lunes, 30 de diciembre de 2019

Imperfecta


Yo no creo en estas cosas, nunca las he creído, pero mi loco corazón quiso intentarlo todo, una de las cuatro preguntas que hice fue sobre nosotros, sobre ti y sobre lo que nos pasaría, todo en una pregunta, ¿que pasará contigo? Me dijeron que me querías y respetabas, pero que no nos quedaríamos juntos, que no eras el amor de mi vida, que tampoco era el tuyo, ya había perdido todas las esperanzas, pero quedaba alguna y esa respuesta me quitó aún más la ilusión, aunque dicen que el futuro lo forja uno mismo, ¿de qué futuro hablo a tu lado? Qué puedo pedir si tú no quieres quedarte, es más, he perdido una pregunta valiosa de un cuestionario en el que no debiste estar, mi corazón loco aún sigue preguntando por ti, me siento a veces a leer una de las notas que me dejaste, escucho la música que nos gustaba y lloro, descontrolada y desesperadamente, lloro porque sí, porque no hay que darle explicaciones al llanto, que salga, que se vaya, así como quisiera que todo el amor que siento se vaya, pero aún no lo hace.

“Vive el momento” eso me dijo, revolotearon miles de preguntas e ilusiones por mi cabeza ¿qué vivo? Si ya no estás, qué hago si preferiste irte.

No quiero parecer repetitiva, pero escribir me ha salvado y no lo voy a dejar de hacer, no quiero, no puedo.

Me sentía a salvo contigo, eras todo lo que necesitaba y me hacía falta, eras la cordura de mi locura, ¿por qué no? ¿Así como yo habrán otras personas que se pregunten esto también?

He escrito sobre todo lo que he sentido, sobre la culpa y el remordimiento de no haber hecho más, sobre lo cansado que es querer tanto a alguien y no saber si se quedará para siempre, sobre mis expectativas, sobre lo imposible de esperar algo que no pasará, sobre esa casualidad que nos llevó a estar juntos tanto tiempo. He escrito sobre todo y todo me ha dolido, menos tú, tú no has dolido, siempre que pensé en ti se iluminaban mis ojos, así como cuando los viste por primera vez a tu lado, así como cuando no sabíamos que hacer y éramos ambos los que decíamos y planificábamos que todo saldría bien, entre todo este lío de sentimientos, pensarte me hace bien.

Me habría arriesgado, solo si hubiera sabido que serías tú el que se quedaría para siempre, me arriesgué tanto tiempo que daría igual si era uno o dos días más, contigo nunca tuve dudas, no las habría tenido, habría sido yo.

lunes, 23 de diciembre de 2019

Dos mil veinte

En el afán de no quererlo más, siempre vuelvo, entonces para no lastimarme he decidido dejar de buscarlo y no es que sean encuentros, todo está en mi mente, aún me persiguen los sueños de estar juntos, pero nadie merece tantas oportunidades, no soy quien para decir qué mereciste o que puedes merecer, lo único que tengo claro ahora es que debo dejar atrás su recuerdo, pero de verdad, dejarlo ir, permitirte salir de mi vida, pero en serio, sin bromas o titubeos, pensando que todo tiene que cambiar, dándole un giro al sentido que ya había puesto de su lado.

Hace mucho leí "qué triste conocer al amor de tu vida y tener que dejarlo ir", eso hice, aunque sé que fuiste feliz, no fue suficiente mi amor, no digo yo, porque sé que lo di todo y me fui llena de esperanzas, de esas que te llenan de paz y quizás de tristeza, porque hay un tipo de tristeza inexplicable cuando terminas del todo con alguien a quien quisiste tanto, y digo quisiste, porque mi amor se ha ido transformando con el pasar de los días, los meses y la vida, ese amor que juré para siempre hoy viene a despedirse, aunque quizás ya muy tarde para decirlo, pero es verdad, había que sanar ciertas heridas, tenía que cerrar ciclos y recuerdos y hoy siento que ya es tiempo de decir adiós.

Ese tiempo que me tomé, es el mismo tiempo que te esperé, no llegaste, entonces con tu ausencia entendí que tampoco era importante, no quiero que te sientas mal al leerme, porque sé que a veces lo haces, quiero que no pierdas la costumbre de saber que a veces hablo de ti, que te recuerdo con cariño, con el cariño del primer té que tomamos juntos, con el cariño de sabernos perdidos.

Nunca he desorganizado mi vida tanto como ahora, y la desorganizo solo para poder establecer prioridades, de esa lista ya te saqué y acomodé mis sentimientos también, me libraré quizás de muchas más noches en donde no paraba de escribir, pero de algo me di cuenta entre esas idas y venidas, también escribí, pero ya no para ti, me ilusioné, me enamoré, me volví a entusiasmar, y eso permitió también poder decirte adiós, me pongo a llorar, quisiera ser más fuerte, quisiera que nunca te hubieras ido.

La última vez que te vi, tenías el cabello despeinado, lo arreglé y no quise llorar, lo hice todo muy rápido, me despedí de ti, como quien se despide de un amigo que volverá a ver con el tiempo, eso siempre fuiste para mí, después de ser el amor de mi vida, no dudes por favor que si tendría que darte mi corazón para que sigas viviendo, no lo dudaría ni un segundo, me extendiste la mano para pedirme que esté tranquila, lo estaba y lo estoy ahora mismo, pero tengo muchas preguntas aún cuestionándome, no me acuerdo de más detalles, porque he intentado borrarlos todos, de hecho intenté borrarte de mi vida, quería que desaparecieras porque me hincabas y dolías, me apretaba el pecho de pensar que ya no estarías, fui egoísta conmigo misma, no quería dejarte ir también, no quería que te vayas, pero te dejé ir como última prueba de amor, no sé quien podría definir ahora mismo el amor, si te veo, quizás seas tú la explicación.

He llegado a pensar que volverías, no lo hiciste y si lo haces, ya no estaré, de eso puedo estar segura

lunes, 16 de diciembre de 2019

La certeza

Quise escuchar la música con la que te escribía para saber que podía sentir y en efecto, no sentía lo que antes, pero aún siento y eso no está mal, me preguntaba ¿cómo cambia todo? estaba viendo películas o leyendo algunas publicaciones sobre la transformación del amor, no le encontré alguna explicación a tanta lógica, pero hoy vengo a escribir nada más, me siento más libre, creo que he llegado al tope de emociones, escribía por ti y quizás lo siga haciendo, quizás vuelva a reclamarte, a decirte que no entendí muchas cosas, pero esta vez no es la ocasión, hoy quiero escribir de cómo todo cambió, de qué pasó, de qué hice, si en realidad hice algo.

He descubierto algunas cosas, por ejemplo puedo querer a otras personas y no necesariamente a ti, no sé si conocí el amor, pero me ilusioné, creo que serías feliz de saber eso, me ilusioné tanto que hasta su nombre es mi clave del computador y creo que inconscientemente lo hice también para olvidarte, sé que no es el indicado, sé que con él no voy a tener nada, pero no está mal tampoco pensar que algún día todo va a cambiar y me volveré a enamorar.

Quiero contarte que he conocido mucho gente, quisiera escribirte un recuento de mis aventuras, pero no he tenido muchas, solo algunas que no prefiero escribir, he llorado menos este año, he sentido menos y me he refugiado más en el trabajo, no hice dieta como quise, no triunfé en el amor como pensé y no conocí a ese sueco del que te hablé, siempre hablando tonterías y cambiando de tema, mi manía y una de las cosas por las que nos llevábamos muy bien, hoy quisiera decirte que ya no te extraño tanto, pero que si lo hago de vez en cuando, tu recuerdo aún se mantiene y aunque ya no te amo te recuerdo.

No tengo certeza de muchas cosas, pero sí de una, he cambiado y mucho, hoy podría mirarte a los ojos y decirte que todo ya pasó, que te perdono y me perdono, lo hago también porque no tendría mucho sentido seguir pensando que te amo cuando no, es como alargar la agonía de algo que ya no tiene sentido, con un poco de orgullo puedo jurarte y jurarle a cualquiera que no habría creído que lo lograría, pero aquí me tienes, es más siento que aún no lo creo y estoy en esa paradoja de sentir y seguir viviendo, quiero seguir escuchándote con necedad. únicamente porque pienso que dejaré de escribir, pero hace poco conversaba con alguien por quien escribí entonces me detengo y pienso que este es el cierre.

No volveré, te lo aseguro, pero hoy lo hice, con la consigna de despedirme realmente, quizás quiera regresar, solo para seguir escribiendo.



lunes, 2 de diciembre de 2019

No tengo ni idea

No sé que es lo que siento por ti, es una mezcla de sentimientos infames, cuando estoy contigo quiero besarte y abrazarte como la última vez, besarte toda la carita chiquita y arreglarte el cabello, ¡ternura!, me muero por ir de nuevo a tu casa, darte un abrazo e irme, pero no lo haré, porque no soy quien te va a decir que te quiere, no te escribo y me muero por hacerlo, qué loco es todo esto.

Siento que juegas, siempre lo has hecho y no te voy a dar el gusto de saber si me importas o no, no quiero que lo sepas, es más quiero borrarte como si fueras un contacto, sacarte de mi vida, pero en la vida no existe un Control + Z, si existiera serías la primera opción para desaparecer, pero no quiero que te sientas tan mal, que aparecieras permitió darme cuenta que puedo querer a otras personas, que no me he quedado en el pasado y que avancé ¿tengo que agradecerte por eso? - no lo sé - quizás sí, algún día lo sabré.

Solo vuelvo a escribir de ti, porque ciertos recuerdos siguen oprimiendo fuertemente mi pecho, y el tuyo no genera eso, entonces todo lo demás no estaba tan mal, de hecho tú no estás tan mal.

Con el alma

Ayer escribí en mi mente todo lo que quería decirte hoy, no he podido zanjar muchas cosas contigo, la primera es: ¿por qué te amé tanto? - hoy lo voy a responder - tengo otras cosas más atoradas en el corazón, y es que las tengo ahí, porque ahí es donde alojé tu recuerdo, también en el alma, pero esa es otra historia.

¿Por qué te amé? quizás no haya una respuesta exacta para todo lo que pude sentir por ti, y lo pongo en pasado, porque mi amor se reinventó todos los días ¿recuerdas? algún día te dije eso, mi amor era fe y esa fue mi mayor demostración de confianza, todos los momentos que viví contigo no tuvieron fotos, pero coleccioné recuerdos en mi alma, si cerrara los ojos, ahí estás estrechándome en un abrazo, no puedo creer que esté sin ti y haya sobrevivido, entonces caí en cuenta que me tocó seguir viviendo como si no sintiera tu existencia y así fue como pasaron los días y entendí que debía de seguir.

He tratado de entender todo desde el primer día, mi fuerza de voluntad se resquebrajó muchas veces, pero en ninguna dudé de seguir adelante, también fuiste parte de ese proceso, de la experiencia más amarga de tener que olvidarte, era triste, pero había que seguir y también que llorar, había que llorar lo que apretaba en el corazón, daba igual si no sabía el motivo, qué más daba, solo era tristeza y se tenía que ir de alguna forma, como no había otra, solo quedaba llorar y así siguieron pasando los días, las penas se aminoraban y el sol volvía a salir, entonces decidí que no quería recordarte con pena, sino todo lo contrario, si tanto amor había sentido, así te recordaría, no quería ahogarme más en lágrimas, si no en recuerdos lindos, quería aprender a quererte sin estar, quería aprender a superarte sabiendo que existías, cambié la estrategia y quizás ahí pude lograr más, te mentiría si te dijera que no me muero por saber en donde estás, qué haces y si duermes bien, pero no importa, mi corazón sabe que estás bien, y eso vale, es lo único que vale.

No quiero llorar escribiéndote esto, porque sé que algún día lo vas a leer, quiero que tengas la seguridad de que te vi partir hacia un camino en donde no estaba yo, pero que no me afligí, fue difícil, todo fue difícil, pero no fue imposible dejarte, aprendí a vivir con tu ausencia, he pensado mucho y si ¿Dios lo quiso así? ¿quizás no? entonces aunque roto mi corazón aprendí.

Te alejaste y me tocó vivir así, ahora un poco más madura puedo decirte que no te guardo rencor, cómo te guardaría rencor, si de tu mano aprendí a tocar el alma, si contigo aprendí a besar, si a tu lado sentí lo que era el amor, no tendría sentido, pero aunque mucho costó hoy puedo decirte que finalmente te olvidé, no sé si sea la última nota que te escriba, hace meses también escribí lo mismo y aún sigo aquí, es parte de la forma en que encontré para aprender a dejarte ir, no sé si me amaste de verdad, solo sé que yo te quise y eso me reconforta, no importa ya que pasó, no quiero respuestas a todas mis preguntas, no quiero saber qué pasó y por qué no te quedaste, solo quiero que estés bien, quizás esta es mi última prueba de amor, quizás.

jueves, 28 de noviembre de 2019

Siete años después

Todos los días a las ocho de la mañana llegaba a mi oficina para recoger el diario oficial, preguntaba por mí, muchas veces no llegaba temprano y no lo veía, solo sabía que trabajaba en el piso 8 y su nombre, sabía también el nombre de la oficina, unas cuantas veces me crucé con él en el comedor, nunca pasó desapercibido, es más me puso nerviosa desde que lo conocí, yo quería hablarle, pero no sabía de qué, tenía muchas ganas de conocerlo - no se pudo - 

No olvido como sonreíamos cada que nos veíamos, es más mis intenciones de puntualidad siempre fueron para poder verlo, a la oficina llegó una compañera y le dijeron que ella ahora entregaría los diarios y que yo no lo haría porque me ascendían de puesto y tenía que concentrarme en otras cosas, reclamé y dije que no me quitaba tiempo, en realidad fue porque ese momento era mi única opción de verlo, no coincidíamos en el comedor ni en los ascensores, entonces no podía darme ese lujo de dejar de verlo, no me concedieron esa petición y me cambiaron de sitio.

Pasaron los días, no lo volví a ver, llegaba mucho antes de las ocho pensando que podía encontrarlo y no lo veía, pensé que quizás se había ido y que porque no le había hablado más, en ese tiempo todo no era tan digital como ahora, yo tenía blackberry recuerdo, no usaba mucho las redes, entonces lo único que podíamos hacer para hablar era mirarnos cada que él venía a recoger los diarios, pero eso ya no era posible, yo estaba en otra oficina y no lo podía ver.

No quería pensar que se había ido, pero tanta fue la ausencia de su presencia que lentamente se iba mi interés por él, quizás a él también le pasaba lo mismo y no me recordaba, es más solo sabíamos nuestros nombres, los días pasaron, los meses, ya no me acordaba de él y cambié de trabajo.

Siete años después

No lo recordaba con frecuencia, pero su cara no la había olvidado, me vio, me saludó, me reconoció, me sorprendí, fueron tres actos creo, no recuerdo más, pero lo que no había cambiado era su sonrisa, la tenía de nuevo conmigo, ya no tenía lentes, no sé muy bien que pasó, pero seguía siendo él, había mucha luz, por un momento pensé ¿por qué tengo que volver a verlo? y la verdad no tengo ninguna respuesta, tampoco tengo tantas preguntas, pero lo que si tengo es la certeza de que por algo apareció, por algo volvió.

En realidad no sé cuántas vidas más viviré, pero en esta que ha vuelto vamos a ver qué pasa.

lunes, 25 de noviembre de 2019

Siempre tú

Cómo es que un corazón puede sentir tanto ¿alguna vez se lo han preguntado? hoy pienso en ti y te escribo, siento tus ojos mirándome y sonrío, sonrío recordando, porque de eso estoy hecha, de recuerdos que elijo, de sentimientos y de muchas falencias para no saberte olvidar, hoy escribo a tu nombre y por ti, no como antes que escribía por ti pero no para ti, hoy lo hago porque quiero recordarte, porque necesito hacerlo, porque he decidido que para olvidarte tengo que dejar que tus recuerdos con los míos se borren.

Podría escribirte desde el primer día que te conocí, podría decir también que me enamoré de ti desde esa mañana en la que me abrazaste y me dijiste que me querías o cuando nos perdonamos la primera y única pelea que tuvimos, lo recuerdo todo, ¿qué pasó? ¿cómo se desmoronó todo?

Te pienso a veces cada vez un poco más, de todos los besos que te di, ¿me echas de menos? ¿me sigues queriendo? me he quedado sin preguntas y también sin respuestas, he pretendido que todo siga bien y lo he logrado un poco, no como quisiera, porque tengo tu perfume en la palma de mi mano, quiero abrazarte y no soltarte 

Buscándote

Se parece a ti, tiene tu capacidad para escuchar y pide que lo escuche, me mira y sonríe, le brillan los ojos, pero no como a ti, tú tenías un brillo especial, pero me aferro a él, porque quisiera que seas tú, quiero que seas tú, quiero que vuelvas, pero no se puede y no lo voy a volver a intentar.

De alguna manera siento que eres tú en otros ojos y aunque eso no está bien, es mi manera de superarte, en otros brazos, con otro cuerpo pero con la misma mirada, esto no va a durar lo que quisiera, es el dolor el que tengo grabado en el alma y no importa si es uno o son diez, siempre buscaré tus ojos, tu sonrisa y tus labios, quiero verte de nuevo y preguntarte ¿por qué? ¿qué pasó? ¿por qué se fue el amor? ¿qué hice mal? ¿qué tengo que hacer? pero no lo haré, no debo, porque si quiero, me aferro y eso está mal.

Pero estoy segura que todo esto va a pasar, va a dejar de doler, dejaré de escribir y ahí sabré que ya no significas nada para mí, no sabes como sueño con que llegue ese día, levantarme y no pensar en ti, que no me duela saber que existes, y ahí te voy a escribir, quizás al mail, te diré que doliste, no sabes cuánto, pero que hoy me levanté sabiendo que te olvidé, que no importa cuánto duró, que lo logré y quizás te sientas orgulloso de mí, quizás me respondas y felicites mi logro o quizás no, la verdad no esperaría alguna respuesta, porque me he quedado con varias preguntas.

Te quiero decir tantas cosas, pero lo que más quisiera es que estés, que nunca hayas decidido aceptar irte, que me digas que volviste porque quisiste, no porque yo lo anhelo, pero me doy con la realidad de un portazo al saber que no me quieres, entonces no te quiero dar lástima, no quiero que pienses que aún te sigo queriendo, aunque eso parece, quiero que sepas que te olvidé, lo tendré que escribir mil veces para creérmelo, no te voy a decir nada, porque no serviría, no quiero que me respondas, solo que leas lo que escribo, no quiero saber de ti, solo quiero que estés bien, ya no sé si es amor.

Te seguiré buscando, quizás soy yo quien no quiere olvidarte al fin y al cabo.

Lo que no pudo ser

Dejarte ir no sé si ha sido una de las cosas más complicadas que he tenido que hacer, es que decirte adiós fue quitarme la costumbre de oír tu voz todas las noches, dejar de verte, comprender que nada es eterno y que no te podías quedar, que aún amándote, lo que teníamos no podía ser, no te quise retener y te dejé volar, sentía que ya no eras feliz a mi lado y aunque me negaba a aceptarlo, lo hice, porque ese fue mi mayor acto de amor, dejarte ir para que seas feliz, porque no sabía que hacer con tanto amor y te lo entregué todo, aunque sufriendo te dejé ir.

Verte partir fue doloroso, pero muy en el fondo sabía que tus ojos ya no brillaban al verme, que mi sonrisa ya no se conectaba con la tuya, y en realidad he entendido que no hay ningún culpable, si todo está en constante evolución, es normal y muy probable que nuestro amor también haya sufrido esos cambios y todo tenía que morir, he tenido el carácter para defender este amor, pero ya no me daba más la mente, el cuerpo y el alma, solo me quedan estos recuerdos, días grises en los que te pienso y te extraño, pero también días en los que sale el sol y ya no pienso en ti, hoy como hace días escribo por ti, pero ya no para ti, escribo para desahogarme, para liberarte y sobretodo liberarme.

Es normal que siga escribiendo, no quisiera hacerlo, quisiera dejarte ir, pero aún me cuesta y es mi mejor terapia, algún día quizás te diré cuánto doliste, pero hoy solo lo escribo.

jueves, 14 de noviembre de 2019

No quiero que te vayas

No quiero encontrar ninguna razón más a todo esto, me sobran las razones, de eso no tengo duda, he leído muchas veces y ya perdí la cuenta de todas esas notas que escribí diciéndote adiós, en todas estaba decidida, en todas te había olvidado, pero tenía que hacerme la idea que lo hacía, que no te quería, pero estaba loca de amor, más loca estoy ahora que creo que ya te olvidé, te he olvidado y no sé cómo.

Hoy quisiera decirte adiós, pero no culpándote de nada, quién eres tú para poder resolver todas mis expectativas, esas que se convirtieron en un problema en tu mente, mi corazón revoloteaba en tu vida y no tenías las suficientes ganas de ser querido, o quizás no querías que yo te quiera, veo las cosas con mayor claridad, siento que no hay nada que ocultar, hoy te vengo a demostrar que yo solo sabía quererte.

No me malinterpretes, no quiero que te vayas, ya te has ido, no quiero que te sientas responsable de todo este abismo, soy yo la que quiso quererte ¿qué culpa tiene tú de eso? no te excuses conmigo, imagino tus disculpas y solamente quiero decirte que no importa cuánto me demoré en olvidarte, lo logré, hoy quiero que sepas que me he dado cuenta que no puedo augurar nada nuevo contigo, no te sorprende mi llegada, tampoco te asusta mi partida ¿entonces? ¿era amor? no lo era, siempre quise creerlo, no me quisiste nunca y no te culpo, fui yo la que quiso y la que siempre se culpó, eso era todo, menos amor.

Tengo un sin fin de mensajes que quisiera escribir, es más planeo que sea la nota más larga del blog, solo quiero que mis manos escriban, quiero desaparecer volando, siempre he querido hacer eso, no sé si te conté, siempre quise volar, no se puede, lo sé, siempre he anhelado cosas que son imposibles, tú por ejemplo.

Te recuerdo de vez en cuando, como hoy, que escribo por ti, pero ya no para ti, que escribo con desamor, con rabia y con dolor, con ese dolor de haberlo entregado todo y de no haber recibido nada, me fui con las manos vacías de tu corazón, no quería llevarme nada, quería quedarme contigo, qué poco duró todo, que poco amor tuvimos.

A veces lloro y  no paro de llorar, lo tengo que hacer, tengo que ahogarme en llanto, no puedo dejar de hacerlo, pierdo la esperanza de todo, pero aún sigo viviendo, aún tengo este motivo, mi motivo, no sé cuál sea, lo acabo de inventar, pero tengo que seguir adelante, ¿cómo es que el amor me desgarra tanto? - es que no es amor - me respondo todos los días.

Hoy al despertarme le pedí a Dios, por ti, por mí y por este sentimiento que aún no se borra y si ya se borró aún lo siento vivo, le pedí para que te vaya bien, que tú estés bien.

Los sentimientos no son realidades si no temporalidades, te voy a olvidar completamente, no puedo permitirte que sigas siendo dueño de mí, no quiero, no debo, eras dueño de mi estado de ánimo, de mi sonrisa, eras dueño de todo lo que significaba el amor, cuando me fui y no me buscaste pude encontrarme, qué caro costó encontrarme.

Ya me fui y no te hago falta, ahí me di cuenta que todo estará bien, también leí esta frase y no podía dejar de pensar en todo lo que sentí. 

"Y le dije, adiós; hasta nunca; y en silencio le deseé que fuera feliz, que encontrara el amor, ese que tanto le falta y que a mí me sobra. Y luego le pedí al cielo por él, pero más por mí, porque era yo quien más lo necesitaba." - Lucía Herazo

Algo más tendrá que pasar o quizás ya no, quizás todo fue suficiente y esta sea la última vez que escriba sobre el olvido y el desamor, quizás.





miércoles, 6 de noviembre de 2019

Lo que pudo ser

He sentido tu desprecio a lo lejos, desde una llamada por cortesía o una mirada por equivocación, no he querido entender por años que esto no podrá ser, he pensado en todas las maneras posibles de poder quedar bien contigo, de hacerte entender que era la mejor opción, pero no lo he conseguido, no soy lo que buscas, lo entendí. Pero ¿qué buscas? ¿qué no tengo? ¿qué hace falta? ¿en qué te fallé?

Me pasé la noche casi sin dormir, pensando en qué había fallado, después de tanto tiempo he vuelto a llorar, he tenido nuevamente ese inmenso dolor en el corazón, porque me duele, ojalá algún día pueda liberarme de tanta culpa o de tanto amor, pensé que te había olvidado, pensé que todo esto había pasado, me sigues haciendo daño, sigues latiendo y se supone que te había superado, había llegado la hora en la que te dejé de amar y me he dado cuenta que no, no sé si te ame, la verdad no tengo idea de todo lo que siento, pero siento y eso es lo que importa.

Recuerdo que estaba tranquila, pienso en todas las maneras para volver a estarlo, quisiera que vuelvas, que me digas que todo va a estar bien, quisiera saber que también me quieres, que te quedarás conmigo, que estaremos juntos, que seré yo quien te vea cuando despiertes y sea yo quien te abrace todas las noches para dormir, pero sé que eso no es verdad, y a pesar de haberlo aceptado, aún lo sigo pensando ¿hasta cuándo?

Vuelvo a llorar, pero ahora ya no de amor, si no de rabia, porque he hecho todo bien y no me mereces, esto duele, me ahogo en llanto, no puedo controlarlo, te quiero tanto, pero sigue doliendo y eso no está bien, tengo miedo de seguir queriéndote, y sé muy en el fondo que debo dejar de hacerlo.

Siento que no logré absolutamente nada contigo, me duele el alma pensar que no importa cuánto pueda esforzarme, nada es completamente necesario para ti, te siento inalcanzable, después de todos estos años nada fue suficiente.

Tal vez nunca lo sepas, pero habría apostado todo por ti, hoy ya nada tiene sentido.

viernes, 25 de octubre de 2019

Tu espalda

De todas las veces que he escrito para ti, hoy he decidido que esta será la despedida, ya muchas veces lo había pensado, pero esta vez materializo mi deseo, te estoy escribiendo sin ningún proyecto o un texto ya antes pensando, no tengo palabras concretas, pero aunque sé que no me lees, hoy quiero contarte como te olvidé, hoy tengo la certeza de saber como pasó todo.

Cuando menos lo esperé, tus manos estaban encima de mi espalda, no tengo por qué mentirte, habría querido que tus manos acaricien mis miedos para siempre, que tu cuerpo sea el que abrace por los días que aún me quedan, que tus ojos sean el primer espaldarazo que tenga que ver, nada de eso pasó y tuve que irme, rompiendo mi propio corazón, esperando algo que jamás llegó.

Dibujé cada parte de tu piel en mi memoria, aún recuerdo el lunar que tienes y que no conocías, recuerdo tu sonrisa y como besaba cada parte de tu cuerpo, como hacía dibujos en tu espalda 

lunes, 21 de octubre de 2019

Nunca lo mereciste

Después de haber llorado tanto nuevamente y con un poco de paz, me siento a escribir, porque es lo único que creo que puede hacerme bien, no siento las manos y tampoco ese nudo en la garganta, pero sí lo sentí ayer, me enteré después de tanto tiempo una mentira tuya ¿cómo puedes hacerlo? ¿cómo puedes mirarme a la cara después de mentirme? y no exagero, no te miento, sí, me has destruido una vez más, te voy a quitar ese súper poder que tienes conmigo, voy a trabajar inalcansablemente en quitarte ese lugar que jamás mereciste, porque me di cuenta - aunque tarde - que no merecías y tampoco mereces el amor que pude darte, menos mi lealtad y mi fidelidad, que aún sigue siendo la misma desde hace algunos años, no la mereces.

Has destruido todo lo que alguna vez construimos con amor, todo lleno de mentiras, como eres tú, no tiene sentido seguir hablándote, no te creo, no quiero verte la cara llena de mentiras, ¿cuántas más habrás dicho? ya nisiquiera pienso en eso, es una pérdida de tiempo, se me fue el amor, el cariño, el respeto, ya no siento ni pizca de lo que podía sentir por ti y esta vez te echo la culpa, tú destruiste todo esto, tú tienes la culpa, solo tú.

Estoy segura que dirás que exagero, que no era para tanto, que tan solo fue un café, que no tiene importancia, que no significa nada, que no genera nada en ti, pero tu perspectiva dista de la mía, no es el café, es el tiempo que destinas, los días, las horas, ese tiempo que jamás me has dado a mí, ese tiempo que mendigaba y que por amor propio tuve que soltar, ese tiempo que te pedía y que con alguna otra excusa me decías que no tenías, ese tiempo que no me diste y que sí se lo das, ese tiempo que no pudimos tener, ese tiempo que me hiciste perder, esas propuestas que no recibí, esa salida al cine que nunca tuve, esa cena que nunca se concretó, eso, todo eso quiero decirte, pero lo escribo, porque no quiero llorar, porque no quiero decirte que te odio, que he dejado de quererte, porque no mereces mi explicación y tampoco mereciste mi amor, nunca mereciste que alguien te quisiera tanto como yo, si te quise, no lo dudes, pero jamás lo valoraste, me he dado cuenta de eso tanto tiempo después, pensando que todo estaba mejor, que la vida era más buena con nosotros, que quizás habías cambiado, que la esperanza de seguir adelante, era un nosotros encubierto lleno de amor.

Escribo esto llorando, pero de impotencia, de saber que jamás te importé y que te di el lugar que no merecías, se me vuelve a hacer ese nudo en la garganta pero de cólera, de enojo, me enerva saber que lo di todo por ti y que ni un centímetro de consideración has tenido conmigo, duele y no sabes cómo.

Y si me preguntara alguien ¿por qué lo intenté tantas veces contigo? respondería que es porque pensé que eras el amor de mi vida, pero ahora solamente te puedo decir, que quizás hayas podido tener la dicha de sentir que alguien te quería leal y fielmente, quizás la vida si haya sido buena contigo.

No me voy a victimizar, ya nada importa, es hoy un nuevo día y yo te perdono, no porque lo merezcas, si no porque yo lo merezco y todo ese amor que sentí por ti, merezco reiniciar mi vida, merezco un amor libre de mentiras, un amor considerado y jamás lo encontraré si sigues aquí, como sombra, jamás podré ser feliz si sigo pensando que contigo pude haberlo sido.

Hoy duele, quizás mañana ya no.

martes, 15 de octubre de 2019

Vacía

Y aunque no pueda verla, tengo el alma rota, siento que no puedo más, no quisiera sentir y se sigue rompiendo, me sigo matando como quien no quiere, solo quiero echarme a llorar y pensar que nada ha pasado, pero es que es verdad, no ha pasado nada, solo pasó la vida y no sé si estoy en ella.

Deconstrucción

Solo quiero dormir, no ver nada más, seguir viendo ese techo blanco de mi cuarto, no tener prendido el celular, hoy quiero permitirme llorar, pero también dormir, me duele y lo siento, me duele el alma, así como si se hubiera roto un hueso, tengo un agujero inmenso en el corazón y mil veces me he repetido que el corazón solo bombea sangre, pero hoy tengo pena y es en el alma, lo asocio con el corazón entonces, porque no encuentro otra razón, no quiero hablar con nadie, por eso escribo, siempre me ha aliviado, quizá mañana sea otro día, quizá mañana esté mejor, pero hoy quiero darme el permiso de sentirme vacía, de no querer hablar, solo escribir, mis manos escriben y continúan escribiendo, no quisiera seguir, pero sé que mañana es otro día, sé que mañana seguirá habiendo luz y me dejará de doler, pero  hoy, no.

Hay algo que quisiera entender, algo que me he preguntado tantas veces ¿por qué no? quiero creer realmente esa frase de que "si algo no pasa, es porque venía algo mejor", pero hasta ahora sigo esperando y no sucede nada mejor, es más, me he quedado con todas las preguntas que quería hacer atoradas en mi boca, yo y mi maldita forma de ser, si te quería, podría haberlo gritado, pero no lo hice, maldita inseguridad, perdóname si te hice daño, esta vez fui yo la que dañó, esta vez fui yo la que se fue, la que no luchó, no sabía que hacer con tanto amor, sentía que no lo merecía, no quería nada y a la vez quería todo, no podía explicarte porque yo estaba confundiendo cada cosa que nos pasaba, descubrí a fin de cuentas que no importaba mucho si me quedaba, tampoco hiciste nada para que no me fuera, no es que no existiera un lugar para los dos, es que no lo construimos y tenía miedo, pero sentía que podía combatirlo, no lo hice, no sé si me arrepiento, nunca me ha pasado esto, siendo que me desvanezco, pero no quiero y no puedo, pero estoy segura que todo volverá a la normalidad, practicaré el desapego del que tanto te hablé, no querré verte, perdóname, y si te veo, haré como si no pasara, lo repetiré tantas veces, para que cuando ocurra, pueda hacer el papel que estoy practicando.

Viviré recordando todo esto, solo eso sé.

jueves, 3 de octubre de 2019

En esta vida no

Quiero creer que te he recordado con mayor frecuencia porque tú también me has estado pensando y eso me reconforta, entonces ¿te sigo queriendo? por casualidad regresé a los lugares en donde fuimos felices, en donde tu mano fue la que detuvo mi caída libre, he estado manejando y escuchando las canciones que alguna vez bailamos juntos, te he pensado mucho y no tengo la menor idea de por qué, pero tengo tantas cosas que decirte, que aún se me hace el nudo en la garganta, ese nudo que me hacía llorar de risa cuando estábamos juntos, ese nudo que entrelazaba nuestras manos cuando me convertía en tu mujer, te he amado desde el día uno en el que te conocí, quién diría que algún día todo ese amor se iría, pero hoy vuelvo a escribir por ti, sin ninguna respuesta en particular, pero por ti.

viernes, 27 de septiembre de 2019

¿Por qué mientes?

Mis emociones siempre han influido para poder escribir, pero hoy no escribo pensando en algo o en alguien, escribo pensando en ¿por qué mentimos? no es más fácil afrontar las cosas, hablar con la verdad y ya cada quien es responsable de lo que cree o no, pero teniendo la verdad de su lado, sabiendo a lo que va, me intriga mucho, porque no puedo entender esa imperiosa necesidad de mentir y lo más sorpresivo de todo es que hay gente que se cree sus propias mentiras, es como si creara una novela en su cabeza y tiene una hilación perfecta de lo que pasó y lo que no, como ellos han creído toda la mentira, hacen también que tú te la creas y es fácil, saben persuadir, te mienten con una facilidad que te preguntas ¿puede ser real no? es más, le concedes el beneficio de la duda para que no quedes como loca y crean que hay confianza, eso ocurre no solo en relaciones, si no también con familiares, amistades, la mentira y toxicidad en su máximo esplendor.

Lo peor que puede pasar es que todo se descubra, y es así, se llega a descubrir, es como cuando tocas el piano y la nota más fuerte cala en tu corazón, porque en este caso, la decepción de la mentira te da en el corazón y no sabes a veces cómo manejar algunas situaciones, yo lo único que hago es decepcionarme profundamente, pero no reclamo, solo me aparto, me voy, y si es que me he ido de tu vida, es porque algo me enteré, porque en algo me fallaste, pero no te quiero agobiar, nunca lo hice, ahora tampoco.

Quizás sea mejor sorprenderse por lo bueno y no esperar nada de nadie, quizás sea la fórmula de la felicidad.

martes, 24 de septiembre de 2019

Otro día menos

A una semana de haber escrito, hoy tengo otro semblante, ayer quería morirme del dolor, necesitaba apartarme, pero no lo hice, solo dormí y eso trajo consigo más ganas de seguir viviendo, porque ¿quién podría quitármelas?, voy a responder algo que nadie me ha preguntado, pero que hoy por la tarde pude encontrar respuesta, sentí esa punzada en el corazón nuevamente, pero ya no era por ti, si no por tus mentiras, por lo que dijiste que harías, pero no lo hiciste, porque no has sido sincero, porque ya no te creo, porque has derrumbado todo lo que se pudo construir, pero caí en cuenta que no construimos nada, que quizás fui solo yo la que se inventó una historia y por eso no me siento tan mal, por eso no quiero creer que caí en tu trampa.

No pienses que juego, esto es verdad, me estoy despidiendo, pero no te estoy dando la cara, porque quiera que no, no tengo el valor suficiente, nunca lo he tenido, porque si lo tuviera te diría que te odio, que no mereces mis letras, que nunca las mereciste, pero no lo hago, porque no te quiero hacer daño, y ahí me doy cuenta que nadie da lo que no tiene y yo te quise entregar la vida entera, pero no quisiste; y tampoco me voy a poner en oferta, no quiero un amor a medias - te lo dije - no sé si me leíste, no sé si lo haces, no me interesa ahora mismo, escribo para poder liberarme, porque todo lo que tengo que decirte es mucho y como siempre, no lo voy a hacer, es que tampoco quiero hacerlo, estoy escuchando ahora mismo la melodía de piano, esa que es mi favorita y no logro entrar en razón, ¿por qué? ¿te hice algo? ¿para qué mentir? no tiene mucho sentido, no soy de las que miente, siempre he sido de las que prefiere ser cuchillo y no herida, prefiero enfrentar las cosas, hasta mis propias acciones, pero no importa, no tienes tú la culpa de mis expectativas, es más ya estaba aburrida, por si quieres sentirte bien.

Me enteré hoy por la tarde de una de tus mentiras, no sé si existan más, quise darte el beneficio de la duda, pero si existen todas las pruebas, ¿por qué negarme? por qué seguir pensando que todo lo que soñé podría darse y ahí encontré la respuesta, escribí: "soñé" no soñamos y es que me doy cuenta que nada ha sido mutuo, a pesar de todo, siempre fui yo la que remó sola y llegó el momento de enfrentar esa realidad que a veces no quieres ver, no te quiero culpar (entiéndelo).

Y es que no sé de ti, hoy así como ayer es un día sin saber si desayunaste, almorzaste o saliste, quisiera saber el color de tu camisa, había pensado en decirte que te compres una polera amarilla, quedaría bien con la casaca negra de cuero que tienes, te he imaginado vestido así, no dejo de preguntarme por qué tengo que pensarte si lo único que quiero es olvidarte, no puedo seguir pensando en ti, es difícil, a veces siento que estoy bien o mal, pero nunca completa, me haces falta.

A veces quisiera escribirte, lo hago y me detengo, pero es que no tiene sentido, si fuiste tú el que se fue, lleno de mentiras, con cambios repentinos, queriéndome por días. Hoy, es otro día en el que pienso ¿qué pasó?, pero también es un día menos de extrañarte, de no sentirte o besarte, es otro día en el que entiendo que eso que pensé, no pasará, no importa si los días se alargan, hoy es un día menos de cualquier cosa que pueda ocurrir, no importa si no sé si no desayunaste o fuiste a entrenar ¿lo sigues haciendo? ¿puedes correr? ¿lo haces?.

Ahora lo que importa son los días que quedan y que tengo, no importa si aún me duele tu mentira o me duele el corazón porque no luchaste, hoy estamos a un día menos de que te siga queriendo y eso es una pequeña victoria.





martes, 17 de septiembre de 2019

No lo sé

Voy a escribir una última vez por ti, dejándote ir para que no te sientas responsable de estos abismos o de estas luchas, no quiero que pienses que puedo recordarte, no lo hago con frecuencia porque ya te fuiste y así debe de ser, pero hoy estuviste muy presente y quiero que lo sepas aunque no me leas, quisiera hacerte muchas preguntas, una de ellas ¿qué nos pasó? ¿qué hice mal? ¿en qué fallé? no le encuentro mucho sentido y no obtengo ninguna respuesta, pero escribirlo me salva, me alivia, me da paz, siento que si encuentro lo que quiero y que puedo seguir adelante como siempre.

No pasó nada, no te preocupes, solo quería que supieras que de vez en cuando te pienso y te extraño, pero pronto va a pasar, como pasa el tiempo, la vida y todo eso de lo que alguna vez hablamos.

Menos con ella

Tendría que creerme todo lo que lo digo, pero eso no pasa, siento que me miento hasta cuando respiro y ya no puedo seguir así ¿qué hago? ¿qué hice? no merecía todo este hecatombe, no lo merecía, lo decía una y otra vez después de limpiar casi ya las últimas lágrimas que podía tener, el corazón se me hacía pedazos y no podía parar de llorar, estaba muerta en vida, sentía que todo me hacía mal, y no buscaba victimizarme, eso me pasaba, sentía que quería dormir 18 horas y las otras 6 quedarme en mi cama a mirar el techo blanco, ese techo que quería pintar de azul con nubes, que asemejara a la realidad, no quería nada, todo había acabado y no entendía bien por qué, solo entendía que había acabado, quizás yo lo había terminado, pero no era así, porque no lo recordaba.

No quería recordar nada, no tenía nada nuevo que recordar tampoco, tenía la vida hecha añicos, fue un momento turbio, pasaron demasiadas ideas por mi cabeza y como era de costumbre ninguna pude realizar, quería dejar de sentir, de ver y oír, pero eso no se puede, siempre debemos de continuar, es la asquerosa idea que nos venden de la vida feliz, la mentira piadosa de que podrás salir adelante, ¿cómo les mienten tanto? tenía que seguir así no quisiera, así no pudiera, como sea, tenía que seguir, no había de otra, miraba siempre al techo, me aferraba al aire o a las calles que siempre me vieron caminar.

Ideaba conversaciones en mi cabeza, las tenía ya escritas de manera mental, salía adelante y sin fuerzas ¿si yo pude? ahora me doy cuenta que siempre se podrá, me hice más fuerte, más insensible conmigo misma, no podía darme el gusto de sufrir por lo que no debía, controlo mis emociones, mi vida ahora es una estrategia basada en una historia que no quisiera contar, pero que cuento con letras que siempre escribo, en cada rincón de mí hay una letra o una tristeza, también pueden venir alegrías, siempre hay algunas, efímeras, pero las hay.

Me he sentido devastada, pensando que no iba a poder salir, pero siempre he podido y eso me ha reconfortado, esa mentira piadosa que escribí líneas arriba si existe, siempre puedes seguir adelante, tampoco pienso escribir un texto diciéndote que si puedes salir adelante, porque cada uno ya sabe cómo hacerlo, siempre viene este sentimiento de supervivencia que te pide continuar, que no permite sentirte mal, yo pensaba que no iba a poder superar algunos sentimientos, algunas cosas y aquí me tienen escribiendo de ellos, sin rencor, con paz mental y muchísima estabilidad emocional, y ha sido un arduo trabajo, quizás de años, casi una vida entera pensando que podía hacer las cosas mal, pero las he venido haciendo bien y eso puede hacerme sentir mejor, me asustan las expectativas de la gente, no quiero que piensen que puedo lograrlo todo, cuando en verdad nisiquiera sé que puedo querer, de lo único que si estoy completamente segura es que quiero ver a mi mamá, abrazarla y pedirle perdón por todas las veces que le fallé y aunque ella no lo sabe, le he fallado, porque yo me he fallado, he querido desfallecer y sin pensarlo recordarla no me ha dejado caer, y gracias a su mirada o a lo que puede generar en mí no me he permitido eso (quizás, a veces sí) gracias a ella y después de todo, aprendí que no necesariamente siempre debo de estar bien, se vale sentirse mal, llorar, no querer nada, y quererse ir de vez en cuando.

Desapego, autocuidado con todo, menos con ella.


martes, 10 de septiembre de 2019

En la palma de su mano

Cambié de música cuando sabía que escribiría por ti, y quizás sea lo mejor que me está pasando en este mes, este año o quizás lo mejor que le esté pasando a mi vida, escucho esta canción que vengo repitiendo desde el sábado en el que te abracé, simplemente porque me recuerda a ti.

Me quedé con el olor de tu perfume en la palma de mi mano y aunque no quise que se vaya, se fue, pero no se fue tu recuerdo, tu olor o tu forma tan extraña de ser, te voy a confesar eso alguna vez, te diré que eres raro, pero que aprecio tus rarezas y que tengo tatuada tu sonrisa en mi cabeza, no sé si tenga ese atrevimiento como cuando corrí de tu mano al medio de la pista y sentía que querías cogerme del brazo y decirme que me calme, pero sonreías celebrando mi locura.

Te quiero, solo quería decir eso.

Desde que te fuiste

Escribo y respiro hondo para poder hilar las palabras que quiero poner en este texto, tengo una suerte de enfrentamientos en mi cabeza, me pregunto muchas veces ¿por qué? y tantas de esas veces no encuentro una respuesta lógica, estoy caminando más liviano, con menos problemas desde que te fuiste, menos pena, pero a veces te extraño, quisiera extender mi mano y encontrarte, quisiera estar completamente segura que estarás y que no te has ido para siempre, pero te has ido y ahí vuelvo a preguntarme ¿por qué? ¿por qué me dejaste? ¿te hice algo? y vienen a revolotear las otras tres mil preguntas que  hago a veces cuando vuelves a aparecer en mis pensamientos.

Qué aburrido se volvió todo sin ti, habían días grises y no teníamos nada de que hablar, no podía encontrar una excusa y tampoco un pretexto, no quería parecerte molesta y tampoco tenía muchas ganas de ser yo quien te hable, siempre he creído que quien quiere no se va, y te fuiste o me dejaste ir, cualquiera que fuese la situación, nos fuimos y no seguimos luchando por lo que teníamos, entonces no era amor.

Te quise mucho, para ser sincera, no sé si te quiera ahora mismo, hay una mescolanza de sentimientos que me hacen sentir que no y otras que me piden a gritos que te busque, le hago caso a las que me dicen que no, sigo escribiendo por ti, pero ya no para ti, solo quiero liberar sentimientos y es que el amor ya no existe escrito con tu nombre, solo sé que existe y tal vez se reescriba, pero no serás tú quien pueda saberlo, no sé si yo lo sepa, pero no seremos ninguno de los dos contando una misma historia.

Ya no hay mucho más que decir sobre todo lo que tuvimos, ya escribí y ya lo leí más de una vez.


jueves, 5 de septiembre de 2019

Vuelve

No tengo una solución clara para todo esto, pero creo que la única que tengo es que te quedes y quisiera que sea para siempre, ¿recuerdas? algo así como me dijiste ese lunes por la noche, en la que imaginabas como podía estar acomodada en mi cama y tu ilusión no distaba mucho de la mía, ¿cómo es que tanto interés se va tan rápido? - no lo entiendo - yo no puedo ser así, contágiame un poco de esa manera de ser para que no me duela tanto cuando siento que te vas y no es dependencia, yo le llamaría cariño, que tú estés ahí a mi lado imaginariamente o hablándome de amor fue un sueño que acaricié por mucho tiempo y que siento que se derrumba no sé por qué ¿hice algo mal? ¿tengo la culpa? ¿soy yo? ¿eres tú? quisiera hacerte todas esas preguntas porque me ahogo al no tener las respuestas, pero sé que no te las haré porque incluso en mis sueños me siento cansada de seguir pensando. 

Es culpa mía me repito, por haberte dicho las cosas tan pronto, por haberte permitido ingresar en mi vida sin ningún reparo, no es justo que te quiera tanto y que no te des cuenta o no te quieras dar cuenta, me lamento, me arrepiento y me duele, pero todo es culpa mía por haberme destruido con ternura, con palabras chiquitas, con canciones y sonidos, creo que no debemos de tener miedo a querer, nunca lo he tenido, pero ahora creo que lo tengo, siento que te vas o que no te quieres quedar, en lugar de sentir que todo estaría mejor, has venido a empeorar todo lo que ya había superado, tengo miedo y no quiero sentirlo ¿es amor? - ven, respóndeme -

Quiero llorar y no precisamente por ti, si no porque me siento vulnerable, no quisiera sentir tanto, pero cuánta razón tiene esa frase que leí hace mucho, que el amor no es tiempo si no sentimiento y en buena parte agradezco que arribaras a mi vida, me hace bien saberte vivo, me hace bien quererte, porque aunque no lo creas, yo he querido como no tienes idea, te escribo, esperando que me leas, que sepas que escribo para ti, pensando que quizás algún día de verdad toques a mi puerta y vengas, pero que no quieras irte, he tratado de ser yo, no la perfección de mujer que quisieras tener, he tratado únicamente de ser yo, de quererte, de entenderte, pero tienes una extraña forma de querer, no quieres bien y me duele, me lastimas sin darte cuenta, porque no tengo dudas y quizás tampoco pruebas, pero no quieres hacerme daño, lo sé, pero lo haces ¿cómo lo evitas? ¡cómo! quítame este dolor por favor, quizás con palabras dulces o un abrazo, quizás una sorpresa o un chocolate, quizás una pulsera de pitas de las que me gustan, o solamente una llamada, me da tanta ternura quererte tanto y también me siento débil y vulnerable, presiento que quizás esto no tenga ningún puerto, pero qué más da, si he querido tanto, esta no sería la primera vez que falle en el intento de querer y la gente como yo vuelve a creer ¿será malo o bueno? ojalá no lo sea, me acuerdo cuando te conté que yo creía en la ilusión del amor verdadero 

Vamos a correr juntos por el parque, pero la verdad lo que quisiera hacer es estar contigo en tu cama, leyendo libros o viendo una película, como te dije que lo haríamos, no lo prometiste, pero lo sentí así, me fallé a mí misma, creo que mañana voy a tocar la puerta de tu casa, ojalá y me abras tú, como las veces anteriores, quiero que seas tú y ahora si te beso, no te demores por favor, no me dejes sin ti, que me estoy acostumbrando y no quiero. No te demores, hazme el favor.

He pensado quizás mucho y eso me hace mal, mi cerebro hace muchas preguntas que yo no quisiera contestar y creo que tengo todas las respuestas, extraño que me hables, pero me extraño más a mí que a ti, me extraño estando a tu lado, sonriendo y sintiendo que tu corazón latía a mil por hora en la palma de tu mano, ninguno de los dos quería irse y eso me hace bien, y tal vez no vuelvas, tal vez nada de esto funcione y te siga escribiendo por un buen tiempo, porque cuando te dije que era dispersa, de tiempos y temporadas te mentía un poco para que no te sientas importante en mi vida, pero estoy segura que el sol también se levanta de vez en cuando y me tocará a mí superar que quizás esto no haya funcionado.

No te demores, si es que quieres volver, me estoy acostumbrando a estar sin ti y sé perfectamente que no debo de escribirlo, tampoco pensarlo y mucho menos decirlo, pero me haces falta, no me dejes sin ti.

Perdóname, por quererte tanto.

viernes, 16 de agosto de 2019

No sé que hacer

Quiero escribirte una canción y decirte al oído cuánto te quiero
Quiero que sepas que por las mañanas tu nombre acurruca mi silencio
No entiendo bien esto del amor, pero siento que de tu mano podemos iniciar este largo viaje
Se me ha escapado tu nombre disfrazado con una sonrisa
Ha amanecido y siento que mi corazón palpita más rápido pensando que te volveré a ver
Eres lo que nunca busqué, pero encontré
Tenías razón, siempre la tuviste
Todo llega a su tiempo y en el momento indicado
Así apareciste tú, como una canción que no tenía sintonía y ahora es pura claridad.

Quiero que tu corazón sea mío, que tus sonrisas también sean por mí
Quiero devolverte la ilusión de amar, pero que este sea el más claro ejemplo de que todo puede volver a suceder
Quiero ser ese sol que alumbre tus tristezas y esa mano que cobije tu mirada

Me aprieta el alma saber que te estás yendo
No sé como explicarte que te quiero, ven, explícame cómo puedo hacerlo
Eres la luz que necesitaba y que quiero que se quede
No sé como se llame esta canción, quizás tenga tu nombre y así sepas que es para ti

Vamos a saltar, como siempre he querido, hay que gritar que si existe
Quiero decirte que te quiero, pero inventaré una palabra singular que tú solamente entiendas
Ven, mírame, no te pierdas
Ven por mí, que yo también me estoy yendo
No me dejes ir por favor

G.

martes, 6 de agosto de 2019

Desapego

Desde hace más de diez años vengo escribiendo, de diferentes formas, antes lo hacía en diarios, ahora lo hago en un blog, puedo escribir en twitter, o también escribo cartas, todo lo que sea escribir siempre me ha ayudado, he estallado muchas veces escribiendo, siendo la terapia más efectiva para cualquier problema que he tenido, me ha ayudado a aliviar penas y muchas de mis alegrías, porque no todo ha sido malo, siempre hay cosas buenas que puedo estar agradecer, pero he escrito del proceso, de la vida, de lo que he querido escribir, porque para mí escribir es eso, ver algo y sentirlo, como cuando me gusta una canción y la descargo en mi play list de spotify, porque no tengo un gusto específico para la música y así me ocurre con las personas, no tengo un perfil predeterminado, hoy puedo ser muy feliz con alguien y en un tiempo derterminado, quizás ya no, porque la vida es un enorme tormento de 360 grados en donde no sabes si todos nos vamos a complementar bien.

Siempre he manejado mis sentimientos, no bien en algunos momentos, he sido capaz de llorar sola por mucho tiempo y de ser feliz alargando emociones también por mucho tiempo, he tratado de estar en el limbo de la vida, para aceptarme, quererme y sentirme bien conmigo misma, ha sido un arduo trabajo (en el que sigo), muchos años me ha tomado darme cuenta que no necesito a nadie para ser feliz, ¿y cómo me di cuenta? ha sido un error involuntario de la sociedad que te sugiere por siempre que acompañada estarás mejor, pero es falso, yo celebro mis días almorzando sola, yendo al cine sola, durmiendo sola, haciendo muchas cosas sola y lo aprendí con mucho desapego y sobretodo con autocontrol, nadie puede ver por mí o girar a mi alrededor, no debo jamás de pretender ser el centro de atención de nadie, no lo he sido y no lo quiero ser, no quiero que alguien dependa de mí y yo tampoco depender de nadie.

El error en el que vivimos muchas veces es pensar que las cosas acompañadas salen mejor ¿pero qué clase de compañía?, no lo niego, es cierto, se siente bien ¿pero es lo correcto? cómo le dices a alguien que por muchos años te acompañó que solo fue el viaje y no el destino ¿cómo le explicas sin romperle el corazón? hace poco le explicaba a un amigo que yo me refiero a mí misma como una persona emocionalmente estable, entiendo y acepto que lo que no es para mí, no es para mí y revierto todo a positivo, en aprendizaje.

He manejado de muchas formas tener paciencia, saber entender, he comprendido que no todo puede ser para mí, pero que con esfuerzo y sobretodo con mucha dedicación se pueden lograr cosas increíbles, pero que eso no funciona en el amor, no importa qué buena persona puedas ser, lo que no nace, no nace y punto y llegas a una comprensión personal en la que te das cuenta que eso existe, que no puedes forzar nada, que la vida es ir más allá, es entender que no todo va a salir como quieres, que habrán cosas que dolerán, pero que no será siempre, que si tienes que llorar puedes hacerlo ¿quién te dijo que era malo? lo malo es no saber expresarnos, explotemos de amor, porque fingir desinterés es para la raza más débil, pero también ahí me encuentro en una pelea profunda conmigo misma, cuando lo hago no me va bien, pero aunque puedo decirlo convencida, nadie en esta vida es indispensable, duelen las despedidas, pero duele aún más no darlo todo por miedo, yo aunque no la he pasado bien, puedo decirles que me he ido con paz en el corazón, porque he entendido que el amor es energía, y por eso nunca se extingue, sino que se transforma, y me he ido feliz de saber que lo di todo, incluso cuando no pudieron valorarlo.

Desapego, siempre.

Caída libre

Quisiera decirte que ya me olvidé de ti, que no te recuerdo, que nisiquiera te pienso, pero me estaría engañando a mí misma, no entiendo cómo no puedo borrarte de la misma manera que tú has hecho conmigo, no merezco este trato, no de ti, después de todo y de tanto.

Estaba leyendo en uno de mis ratos libres, uno de esos tantos libros que siempre me dijiste que no debía de leer, porque eran de tristeza y de desamor, entonces lo leí apropósito, como esperando que vinieras a decirme que no debía hacerlo y nunca llegaste.

En una de sus hojas, resaltaba grande que el amor era básicamente reciprocidad, yo lo he sabido desde siempre y ahí en ese mismo momento cuando leí esa palabra, me ahogué entre el llanto, sentía que no podía parar de llorar, me inundaba una tristeza infinita, de esas que sientes que jamás se irán, quizás nunca lo has sentido, porque he sido yo la que siempre estuvo enamorada y fuiste tú el que gratamente recibió el amor y no te culpo por eso, fui yo quien dio más y quizás de más, pero nadie puede entregar lo que no conoce, solo un alma noble y grande puede disfrutar de entregar felicidad, yo era feliz, no sé si por ti o feliz contigo, pero era feliz, ya no busco explicaciones, porque me hundiría mucho más.

Algún día quizás estemos nuevamente juntos, pero no como quisiera, tal vez coincidamos en alguna reunión de trabajo o en una fiesta de compañeros, tanta gente en común que seguimos teniendo, quizás en ese preciso momento todo ya esté resuelto, quizás mi vida sea más tranquila y ya no tengas que detener mi locura, quizás después de todo, ese auto y esa maestría ya sean tuyos, quizás siempre quizás puedas darte cuenta a tiempo que mi amor ya se apagó y que ahora solo tengo esa desolada idea de lo que pudo ser, que te recuerdo puede ser, que no sé que hago escribiendo, pero que lo necesitaba, tenía que escribirlo, porque escribo con la ilusión de que me leas, pero resulta estúpido porque sé que no lo haces, y si lo hicieras, (ojalá que no), porque si me has leído y no me has buscado, me destrozarías aún más.

Repito una y otra vez las mismas palabras para poder creer que nada de lo que sentí fue en vano y podría resultar una buena terapia pensar también que todo estuvo bien, y quiero creer que no me hiciste daño porque quisiste, si no porque no te diste cuenta, quiero creer.

jueves, 1 de agosto de 2019

Ven por mí

Quién hubiera pensado que escribiría para él, ni yo lo pensé en algún momento, pero aquí me tienen, frente al computador, escribiéndole porque es lo que me nace y antes que me arrepienta, mejor lo redacto, porque siempre me han salido mejor las palabras en este blog que en la vida misma, hay más naturalidad cuando dejo que las palabras corran, cuando me permito a mí misma ser la versión que quisiera mostrar, aunque si me detengo un poco he corrido con los cabellos sueltos y teniendo el aire en la cara en su delante y no me ha dicho nada, es más se reía de tanta locura, le he pedido disculpas por tanta locura, pero ahora no entiendo la razón, si quizás con él he podido ser un tanto real.

Vamos a explicarnos, porque quizás ni yo misma me entienda al terminar de leerme, aunque esa también puede ser una buena señal, lo vi pasar uno de estos días cerca a mí, estaba demasiado cerca, caminaba pero no me vio, yo sí a él, y es que ahí nosotros no hablábamos, es más no sé como hemos hablado, cosas locas de la vida, podría decirles que ha llegado en el momento exacto, en ese en el que quería apartarme de todos pero tampoco quería hacerlo, tan ambivalente como siempre.

Lo seguí con la mirada y lo volví a mirar, había luz en sus ojos y aquí es donde voy a decir que no puedo explicar esto, porque solamente recuerdo haber salido, verlo y sentir algo extraño, no me había pasado antes, tampoco puedo decirles que fue amor a primera vista, porque algunas veces más lo he visto y nunca sentí lo mismo, quizás pueda describirlo como curiosidad, siempre me ha parecido interesante, también tenemos algunas personas en común, no muchas (mejor), pero la vida nos ha entrelazado de alguna forma, recuerdo que en algún momento le dije: "Oye, tienes que invitarme a tu boda, me avisas para adelgazar (risas)" entonces caí en cuenta que en verdad siempre he querido que sea feliz, y es que ahí tampoco me entiendo y me complico ¿por qué? si no ha sido importante para mí ¿por qué quería que sea feliz? mi instinto siempre me llevó a él, entonces quería recordarlo, mi cerebro siempre ha tenido la hermosa capacidad de almacenar muchos recuerdos, hice un esfuerzo y lo vi a él como unos destellos, recordé que lo conozco desde niños, me di cuenta que siempre fue importante, que siempre esperé las vacaciones para verlo, que quería ir a las clases de natación con él, y que un verano no vino y lo extrañé, pero era niña para ese entonces, y no sé si me dio igual, no puedo recordarlo exactamente. 

En este preciso momento tampoco puedo explicarles qué siento al escribir esto, porque solo me río y recuerdo mi niñez bonita y también lo veo a él, quizás por eso dentro de mí siempre fue importante, es el único sustento que le doy a todo lo que a veces invade como una pregunta gigantesca, ahora todo es más claro y puedo decirles que sí es importante, quizás sea fugaz su importancia ¿quién sabe? nisiquiera lo sé yo, es más tampoco puedo explicar por qué escribo esto, pero como lo dije en el primer párrafo, siempre me he permitido ser yo aquí y escribir a mí me sana, me alivia el alma, me ayuda, es mi terapia diaria.

Cada uno ha formado una vida diferente, quizás haya gente muy importante, inolvidable, hay un pasado que tenemos, pero yo no pienso en el pasado, no me importa, existe también una historia que hemos construido a nuestra forma, no sé si sea parte de esa pero hoy quisiera decirle que venga conmigo, que quiero volver a correr por el aire y al voltear que sea él, quien esté ahí, quisiera ver su cara sonriente y que sepan que lo quiero, no sé cuánto por ahora, pero que también él sepa que lo quiero.




domingo, 28 de julio de 2019

¿Qué pasó?

Me di cuenta algo tarde que él no era lo que yo pensaba, dejé de idealizarlo y ahí caí en la versión que todos veían, no era tan bueno como parecía. pero no lo digo porque podía ser una mala persona, creo que sus afectos y sus decisiones siempre han estado diametralmente proporcionadas a sus intereses, y no a mis sentimientos ¿cómo podría hacerle daño yo? una vez llorando casi toda la noche me preguntaba: ¿él pensará en mí? ¿le preocupará lo que yo hago? quizás sí, quizás no, nunca se lo pregunté y tampoco lo haré porque ahora ya no interesa mucho, él si me importa, pero de distinta forma, creo que pude quitarme la venda de los ojos y dejar de mirarlo con tanto amor, quizás ahora lo veo pero con ojos de amor propio.

¿Qué me hizo?

En realidad no hizo nada que yo no aceptara, de eso me di cuenta, hasta cuando me hizo daño traté de entenderlo, busqué una justificación para sus decisiones, pensé que él no quería hacerlo, pero que debía, habían cosas que se salían de control y otras no, habían cosas que sentía que las hacía porque no pensaba en mí, entonces caí en cuenta que no era amor, porque alguien que te ama nunca pasará por encima de  tus sentimientos para hacer realidad ciertas cosas.

Al irme

Entendí algo tarde y con muchas trabas, que no me quería como yo a él, y eso que he escrito hace varias lunas que el amor quizás sea así, a veces amas más tú hoy y él te ame más mañana, en mi lugar nunca pasó, siempre quise más yo, siempre di más yo y como todo en esta vida te llega a cansar, me cansé y tuve que dar retirada, quisiera decirle cuando lo veo (algún día) "no te odio, pero cuánto te quise", siento que me desgasté mucho en querer entender algunas cosas, algunas idas y venidas, no quisiera justificarlo, pero no era malo, siento que algunas cosas eran por inercia, valoraba otras cosas y entre tantas quizás no estaba yo.

¿Cómo me di cuenta?

Existieron cosas maravillosas, lo miraba a él y podía describir el amor, quería quedarme a su lado nada más, era como una niña con un osito de peluche que no quería soltar, él aceptaba mi amor porque no sé si no le quedaba de otra o le gustaban todas mis atenciones, ahí también pude darme cuenta que estaba yendo por el rumbo equivocado, pero no pude distinguirlo tan rápido, estaba completamente enamorada y la verdad no me daba la cabeza para pensar en otra cosa que no sea él, mi amor era firme, leal, con convicciones, me habría quedado la vida entera a su lado, quería formar una familia de su mano, que él sea la primera y la última persona que vea día a día.
Así pasaron los días, meses y años, aprendiendo a amar, levantándome con la promesa de ser fiel y leal a un amor que no correspondía de la misma manera, siento que no estuvo a la altura de mi amor porque no supo valorarlo, esa es la palabra exacta para describir lo que pasó, la valoración de los actos o del mismo amor, no me arrepiento de nada, pero me di cuenta quizás muy tarde, he llorado pensando que este amor no lo merecía nadie más que él, pero dentro de mis idas y venidas y todo ese llanto que no paraba tenía destellazos de luz que me hacían ver que no podía seguir así y hay un infinito dentro del corazón, una fuerza o algo que te empuja a seguir remando, a veces una misma se nubla y se cierra en el medio de todo, eso hice, quise seguir, pero las fuerzas ya no te daban, desistí y me dejó ir como quien no quiere a nadie y ahí comprendí que no me quería y no lo merecía.

En algún momento le diré: Gracias por tanto, perdón por tan poco.

Quizás debí de ser más fuerte, amar menos, pero yo no soy de tinteros, no soy de medios, te quiero mucho o nada, te amo de verdad, pero jamás con mentiras, le fui leal hasta el último suspiro y aunque ahora escribo por él, no necesariamente para él, escribo para mí, para recordarme que sí aprendí a amar, que quizás lo mejor está por llegar.


miércoles, 17 de julio de 2019

Nunca como antes


 Pensé que escribiría para ti a lo largo de mis letras, pero hoy no escribo a tu nombre, si no a nombre del desamor o del amor que el aire se llevó, hoy escribo por mí y por lo que quise sentir, hoy quiero escribir para que algún día puedas leerlo. 

Yo quería quedarme a tu lado, acariciando tus manos y contándote cuentos, quería sentir tu andar, sentarme contigo y decirte que el amor si existía, porque te miraba y eso ya bastaba, aunque mi amor no fue suficiente, hoy entiendo, aunque un poco tarde el por qué.

Tu amor nunca estuvo a la altura del mío, yo debí de darme cuenta cuando la tristeza embargó mis escritos, debí de percibir tu lejanía, y no hablo de nuestros cuerpos, si no de nuestras almas, sentí cuando dejaste de quererme, pero me aferré al corazón y traté por todos los medios de que esto funcionara, te juro que quería quedarme a tu lado, no sabes como lo anhelaba, nunca vas a imaginarte las ganas que tenía de quedarme siempre, de abrazarte un buen tiempo, de decirte al oído que te quería con toda el alma.

Cuando todo se acabó, sentía como me estrujaba la garganta, volví a sentir ese nudo que se hacía de manera conjunta con el corazón, aparecías en mis pensamientos y me preguntaba que estarías haciendo, pero nunca lo pregunté, porque no quise ser una molestia, jamás quise que sintieras eso, y si en algún momento fue así, perdóname, fallé en el intento.

Pasó un buen tiempo y de regreso a casa, apareciste como siempre, mis pensamientos siempre fueron tuyos, pero esta vez era distinto, pensaba en ti de otra manera, no con rencor, pero tampoco con amor, sentí que me había liberado y que flotaba en mi trayecto, me ponía a pensar ¿qué hubiera pasado? Quizás, nada, porque lo sabía, porque aunque quise alargar la despedida, al fin y al cabo  ésta se dio y aunque hoy podría decirte que te quiero, lo haría, pero diciéndote que te quiero como quien quiere a alguien que se ha ido y nunca volverá, quizás con la ilusión de que algún día en otros mundos y en otros viajes la vida sea noble y nos vuelva a unir para jamás separarnos, créeme que eso quise, pero no siempre tenemos lo que anhelamos y aunque recé con el corazón, esta vez no se pudo hacer el milagro.

Te quise y te quiero con la pena de saber que éramos el uno para el otro, pero también con la nostalgia de haberte dejado ir como prueba inmensa de mi amor propio.


miércoles, 26 de junio de 2019

Me hubiera quedado

Te cuento que ahora me levanto más temprano, a las 5 de la mañana aproximadamente, mi papá me sigue abriendo la puerta de la cochera, aún manejo con zapatos bajos, porque los tacos son muy molestos, duermo un poco cuando llego al trabajo porque sigo llegando muy temprano, a algo tenía que llegar temprano, aunque hubiera querido que sea a tu vida.

Sigo sin entender como es que esa música tan loca te gustaba, la escuché, quizás algunas para poder tener tema de conversación (no funcionó) pero hay que hacer sacrificios auditivos a veces, te cuento que sigo escuchando reggaeton y esas canciones lentas de las que te reías, pero que también escuchabas, porque una de las cosas más locas que hacíamos juntos era disfrutar de nuestras diferencias, las mismas que nos hicieron unidos y de las que nunca renegábamos.

Sigo escribiendo, no tanto como antes, ya no para ti quizás, pero hoy lo hago, por ti, por mí, a tu nombre, siempre pensé que eso no pasaría, me hubiera gustado escribir siempre para ti, tenía un sueño que hoy te voy a contar; quería quedarme a dormir contigo como siempre, verte el rostro pero cerrar los ojos y con la mano recordar cada lunar que tienes, pensar que tus manos estaban en mi espalda y sentir un beso tuyo, quería verte sonreír, despertar y decirme que me querías, quería verte desnudo entrelazado con las sábanas, unas azules o las cortinas de ese color para pensar que estábamos en el cielo, a tu lado siempre me sentí así, siempre sentí que estaba en el cielo o en el paraíso, huyendo de los problemas y alegrándome solo por verte, ¿la magia del amor, no? quería escribir algún día estando así nosotros, juntos, desnudos, viéndonos, yo contándote historias o bailando como lo hacía tan feliz, saltando o acordándome de las anécdotas de niña que siempre te gustó escuchar o puede ser también cuando imitaba a algún amigo nuestro, ¿eras feliz, verdad? ¿eras feliz, escuchando mis historias?, ¿por qué no lo hice? quizás porque quería disfrutar cada segundo a tu lado, no sabes cuánto valoraba esas horas, días, esos minutos que podía estar contigo, no tengo ninguna duda de que fuiste el primer más grande amor de mi vida.

Me hubiera quedado contigo para siempre, a tu lado, escuchando nuestras historias y sonriendo, quizás llorando, pero juntos, me hubiera quedado contigo, contando los botones de tu camisa, eso hubiera querido, pero no se dio y quizás no me arrepiento, fui feliz lo que la vida quiso y eso solo importa.

Le agradezco a la vida haberte conocido, porque eres parte de mi historia, es más tenemos juntos una historia. Juntos  (quiero bailarte en mis sueños esa canción)

viernes, 21 de junio de 2019

Podría pedirte perdón

Para seguir adelante debes de tener claro qué cosas son las que quieres hacer en lo que queda de ese tiempo que puedes destinar en pensar en ese problema o en ese amor que no concluyó, en esa relación que quisiste que sea y no tuvo el fin que habías deseado, esa es la fórmula perfecta para que tu dolor sea más venidero.

Hace algunos meses empecé a darme cuenta que no quería y no podía permitirme sentir ciertas emociones que a la larga o a la corta me podían perjudicar, es por eso que tomé distancia de una de las personas más importantes en esta vida, me alejé no porque sea malo o porque me haya hecho daño, si no porque si los sentimientos no son recíprocos ¿para qué? tomar esa decisión fue difícil, es algo así como una introspección personal, me adelanté a lo que quizás podía venir y no quería sentir, me alejaba porque tampoco quería perderme entre tanto sentimiento, porque no quería también sufrir, no tenía sentido sufrir por amor y así fue.

Me fui, me dejó ir también (por mi bien me dijo) ¡Mentira! (exclamé en mi cabeza) lo hacía porque así es él, simplemente no siente lo mismo y no es capaz de decirlo, pero yo lo siento, yo sé como es él y por eso me fui, por mi bien, y más por el de él, no merece sentir culpa de mis sentimientos, si aquí la culpable soy yo, sentía como todo podía venirse abajo, he llorado leyendo notas que yo hacía con tanto amor, pero ha sido necesario, siempre será necesario e importante llorar y sentir que todo se va yendo de a pocos.

Podría pedirte perdón por arruinar esos domingos de llamadas con llantos diciéndote cuánto te amaba, podría decirte también que quizás nadie en este mundo te va a amar como yo lo hice pero sé que eso ya lo sabes y que no importa, porque la vida es así y quizás sea más fácil olvidarte que seguir amándote, te cuento que ya no se me hace el nudo en la garganta cuando hablo de ti, no sé si dejé de quererte o quizás aprendí a vivir con tu ausencia, aunque estaba acostumbrada siempre a tu manera tan extraña de ser. 

Quisiera pedirte perdón por las veces en las que necesité que me dijeras cuánto me querías y te lo pedía, nunca debí de haber hecho eso, pero mi corazón así quería hacerlo, hoy puedo decirle a todos que es mentira que el corazón solo bombee sangre, sí siente y cuando no es recíproco siente aún más, podría decirte que todo está bien y que ya no me duele nada, pero te mentiría, aún me sigo preguntando¿por qué? ya no tanto como antes, pero aún me hago ciertas preguntas.

Y aunque detuviste mi caída libre, nunca te sientas responsable de este infierno, he aprendido de todo esto que es necesario empezar a soltar y aunque quizás ahora no lo creas tú me hiciste mucho bien. Jamás te cargaría con el peso de este desamor, llegué tarde a tu vida, esa es la explicación que siempre he tenido para apaciguar algunas veces mis preguntas.

jueves, 20 de junio de 2019

Sus manos


Con una sola palabra, una sonrisa o un desliz
solo una mirada, su espalda desnuda o una flor
una palabra, su mundo, sus promesas
un baile, un beso, sus manos, no necesito nada más
una fecha más y sus abrazos llenos de paz 

lunes, 3 de junio de 2019

Brevete

Cuando tenía 17 años me moría por manejar, quería tener mi propio auto y cortaba unos cupones para concursar por tener el mío, aunque no gané, descubrí que siempre persistí en esa loca idea de tener uno, lo logré tiempo después, no a los 17 claro, ocho años después llegó ese carro rojo que siempre soñé, pero antes de eso siempre existieron algunas trabas que la vida me puso para enseñarme a ser más fuerte, a quizás tener más temple en decisiones venideras.

Ya por mis 18 años quise sacar el brevete, estudié no saben cuánto, por aquí la lógica es pasar el examen de salud, otro de conocimientos y por último el práctico, mi padrino me había enseñado a manejar auto mecánico, pero yo quería un automático, algo más sencillo y quizás más seguro, uno de mis primos vino a Lima y le comenté que quería manejar, yo soy muy insistente cuando quiero algo, accedió a enseñarme y también me matriculé en una academia de manejo, que en realidad no me sirvió mucho, pero algo de conocimiento obtuve, yo estaba segura de que a la primera la hacía, había aprendido la ruta (son 2) fui a practicar al costado del touring, y sentí que ese día salía con el brevete en la mano ¡FALLÉ! no saben cómo me sentí, me había fallado a mí misma y no quería hablar con nadie, me sentía mal, triste y sobretodo frustrada, dormí todo ese sábado y como me sentía triste no quería que nadie me molestara, desperté como a las 6 o 7 horas y me propuse a mí misma seguir adelante, tenía 2 oportunidades más y podía intentarlo.

La segunda oportunidad también me puse nerviosa y en la ruta me llevé un cono (ahora me río) anaranjado que dividía los espacios, bajó un profesor del touring y con una sonrisa me dijo "tranquila, puedes venir otra vez más" yo me sentía morir, me volví a fallar, pero no entendía por qué, habían dos rutas, la A y la B, en esas dos oportunidades me había tocado la B y para mí era la ruta más fácil, pero me estaba fallando.

Le escribí a un amigo para que me enseñara alguna técnica o cómo podría hacer para mejorar y sacar ya el brevete, llegó a mi casa en su auto y me enseñó varias técnicas, mi buen y gran amigo también me habló de la tranquilidad y la paciencia, yo me sentía frustrada y él se dio cuenta, me abrazó y me dijo que confiara en mí, que quizás estaba estresada, pero que no dejara de intentar.

Seguí intentando porque ya era un reto personal, volví a ir y con paciencia al salir me dieron un papel: "APROBADA" sentía que el corazón explotaría, estaba feliz y dentro de toda la frustración me di cuenta que si no insistía no podría lograr lo que tanto quería, así tendría que ir 20 veces, yo habría ido, necesitaba ir y seguir intentando, ahí me di cuenta que parte de mi esencia es esa, seguir intentando, seguir emprendiendo quizás en nuevos retos, en más desafío, quizás en más vida por vivir, aprendí también que no importa cuántas veces te caigas, debes de levantarte y seguir adelante, y en este episodio tan frustrante me di cuenta que nunca debo dejar vencer esas ganas locas por seguir aprendiendo de los que son mis errores y sí, aprendí de mis errores y es gratificante darte cuenta de eso.

Sigamos en la lucha, insistir, persistir y nunca desistir. Nunca

martes, 21 de mayo de 2019

No soy como tú

Empezaré diciendo que nunca he querido ser como nadie, he tratado de construir mi personalidad en base a los diferentes episodios de los que mi vida ha sido parte, he querido ser siempre la que pilotee mis errores, siempre les he hecho frente, nunca he dejado inconcluso algo que yo misma inicié y quizás ahí radique mi problema.

Me propuse ser más desapegada, tener más autocontrol y ser más crítica conmigo misma, pero no he podido, he amado hasta que me tiriten los huesos y he fallado mil veces (quizás más) en sentir ese desapego por esa persona que quizás no merece este amor tan leal. 

He querido, lo juro, he luchado contra todo lo que sentía porque ya no podía más, pero en ese proceso de querer dejar de quererlo, reflexioné sobre qué era el amor y sobre qué era lo que quería quizás para mi amor futuro, no quiero pedirle que me quiera, no quiero decirle qué hacer, lo quiero libre pero que sea su elección diaria, que en mis manos sienta paz y en mi sonrisa felicidad, que sea inmensamente feliz y libre, eso nada más.

Me he topado con la presencia intermitente, con sus idas y venidas y su latente egoísmo de no soltarme, sé que detuvo mi caída libre, pero si no me ama ¿para qué seguir? no creerá él que mi corazón alberga esperanzas, no creerá que puedo amarlo hasta el punto de permitir que sea tan distante y cercano a la vez, que me quiera y quizás no lo sienta, no sé, quisiera pensar que no se da cuenta, porque si supiera que sabe que con esas actitudes me daña, caería en cuenta que nunca me quiso.

No soy como él, porque lo he querido constante, nunca dejé de hacerlo, soy un apoyo incansable y siento que no merece mi consideración porque se arrepiente de mí y de este amor, hace poco entendí con una de sus conversaciones que quisiera retroceder el tiempo y no haberme permitido entrar en su vida, sentí como ese apretón en la garganta volvía a existir (ya no pasaba) y como podía llorar pensando en que algo hice mal, pero he llegado a la conclusión que nunca he hecho nada mal, que le entregué mi corazón, mi alma y años de mi vida y no importa porque mi amor fue leal y sincero, yo lo amé y amaré de la misma forma a mi amor futuro, porque que él me haya fallado y roto como no tiene idea, no significa que yo haga lo mismo, yo no soy como tú (por si algún día me lees).

He fallado, es cierto, pero aunque no tenga ninguna prueba sobre cuánto lo he amado, no me queda ninguna duda de que todo fue real y que no importa cuántas veces me fallen yo seguiré siendo sentimental, seguiré lidiando con tanto amor, porque en esta aventura de la vida, el que no siente pierde.

Quizás le fallé en el intento de aprender sobre desapego, pero no le fallé en amarlo, quizás nadie lo amará como yo, quizás.

viernes, 17 de mayo de 2019

La última carta

Estoy sintiendo como el corazón nuevamente se estruja en mil pedazos, he llorado y prometí no hacerlo, he sentido como tu desinterés podía romperme nuevamente, no intento con esto calmar mi dolor pero lo que si quiero es sentir que algo estoy haciendo por mí misma, estoy escribiendo lo que siento con el único objetivo de parar de llorar, mi corazón quiere tranquilidad y solo encontró tempestad en tus palabras.

Tengo tantas cosas para decirte, quisiera contarte de la casita que soñé a tu lado, de las cortinas azules que quería en nuestro cuarto, de la cama en la que dormiríamos juntos, quería contarte, pero siento y reafirmo hoy una vez más que hablar contigo sería un monólogo sin fin, no entenderías nada de lo que te digo porque no estás y nunca estarás más, en todo este proceso he lastimado mi corazón como no tienes idea, no te reprocho eso porque soy la responsable de todos estos sin sabores, soy la que ha decidido quererte tanto tiempo y quizás sea yo hoy la que decide dejar de hacerlo, quién sabe.

Quiero gritarte cuánto te he amado todos estos días, cómo he esperado esa llamada en la noche, quisiera darte un golpe en la cara para que sintieras cómo has roto este corazón, pero no me quepa la menor duda que no dañaría nada, es más siento que no podrías llegar a sentir nisiquiera el 1% de lo que yo he sentido por ti, y me lastimaría una vez más sentir ese desinterés tuyo, me desalentaría a seguir amándote y quisiera no sentir más.

Sé que nada de esto nunca fue mutuo, lo sé mejor que nadie y es por eso que siempre lo he escrito, es por eso también que no tendría ningún sentido decírtelo ¿para qué? si sé que tu reacción será distante, ¿para qué quedarme? para seguir recibiendo indiferencia, esa indiferencia que me mataba en lo más profundo de mi exceso de interés.

Siempre neutro, desapegado, como si no sintieras nada, como si yo no significara nada, siempre sintiendo ese desafecto del que solo se quejaba mi corazón porque ya no podía decir nada, no quería tampoco, solo quería verte feliz, puse por encima de mis emociones tu corazón, ese corazón del que hoy me quejo.

No quiero saber qué sientes ¿para qué? si sé que no es nada parecido a lo que yo puedo sentir, no quiero y no puedo reafirmar esa herida que carcome mi corazón, es por eso que te escribo ya esta última carta, para decirte que desisto de quererte, que me rindo, que ya no puedo más con tu falta de amor y desinterés, que aunque me esté muriendo de amor decido irme ya para siempre porque no comprendo ¿qué hice mal?

No quiero verte porque duele menos escribirte sabiendo que quizás nunca lo leas, tu desinterés en mis cosas me hacen saber desde ya que este escrito no lo vas a leer, no quiero verte también porque voy a llorar y quiero irme fuerte, siento las lágrimas caer y limpiarlas para que nadie más vea como me duele irme de tu desinterés y de tu falta querer, me he ahogado en el intento de ser la mejor versión de algo que quizás nunca te gustó, me he ahogado con mis propias lágrimas intentando dejar de quererte, no importa que no me leas y que no sepas que me fui, duele menos a tu desamor, desapego e indiferencia, duele menos.