viernes, 25 de octubre de 2019

Tu espalda

De todas las veces que he escrito para ti, hoy he decidido que esta será la despedida, ya muchas veces lo había pensado, pero esta vez materializo mi deseo, te estoy escribiendo sin ningún proyecto o un texto ya antes pensando, no tengo palabras concretas, pero aunque sé que no me lees, hoy quiero contarte como te olvidé, hoy tengo la certeza de saber como pasó todo.

Cuando menos lo esperé, tus manos estaban encima de mi espalda, no tengo por qué mentirte, habría querido que tus manos acaricien mis miedos para siempre, que tu cuerpo sea el que abrace por los días que aún me quedan, que tus ojos sean el primer espaldarazo que tenga que ver, nada de eso pasó y tuve que irme, rompiendo mi propio corazón, esperando algo que jamás llegó.

Dibujé cada parte de tu piel en mi memoria, aún recuerdo el lunar que tienes y que no conocías, recuerdo tu sonrisa y como besaba cada parte de tu cuerpo, como hacía dibujos en tu espalda 

lunes, 21 de octubre de 2019

Nunca lo mereciste

Después de haber llorado tanto nuevamente y con un poco de paz, me siento a escribir, porque es lo único que creo que puede hacerme bien, no siento las manos y tampoco ese nudo en la garganta, pero sí lo sentí ayer, me enteré después de tanto tiempo una mentira tuya ¿cómo puedes hacerlo? ¿cómo puedes mirarme a la cara después de mentirme? y no exagero, no te miento, sí, me has destruido una vez más, te voy a quitar ese súper poder que tienes conmigo, voy a trabajar inalcansablemente en quitarte ese lugar que jamás mereciste, porque me di cuenta - aunque tarde - que no merecías y tampoco mereces el amor que pude darte, menos mi lealtad y mi fidelidad, que aún sigue siendo la misma desde hace algunos años, no la mereces.

Has destruido todo lo que alguna vez construimos con amor, todo lleno de mentiras, como eres tú, no tiene sentido seguir hablándote, no te creo, no quiero verte la cara llena de mentiras, ¿cuántas más habrás dicho? ya nisiquiera pienso en eso, es una pérdida de tiempo, se me fue el amor, el cariño, el respeto, ya no siento ni pizca de lo que podía sentir por ti y esta vez te echo la culpa, tú destruiste todo esto, tú tienes la culpa, solo tú.

Estoy segura que dirás que exagero, que no era para tanto, que tan solo fue un café, que no tiene importancia, que no significa nada, que no genera nada en ti, pero tu perspectiva dista de la mía, no es el café, es el tiempo que destinas, los días, las horas, ese tiempo que jamás me has dado a mí, ese tiempo que mendigaba y que por amor propio tuve que soltar, ese tiempo que te pedía y que con alguna otra excusa me decías que no tenías, ese tiempo que no me diste y que sí se lo das, ese tiempo que no pudimos tener, ese tiempo que me hiciste perder, esas propuestas que no recibí, esa salida al cine que nunca tuve, esa cena que nunca se concretó, eso, todo eso quiero decirte, pero lo escribo, porque no quiero llorar, porque no quiero decirte que te odio, que he dejado de quererte, porque no mereces mi explicación y tampoco mereciste mi amor, nunca mereciste que alguien te quisiera tanto como yo, si te quise, no lo dudes, pero jamás lo valoraste, me he dado cuenta de eso tanto tiempo después, pensando que todo estaba mejor, que la vida era más buena con nosotros, que quizás habías cambiado, que la esperanza de seguir adelante, era un nosotros encubierto lleno de amor.

Escribo esto llorando, pero de impotencia, de saber que jamás te importé y que te di el lugar que no merecías, se me vuelve a hacer ese nudo en la garganta pero de cólera, de enojo, me enerva saber que lo di todo por ti y que ni un centímetro de consideración has tenido conmigo, duele y no sabes cómo.

Y si me preguntara alguien ¿por qué lo intenté tantas veces contigo? respondería que es porque pensé que eras el amor de mi vida, pero ahora solamente te puedo decir, que quizás hayas podido tener la dicha de sentir que alguien te quería leal y fielmente, quizás la vida si haya sido buena contigo.

No me voy a victimizar, ya nada importa, es hoy un nuevo día y yo te perdono, no porque lo merezcas, si no porque yo lo merezco y todo ese amor que sentí por ti, merezco reiniciar mi vida, merezco un amor libre de mentiras, un amor considerado y jamás lo encontraré si sigues aquí, como sombra, jamás podré ser feliz si sigo pensando que contigo pude haberlo sido.

Hoy duele, quizás mañana ya no.

martes, 15 de octubre de 2019

Vacía

Y aunque no pueda verla, tengo el alma rota, siento que no puedo más, no quisiera sentir y se sigue rompiendo, me sigo matando como quien no quiere, solo quiero echarme a llorar y pensar que nada ha pasado, pero es que es verdad, no ha pasado nada, solo pasó la vida y no sé si estoy en ella.

Deconstrucción

Solo quiero dormir, no ver nada más, seguir viendo ese techo blanco de mi cuarto, no tener prendido el celular, hoy quiero permitirme llorar, pero también dormir, me duele y lo siento, me duele el alma, así como si se hubiera roto un hueso, tengo un agujero inmenso en el corazón y mil veces me he repetido que el corazón solo bombea sangre, pero hoy tengo pena y es en el alma, lo asocio con el corazón entonces, porque no encuentro otra razón, no quiero hablar con nadie, por eso escribo, siempre me ha aliviado, quizá mañana sea otro día, quizá mañana esté mejor, pero hoy quiero darme el permiso de sentirme vacía, de no querer hablar, solo escribir, mis manos escriben y continúan escribiendo, no quisiera seguir, pero sé que mañana es otro día, sé que mañana seguirá habiendo luz y me dejará de doler, pero  hoy, no.

Hay algo que quisiera entender, algo que me he preguntado tantas veces ¿por qué no? quiero creer realmente esa frase de que "si algo no pasa, es porque venía algo mejor", pero hasta ahora sigo esperando y no sucede nada mejor, es más, me he quedado con todas las preguntas que quería hacer atoradas en mi boca, yo y mi maldita forma de ser, si te quería, podría haberlo gritado, pero no lo hice, maldita inseguridad, perdóname si te hice daño, esta vez fui yo la que dañó, esta vez fui yo la que se fue, la que no luchó, no sabía que hacer con tanto amor, sentía que no lo merecía, no quería nada y a la vez quería todo, no podía explicarte porque yo estaba confundiendo cada cosa que nos pasaba, descubrí a fin de cuentas que no importaba mucho si me quedaba, tampoco hiciste nada para que no me fuera, no es que no existiera un lugar para los dos, es que no lo construimos y tenía miedo, pero sentía que podía combatirlo, no lo hice, no sé si me arrepiento, nunca me ha pasado esto, siendo que me desvanezco, pero no quiero y no puedo, pero estoy segura que todo volverá a la normalidad, practicaré el desapego del que tanto te hablé, no querré verte, perdóname, y si te veo, haré como si no pasara, lo repetiré tantas veces, para que cuando ocurra, pueda hacer el papel que estoy practicando.

Viviré recordando todo esto, solo eso sé.

jueves, 3 de octubre de 2019

En esta vida no

Quiero creer que te he recordado con mayor frecuencia porque tú también me has estado pensando y eso me reconforta, entonces ¿te sigo queriendo? por casualidad regresé a los lugares en donde fuimos felices, en donde tu mano fue la que detuvo mi caída libre, he estado manejando y escuchando las canciones que alguna vez bailamos juntos, te he pensado mucho y no tengo la menor idea de por qué, pero tengo tantas cosas que decirte, que aún se me hace el nudo en la garganta, ese nudo que me hacía llorar de risa cuando estábamos juntos, ese nudo que entrelazaba nuestras manos cuando me convertía en tu mujer, te he amado desde el día uno en el que te conocí, quién diría que algún día todo ese amor se iría, pero hoy vuelvo a escribir por ti, sin ninguna respuesta en particular, pero por ti.