha sido quizás mi más grave error, darle mi corazón completo, aunque he leído, buscado y hasta investigado sobre como el amor debe de ser racional y no emocional, no he podido, yo no puedo ceder a dejarlo de amar, ahora no.


Esperando que algún día leas todo lo que te he escrito, te puedo decir miles de cosas, una de las primeras es que me enamoré de ti desde el primer día en que te vi, lo recuerdo como si fuera fotografía en mis ojos, lo recuerdo como si hubiera sido ayer.
Te vi, apresurado como de costumbre, pero siempre siendo luz para mis ojos, te miré, y sentí que mi alma se dormía contigo, me enamoré de ti, sigo enamorada de ti, ¿qué impresionante no?

Siempre quise que seas feliz, tu felicidad estaba por sobre todas las cosas, nunca juzgué un accionar tuyo, porque respetaba cada una de tus decisiones, pero siempre estuve ahí para apoyarte, no importaba que decisión tomaras, si estaba a favor o en contra, siempre las alentaba, porque para eso quería estar a tu lado, para ayudarte, solo para eso.

No he amado a un ser desconocido tanto como lo he amado a él, mi manera de amar siempre fue desinteresada, leal, incógnita sobretodo, lo amé sin que nadie lo supiera y estaba bien, pero ahí seguía, por puro amor a él.

Nunca esperé nada, nunca quise hacerlo, me sorprendía por cada gesto, por cada detalle, eso era lo mejor, no esperar nada, quizás en mi inconsciente sabía que no debía de esperar nada y sorprenderme por todo.

He sido feliz todos los días a su lado, cada momento, cada hora, cada llamada, todo, siempre todo ha sido felicidad, no importaba si había días grises, con él, todo era mejor.

Reinventé cada una de las cosas para que nada se volviera costumbre, le di su espacio, respeté sus idas y venidas, creo que no fallé.

Hice de todo para que me quisiera un poquito más, creo que no lo logré.

Nunca me he arrepentido de amarte, no lo dudes nunca.

Amándote con todo el corazón y buscando paz en mi alma, quizás haya tomado la mejor decisión