Estuve pensando en escribirte, pero no sé como puedo hacerte llegar mis escritos, ¿cómo es que ya no estás? es de las preguntas que más me hago, probablemente la repito una o dos veces a diario.
Muchas veces me dijeron: si tienes que llorar, llora, si tienes que sufrir, hazlo, pero es algo que te dice alguien que no ha sufrido este dolor, alguien que no ha sentido como es que la vida se va y que ya no tienes más opción que seguir, solo sigues y ya, no porque quieras, si no porque debes de hacerlo, no sabemos a ciencia cierta que hacemos, solo seguimos y quizás es lo único que sentimos que hacemos bien, porque todo lo bueno que teníamos ya se fue con su partida, todo lo que nos daba las reales ganas de seguir adelante se fueron, y ahí te ves, viviendo, porque no puedes dejar de hacerlo aunque quisieras.
¿En qué momento se irá tanto dolor pá? cómo es que todavía no puedo procesar la irremediable noticia de que ya nunca más volveré a verte, no sabes la falta que haces, el dolor que es pensar que nunca más estarás aquí, quizás si lo sabes porque tu papá también se fue, ¿cómo llevaste su partida? nunca te lo pregunté papi, perdóname por eso, perdóname por todo lo que quise hacer y no pude, perdóname por no ser ni la quinta parte de todo lo que mereciste.
Te dedico mi vida pá, ojalá pronto nos volvamos a ver.
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